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Crédito: NASA/Jet Propulsion Laboratory |
Las anomalías en la distribución del hidrógeno en el cráter Occator del planeta enano Ceres revelan la existencia de una corteza helada, según un nuevo artículo dirigido por Tom Prettyman, científico principal del Instituto de Ciencias Planetarias.
Las pruebas proceden de los datos adquiridos por el Detector de Rayos Gamma y Neutrones (GRaND) a bordo de la nave espacial Dawn de la NASA. Se obtuvo un mapa detallado de la concentración de hidrógeno en las proximidades de Occator a partir de observaciones realizadas desde órbitas elípticas que acercaron la nave a la superficie durante la fase final de la misión, explicó Prettyman. El artículo titulado "Replenishment of near-surface water ice by impacts into Ceres' volatile-rich crust: Observaciones del detector de rayos gamma y neutrones de Dawn" aparece en Geophysical Research Letters. Los científicos del PSI Yuki Yamashita, Norbert Schorghofer, Carle Pieters y Hanna Sizemore son coautores.
El espectrómetro de neutrones de GRaND encontró elevadas concentraciones de hidrógeno en el metro más externo de la superficie de Occator, un gran y joven cráter de 92 kilómetros (57 millas) de diámetro, dice el artículo. El artículo sostiene que el exceso de hidrógeno está en forma de hielo de agua. Los resultados confirman que la corteza exterior de Ceres es rica en hielo y que el hielo de agua puede sobrevivir dentro de los eyectas de impacto en cuerpos helados sin aire. Los datos implican un control parcial de la distribución del hielo cercano a la superficie por parte de los grandes impactos y proporcionan restricciones sobre la edad de la superficie y las propiedades termofísicas del regolito.
"Creemos que el hielo ha sobrevivido en el subsuelo poco profundo durante los aproximadamente 20 millones de años posteriores a la formación de Occator. Las similitudes entre la distribución global del hidrógeno y el patrón de los grandes cráteres sugieren que los procesos de impacto han aportado hielo a la superficie en otras partes de Ceres. Este proceso va acompañado de la pérdida de hielo por sublimación causada por el calentamiento de la superficie por la luz solar", dijo Prettyman.
"El impacto que formó Occator habría excavado materiales de la corteza a una profundidad de hasta 10 kilómetros (unas 6 millas). Por lo tanto, los aumentos observados en la concentración de hidrógeno dentro del cráter y el manto de eyección apoyan nuestra interpretación de que la corteza es rica en hielo". Los hallazgos refuerzan el consenso emergente de que Ceres es un cuerpo diferenciado en el que el hielo se separó de la roca para formar una cubierta exterior helada y un océano subcostal", dijo Prettyman.
"Los cuerpos más pequeños y ricos en agua, incluidos los cuerpos madre de los meteoritos condritos carbonosos, pueden no haber experimentado la diferenciación. Por lo tanto, los hallazgos podrían tener implicaciones para la evolución de los cuerpos helados, pequeños y grandes", dijo Prettyman. "En términos más generales, como mundo oceánico, Ceres podría ser habitable y es, por tanto, un objetivo atractivo para futuras misiones".
Fuentes, créditos y referencias:
T. H. Prettyman et al, Replenishment of Near‐Surface Water Ice by Impacts Into Ceres' Volatile‐Rich Crust: Observations by Dawn's Gamma Ray and Neutron Detector, Geophysical Research Letters (2021). DOI: 10.1029/2021GL094223