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Credit: Douglas Noblet |
Tolerancia limitada al calor en un ave marina adaptada al frío: implicaciones del calentamiento del Ártico
El Ártico se está calentando aproximadamente al doble del ritmo global. Un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad McGill revela que las especies árticas adaptadas al frío, como el mérgulo de pico grueso, son especialmente vulnerables al estrés térmico causado por el cambio climático.
"Descubrimos que los múridos tienen la menor eficiencia de refrigeración jamás registrada en las aves, lo que significa que tienen una capacidad extremadamente pobre para disipar o perder calor", afirma la autora principal, Emily Choy, becaria postdoctoral del Departamento de Ciencias de los Recursos Naturales de la Universidad McGill.
A raíz de los informes sobre la muerte de las aves marinas en sus nidos en los días soleados, los investigadores recorrieron los acantilados de la Isla de la Costa, en el norte de la Bahía de Hudson, para estudiar una colonia de 30.000 parejas reproductoras. Pusieron a prueba la tolerancia al calor de las aves y descubrieron que los animales mostraban signos de estrés a temperaturas tan bajas como 21C.
Hasta ahora pocos estudios habían explorado los efectos directos del calentamiento de las temperaturas en la fauna del Ártico. El estudio, publicado en Journal of Experimental Biology, es el primero que examina el estrés térmico en las grandes aves marinas del Ártico.
Más grande no siempre es mejor
Al medir la frecuencia respiratoria y la pérdida de agua de los múridos al someterlos a temperaturas cada vez más altas, los investigadores descubrieron que las aves más grandes eran más sensibles al estrés térmico que las más pequeñas.
Con un peso de hasta un kilo, los múridos tienen una tasa metabólica muy alta en relación con su tamaño, lo que significa que cuando jadean o baten las alas para refrescarse, gastan una cantidad muy alta de energía, produciendo aún más calor.
Estas aves marinas anidan en densas colonias, a menudo criando hombro con hombro a lo largo de los estrechos salientes de los acantilados. Los machos y las hembras se turnan para anidar en turnos de 12 horas. Según los investigadores, la limitada tolerancia al calor de los murres de pico grueso puede explicar su mortalidad en los días de calor.
"El sobrecalentamiento es un efecto importante y poco estudiado del cambio climático en la fauna del Ártico", dice Choy. "Los murres y potencialmente otras especies del Ártico están mal adaptados para hacer frente al calentamiento de las temperaturas, lo que es importante a medida que el Ártico sigue calentándose".
Fuentes, créditos y referencias:
"Limited heat tolerance in a cold-adapted seabird: implications of a warming Arctic" by Emily Choy, Ryan O'Connor, Grant Gilchrist, Anna Hargreaves, Oliver Love, Francois Vezina, and Kyle Elliott was published in the Journal of Experimental Biology.
Traido gracias a EurekAlert