Egipto podría sufrir una escasez extrema de agua en una década

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Egipto podría sufrir una escasez extrema de agua en una década

Tendencias pasadas y futuras del consumo de agua en Egipto y sus fuentes

Resumen

Durante milenios, el Nilo suministró a Egipto más agua de la necesaria. A medida que la población creció y la economía se expandió, la demanda de agua aumentó en consecuencia. Aquí presentamos un análisis exhaustivo para reconstruir cómo la demanda total de agua superó la oferta de agua del Nilo a finales de la década de 1970, partiendo de un superávit de unos 20 km3 al año en la década de 1960 y llegando a un déficit de unos 40 km3 al año a finales de la década de 2010. El déficit se satisface con la importación de agua virtual. El papel del crecimiento económico en el impulso de la demanda per cápita de agua se cuantifica a partir de un análisis detallado del uso del agua por parte de la agricultura y otros sectores. Desarrollamos y probamos un modelo empírico de demanda de agua en Egipto que relaciona la demanda de agua con las tasas de crecimiento de la economía y la población. De cara al futuro, proyectamos que dentro de esta década del 2020, bajo escenarios nominales de crecimiento demográfico y económico, es probable que Egipto importe más agua virtual que la suministrada por el Nilo, poniendo en duda la caracterización histórica de Egipto como "el regalo del Nilo".

Egipto importará más agua de la que le suministra el Nilo, si la población y la economía siguen creciendo como se prevé, según un nuevo estudio del Departamento de Ingeniería Civil y Medioambiental del MIT.

El estudio, publicado en Nature Communications, muestra una reconstrucción histórica de hacia dónde se dirige el suministro de agua en Egipto en condiciones de crecimiento demográfico y economía en desarrollo.

La investigación también ofrece recomendaciones sobre las formas en que Egipto puede mantener y aprovechar el suministro de agua para un futuro más sostenible.

La agricultura es un sector importante de la economía egipcia y durante milenios el Nilo ha suministrado a Egipto más agua de la necesaria. Aproximadamente el 90% del agua del Nilo se destina a la producción agrícola de Egipto, pero a medida que la población creció y la economía se expandió, la demanda de agua también aumentó.

"Cuando hay más gente, se necesitan más alimentos, pero además, a medida que mejora la economía y las conexiones comerciales, también cambia la naturaleza de la dieta de la gente", dice Catherine Nikiel, estudiante de doctorado en Ingeniería Civil y Medioambiental y autora principal del estudio.  "Hay gente que puede empezar a consumir más carne y a consumir cosas diferentes a las que consumía en el pasado, lo que repercute en su agricultura".

La reconstrucción histórica permitió a los investigadores tener una visión granular de las tendencias de consumo pasadas y futuras para ver dónde aumenta la demanda de agua.

A partir de la década de 1970, cuando Egipto empezó a utilizar toda el agua que el Nilo podía proporcionarle, comenzó a importar más alimentos. Una gran parte de sus cultivos de trigo y maíz requieren mucha agua para crecer, necesitan mucha superficie y no pueden soportar métodos de riego eficientes. Al final, Egipto empezó a importar tanto maíz y trigo como cultivaba. Los investigadores empezaron a ver cuánto importa Egipto en comparación con lo que utiliza para proyectar que, dentro de una década, importará tanta agua virtual como la que extrae del Nilo.

"Sabemos que sus importaciones aumentan con rapidez, así que ¿en qué momento cambia el equilibrio, de modo que depende más del agua externa que de la interna?

Los investigadores también presentan recomendaciones sobre cómo Egipto puede aprovechar los recursos hídricos.

"Cambiando la producción de los cultivos de alto consumo de agua y bajo coste, como el maíz y el trigo, a cultivos de mayor valor y menor necesidad de agua, como las frutas y las verduras, que son muy rentables en el mercado y se adaptan mejor a los métodos de riego de alta eficiencia, y vendiéndolos para obtener beneficios frente a la importación de maíz y trigo, pueden cambiar aún más el equilibrio", añade Nikiel.

Los investigadores ilustran que el futuro del agua en Egipto depende de la cooperación externa con sus vecinos y de su propia capacidad para gestionar de forma óptima la demanda interna y el uso del agua. El estudio afirma que "las adaptaciones son, en última instancia, lo mejor para Egipto, ya que permiten un crecimiento y prosperidad continuos con una gestión más cuidadosa de los recursos. Egipto tiene la oportunidad de ser un ejemplo para otras naciones en desarrollo con escasez de agua, y un líder en la cuenca del Nilo. Si no se hacen cambios, pronto servirá de cuento ecológico con implicaciones para toda la región".  

Fuentes, créditos y referencias:

 Catherine A. Nikiel et al, Past and future trends of Egypt's water consumption and its sources, Nature Communications (2021). DOI: 10.1038/s41467-021-24747-9

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