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La asociación de la endometriosis con la capacidad de trabajo y la participación en la vida laboral a finales de los cuarenta y la jubilación por incapacidad de por vida hasta los 52 años: Un estudio de la Cohorte de Nacimiento del Norte de Finlandia de 1966
La endometriosis puede causar un deterioro del funcionamiento diario debido a los síntomas relacionados, como el dolor, la fatiga y la angustia psicológica. En consecuencia, la endometriosis puede poner en peligro la capacidad laboral, como se ha sugerido en estudios de casos y controles basados principalmente en encuestas, incluidos los casos clínicamente establecidos en edad fértil. Este es el primer estudio a nivel de población general que evalúa cómo se asocia la endometriosis con (1) la capacidad laboral autocalificada y las fechas de baja por enfermedad a los 46 años, (2) los días de incapacidad y desempleo registrados entre los 46 y los 48 años y (3) la aparición de la jubilación por incapacidad registrada de por vida hasta los 52 años.
La endometriosis no es una "enfermedad de mujeres profesionales", como solía conocerse, pero tiene un gran impacto en las carreras de las mujeres.
Un estudio de dos años de duración realizado entre casi 4.000 mujeres en Finlandia ha revelado que las que padecen endometriosis se toman 10 o más días de baja, incluso a los 46 años, en comparación con las que no tienen endometriosis. También reclamaron, de media, 10 días más de incapacidad.
La buena noticia es que los científicos de Finlandia no encontraron patrones de jubilación anticipada o desempleo al examinar los datos de 348 participantes con endometriosis. Aun así, esta investigación se llevó a cabo en un país con sistemas de asistencia sanitaria, bienestar y jubilación relativamente buenos. No está claro si eso ocurriría en otros lugares.
"Hasta donde sabemos, éste es el primer estudio a nivel de población general sobre la asociación entre la endometriosis y la capacidad laboral", escriben los autores.
La endometriosis es una enfermedad crónica y a menudo dolorosa que no tiene causa ni cura conocidas, a pesar de una rica historia de posibles teorías. De hecho, durante varias décadas, los libros de texto de medicina se referían a la endometriosis como una "enfermedad de la mujer profesional".
Tradicionalmente, se creía que las personas del tipo A que posponían el matrimonio y el embarazo para hacer carrera eran más propensas a desarrollar la enfermedad. Por ello, las pacientes sólo tenían dos opciones de tratamiento: quedarse embarazada o someterse a una histerectomía.
Hoy en día, la noción de la "enfermedad de la mujer profesional" ha sido completamente desmentida. Las nuevas investigaciones sugieren que no es la trayectoria profesional de la mujer la que determina su enfermedad, sino al revés.
Un análisis realizado en 2011 en diez países, por ejemplo, descubrió que cada mujer afectada por la endometriosis perdía una media de 10,8 horas de trabajo semanales, principalmente porque sus síntomas dificultaban mucho la realización de tareas.
En 2013, un estudio realizado en Estados Unidos descubrió que las pacientes con endometriosis experimentaban un número significativamente mayor de días de enfermedad al año. Incluso cuando estaban lo suficientemente bien como para trabajar, su dolor y fatiga lo hacían mucho más difícil.
Es más, cuanto más tardaba una persona en ser diagnosticada de endo, más probable era que su profesión se viera afectada a largo plazo.
Estudios retrospectivos sugieren que las personas con endo reciben generalmente un salario anual más bajo y experimentan un crecimiento salarial más lento.
Incluso en países como Suiza, Alemania y Austria, que cuentan con una mayor asistencia social, las mujeres con endometriosis afirman estar menos capacitadas para trabajar en la profesión que desean porque viven con dolor crónico y fatiga.
Todos estos estudios anteriores coinciden en que la endometriosis tiene un grave impacto en la vida laboral de una persona, pero el nuevo estudio finlandés es el primero que examina cómo afecta también a los profesionales de más edad.
Aunque los síntomas de la endometriosis suelen remitir con la edad y la menopausia, los resultados sugieren que las personas con endometriosis siguen cogiendo muchos más días de baja que otras mujeres a los 46 años.
Por suerte, la enfermedad no parece provocar el desempleo ni obligar a una jubilación anticipada por incapacidad, pero la endometriosis presenta un amplio espectro de síntomas y gravedad.
Mientras que tratamientos como la cirugía o las hormonas pueden funcionar para algunas, otras seguirán experimentando dolor crónico con poco alivio.
Por tanto, tiene sentido que las mujeres con casos más leves sean también las que sigan trabajando a una edad más avanzada, aunque se tomen más días de baja que la mayoría.
"Así pues", admiten los autores, "las mujeres que siguen empleadas a una edad fértil tardía, después de las penurias relacionadas con la endometriosis, podrían tener los fenotipos más leves de la enfermedad o estar por lo demás sanas, lo que podría subestimar los efectos reales de la endometriosis."
Otras personas con casos más graves, por el contrario, podrían haber perdido su trabajo o haberse tenido que jubilar antes, por lo que no fueron incluidas en el estudio.
Es necesario seguir investigando, sobre todo a nivel poblacional, para poder cuantificar los efectos de esta enfermedad tan común.
Durante demasiado tiempo, las quejas de las pacientes con endometriosis han pasado desapercibidas o se han descartado por completo. Ya es hora de que empecemos a prestar atención".
Fuentes, créditos y referencias:
El estudio se ha publicado en Acta Obstetricia et Gynecologica Scandinavica.
Originalmente publicado en ScienceAlert