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Impactos sanitarios y medioambientales de la elección del agua potable en Barcelona, España: Un estudio de modelización
¿Cuál es la mejor opción para el consumo individual de agua si tenemos en cuenta tanto el impacto en la salud como en el medio ambiente? La respuesta a esa pregunta, según un nuevo estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro apoyado por la Fundación "la Caixa", es que, al menos en la ciudad de Barcelona, el agua del grifo es la opción que ofrece más beneficios globales.
El consumo de agua embotellada ha aumentado considerablemente en los últimos años a escala mundial. Según investigaciones anteriores, esta tendencia puede explicarse en parte por factores subjetivos como la percepción del riesgo, el sabor, el olor, la falta de confianza en la calidad del agua del grifo público y el marketing de las empresas de agua embotellada. Este nuevo estudio, publicado en Science of the Total Environment, tenía como objetivo proporcionar datos objetivos sobre tres opciones diferentes de consumo de agua: agua embotellada, agua del grifo y agua del grifo filtrada. Este trabajo científico se ha realizado en colaboración con el Grupo de Ingeniería y Microbiología Ambiental (GEMMA) de la Universitat Politècnica de Catalunya BarcelonaTech (UPC).
Los impactos ambientales y sanitarios suelen evaluarse por separado debido a las diferentes metodologías aplicadas y a los resultados resultantes. Los impactos ambientales se pueden estimar con una metodología llamada Evaluación del Ciclo de Vida (ACV), mientras que las consecuencias en la salud humana se estiman con un enfoque llamado Evaluación del Impacto en la Salud (EIS). Este estudio ha intentado superar esta barrera metodológica por primera vez combinando el ACV y la EIS en el mismo análisis.
Dado que la calidad del agua del grifo puede variar entre ciudades o países, el equipo de investigación se centró en la ciudad de Barcelona, debido a la solidez de los datos disponibles. La Evaluación del Ciclo de Vida se llevó a cabo utilizando un software específico y un método llamado ReCiPe, que permitió a los investigadores estimar el daño a los ecosistemas y a la disponibilidad de recursos, así como los impactos indirectos en la salud humana derivados del proceso de producción de agua embotellada y del grifo. La evaluación del impacto en la salud utilizó datos sobre los patrones de consumo de agua y sobre los niveles de compuestos químicos en el suministro de agua de la Agencia de Salud Pública de Barcelona.
Los resultados mostraron que si toda la población de Barcelona decidiera pasarse al agua embotellada, la producción necesaria supondría una pérdida de 1,43 especies al año y un coste de 83,9 millones de dólares al año debido a la extracción de materias primas. Esto supone un impacto aproximadamente 1.400 veces mayor en los ecosistemas y un coste de extracción de recursos 3.500 veces mayor en comparación con el escenario en el que toda la población se pasara al agua del grifo.
"La calidad del agua del grifo ha aumentado sustancialmente en Barcelona desde la incorporación de tratamientos avanzados en los últimos años. Sin embargo, esta considerable mejora no se ha visto reflejada en un aumento del consumo de agua del grifo, lo que sugiere que el consumo de agua podría estar motivado por factores subjetivos distintos de la calidad", afirma Cristina Villanueva, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio.
"Uno de estos factores subjetivos es la presencia percibida de compuestos químicos en el agua del grifo. Si bien es cierto que el agua del grifo puede contener trihalometanos (THM) derivados del proceso de desinfección y que los THM se asocian con el cáncer de vejiga, nuestro estudio muestra que debido a la alta calidad del agua del grifo en Barcelona, el riesgo para la salud es pequeño, especialmente si tenemos en cuenta los impactos globales del agua embotellada", añade Cristina Villanueva.
En este sentido, los resultados estiman que un cambio completo al agua del grifo aumentaría el número global de años de vida perdidos en la ciudad de Barcelona a 309 (lo que equivale aproximadamente a una media de dos horas de esperanza de vida perdidas si se soportan por igual todos los residentes de Barcelona). Añadir la filtración doméstica al agua del grifo reduciría ese riesgo considerablemente, disminuyendo el número total de años de vida perdidos a 36.
"Nuestros resultados muestran que, teniendo en cuenta tanto los efectos medioambientales como los sanitarios, el agua del grifo es una mejor opción que el agua embotellada, ya que ésta genera un mayor número de impactos", afirma Cathryn Tonne, investigadora de ISGlobal y última autora del estudio. "El uso de filtros domésticos, además de mejorar el sabor y el olor del agua del grifo, puede reducir sustancialmente los niveles de THMs en algunos casos. Por esta razón, el agua del grifo filtrada es una buena alternativa. Aunque no disponemos de datos suficientes para medir plenamente su impacto ambiental, sabemos que es mucho menor que el del agua embotellada", añade. Sin embargo, los autores reconocen que los dispositivos de filtrado domésticos requieren un mantenimiento adecuado para un buen funcionamiento y para evitar la proliferación microbiana.
Fuentes, créditos y referencias:
Cristina M. Villanueva et al, Health and environmental impacts of drinking water choices in Barcelona, Spain: A modelling study, Science of The Total Environment (2021). DOI: 10.1016/j.scitotenv.2021.148884
Fuente: Eurekalert y ScienceDaily