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Con el objetivo de evaluar los efectos del estrés térmico en el útero sobre el crecimiento general del feto y de los órganos, en particular de los órganos asociados a la función inmunitaria, y de examinar el mecanismo celular de la alteración de la inmunidad pasiva en los terneros neonatos tras el estrés térmico materno, el equipo expuso a las vacas Holstein preñadas al calor extremo del verano de Florida y recopiló datos sobre la descendencia resultante, comparándolos con los de los terneros nacidos de vacas a las que se les aplicaron medidas de refrigeración durante el final de la gestación. El equipo descubrió que los terneros nacidos de vacas sometidas a estrés térmico tenían menor peso al nacer, menor peso de los órganos, incluidos el corazón, el hígado, los riñones, el timo y el bazo, y mayores tasas de muerte celular en el intestino.
El menor peso al nacer observado por los investigadores sugiere una menor función de la placenta y un parto más temprano, con un desarrollo fetal menos avanzado. El menor peso del corazón, el hígado y los riñones de los terneros nacidos de madres sometidas a estrés térmico también sugiere que el desarrollo de la placenta y el feto están comprometidos.
El autor principal, el doctor Geoffrey E. Dahl, de la Universidad de Florida (Gainesville, FL, EE.UU.), explica que "los terneros, como todos los animales jóvenes, son propensos a elevadas tasas de mortalidad y morbilidad en el periodo neonatal, y el nacimiento prematuro puede agravar aún más ese problema. Las pérdidas en los primeros años de vida pueden deberse a la inmadurez y disfunción de órganos, sobre todo del tracto gastrointestinal y del sistema inmunitario".
El equipo sugiere que la reducción del peso del timo y el bazo puede estar asociada a la ralentización del crecimiento fetal y al compromiso de la función inmunitaria, ya que estos órganos desempeñan papeles importantes en el desarrollo de un sistema inmunitario robusto. La mayor tasa de muerte de células intestinales entre los terneros nacidos de vacas sometidas a estrés térmico sugiere que estos terneros pueden tener una capacidad reducida para absorber los factores inmunitarios del calostro, esenciales para la transferencia de la inmunidad materna al ternero inmaduro y vulnerable, en las primeras horas críticas después del nacimiento. "La absorción pasiva de inmunoglobulinas del calostro es el único mecanismo de inmunoprotección en el bovino", señala Dahl.
Los autores especulan que la disminución de la absorción de nutrientes y la reducción de la función inmunitaria tras el estrés térmico de la gestación pueden conducir a una reducción de la salud y el crecimiento del ternero a largo plazo. Dahl señala que "la aceleración del cierre del intestino parece producirse incluso antes del nacimiento y del consumo de calostro. Por lo tanto, puede ser difícil de revertir después del nacimiento, por lo que los esfuerzos de gestión deben centrarse en el enfriamiento de las vacas preñadas durante el final de la gestación." Dado que la industria láctea se esfuerza continuamente por mejorar el bienestar de los animales y la sostenibilidad medioambiental y financiera, este tipo de investigación es más importante que nunca.
Fuentes, créditos y referencias:
B.M.S. Ahmed et al, Maternal heat stress reduces body and organ growth in calves: Relationship to immune status, JDS Communications (2021). DOI: 10.3168/jdsc.2021-0098