Evaluación de las actitudes antiasiáticas en Estados Unidos y Australia

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Evaluación de las actitudes antiasiáticas en Estados Unidos y Australia

Investigadores de la Universidad de Melbourne y la Universidad de Queensland han analizado las actitudes negativas hacia los asiáticos tanto en Estados Unidos como en Australia para comprender mejor los factores que contribuyen a estos prejuicios.

Los resultados sugieren que el odio racial en Estados Unidos puede estar correlacionado con la opinión política, con más votantes republicanos que expresan actitudes negativas hacia los asiáticos, mientras que en Australia -un país menos dividido políticamente- los prejuicios adquirieron una mayor dimensión socioeconómica.

Los casos de delitos de odio contra los asiáticos se dispararon durante el comienzo de la pandemia de coronavirus (COVID-19) tanto en Estados Unidos como en Australia, tras conocerse que el virus se originó en Wuhan (China). La importante investigación, publicada en el Australian Journal of Social Issues, demuestra la necesidad de investigar y comprender las fuerzas que impulsan los prejuicios, y de desentrañar los factores que impulsan las divisiones en la sociedad.

Aunque el sentimiento antiasiático ha estado presente en anteriores brotes de la enfermedad y tiene su origen en las políticas coloniales y racistas del pasado, los autores señalan que no se sabe cómo se expresa este sentimiento en los distintos grupos sociodemográficos, y si estos patrones difieren entre naciones.

La investigación señala tanto el diferente contexto político -con un chivo expiatorio más abierto hacia China por parte del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump- como la diferencia en la propagación de la enfermedad y las consecuencias económicas en ambos países.

Utilizando preguntas directas e indirectas para evaluar el sentimiento antiasiático, la investigación incluyó una encuesta de YouGov que abarcó el período del 31 de agosto al 9 de septiembre de 2020 e incluyó 1.375 encuestados australianos y 1.060 estadounidenses.

La autora principal de la Universidad de Melbourne, la Dra. Monica Tan, dijo que era importante hacer preguntas indirectas, ya que los encuestados son menos propensos a expresar sus actitudes discriminatorias hacia los grupos raciales, por temor a las consecuencias.

"Añadimos a nuestra encuesta un análisis de experimentación de listas para buscar prejuicios inconscientes. Esta tarea consistía en preguntar a los encuestados si les preocuparía acudir a determinados restaurantes y enumerar una serie de cocinas, incluida la china".

A continuación, estos datos se relacionaron con una serie de factores socioeconómicos para demostrar cómo el sentimiento antiasiático se asocia con: la afiliación política, la edad, el género, la educación, la situación laboral y los grupos de ingresos.

En contra de la hipótesis de los investigadores, su estudio concluyó que no había una mayor prevalencia del sentimiento antiasiático en Estados Unidos en comparación con Australia.

La socióloga coautora, la profesora asociada Leah Ruppanner, dijo: "Australia y Estados Unidos estaban relativamente a la par en cuanto a la cantidad de sentimiento antiasiático dentro de esos países. Sin embargo, la gran diferencia estriba en los grupos demográficos que expresan estas opiniones. Curiosamente, mientras que los republicanos eran mucho más propensos que los demócratas en Estados Unidos a mostrar un sentimiento antiasiático, eran menos propensos a decir que evitarían los restaurantes chinos por motivos de salud. Esto podría deberse a que mientras el presidente Trump producía una retórica muy antichina, muchos republicanos desconfiaban del COVID-19 como una preocupación legítima por la salud."

A diferencia de Estados Unidos, donde había una fuerte relación entre la afiliación política y el sentimiento antiasiático, en Australia estas actitudes negativas estaban más estrechamente asociadas con tres factores que sugieren que las mujeres, los individuos con menos educación y los individuos en el rango de ingresos medios eran más propensos a compartir el sesgo antiasiático.

"Estos resultados pueden reflejar las mayores dificultades económicas a las que se enfrentaron estos grupos durante los encierros de COVID-19", afirmó el profesor Ruppanner.

"Los resultados muestran que los prejuicios antiasiáticos están asociados a las condiciones económicas, la retórica política y el contexto de los medios de comunicación, y esto nos ayuda a ver en qué áreas hay que centrarse para crear una sociedad más tolerante".

"Nuestro estudio muestra que hay que trabajar para reducir los casos de comportamientos antiasiáticos", dijo el profesor Ruppanner.

"Se necesitan políticas antidiscriminatorias y mayores recursos para la formación de policías y transeúntes, así como enfoques centrados en la comunidad para aumentar la concienciación. También es importante que se trabaje en la eliminación de información falsa o engañosa, especialmente en las plataformas de los medios sociales, y eso puede ayudar a frenar la información engañosa sobre los asiáticos y el COVID-19." 

Fuentes, créditos y referencias:

Xiao Tan et al, Profiling racial prejudice during COVID‐19: Who exhibits anti‐asian sentiment in Australia and the United States?, Australian Journal of Social Issues (2021). DOI: 10.1002/ajs4.176

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