Chandra detecta "Rayos X" de dos agujeros negros muy lejanos.

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Chandra detecta "Rayos X" dos agujeros negros lejanos
El gas brilla con fuerza en esta simulación por ordenador de agujeros negros supermasivos a los que sólo les faltan 40 órbitas para fusionarse. Modelos como éste podrían ayudar a los científicos a localizar ejemplos reales de estos poderosos sistemas binarios. Crédito: Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA

Aprovechando una lente natural en el espacio, los astrónomos han captado una mirada sin precedentes a los rayos X de un sistema de agujeros negros en el universo primitivo.

Esta lupa se utilizó para afinar las imágenes de rayos X por primera vez mediante el Observatorio de Rayos X Chandra de la NASA. De este modo, se captaron detalles de los agujeros negros que normalmente estarían demasiado lejos para ser estudiados con los telescopios de rayos X existentes.

Los astrónomos aplicaron un fenómeno conocido como "lente gravitacional" que se produce cuando la trayectoria que sigue la luz de objetos lejanos se ve desviada por una gran concentración de masa, como una galaxia, que se encuentra a lo largo de la línea de visión. Esta lente puede magnificar y amplificar la luz en gran medida y crear imágenes duplicadas del mismo objeto. La configuración de estas imágenes duplicadas puede utilizarse para descifrar la complejidad del objeto y afinar las imágenes.

El sistema con lente gravitacional del nuevo estudio se llama MG B2016+112. Los rayos X detectados por Chandra fueron emitidos por este sistema cuando el universo tenía sólo 2.000 millones de años, en comparación con su edad actual de casi 14.000 millones de años.

"Nuestros esfuerzos por ver y comprender objetos tan distantes en rayos X estarían condenados si no tuviéramos una lupa natural como ésta", dijo Dan Schwartz, del Centro de Astrofísica, Harvard y Smithsonian (CfA), que dirigió el estudio.

La última investigación se basa en un trabajo anterior dirigido por la coautora Cristiana Spingola, actualmente en el Instituto Nacional Italiano de Astrofísica (INAF) en Bolonia, Italia. Gracias a las observaciones de radio de MG B2016+112, su equipo encontró pruebas de la existencia de un par de agujeros negros supermasivos de rápido crecimiento separados por sólo unos 650 años luz. Descubrieron que ambos candidatos a agujero negro posiblemente tengan chorros.

Utilizando un modelo de lente gravitacional basado en los datos de radio, Schwartz y sus colegas llegaron a la conclusión de que las tres fuentes de rayos X que detectaron en el sistema MG B2016+112 debían ser el resultado de la lente de dos objetos distintos. Estos dos objetos emisores de rayos X son probablemente un par de agujeros negros supermasivos en crecimiento o un agujero negro supermasivo en crecimiento y su chorro. La separación estimada de estos dos objetos es coherente con el trabajo de radio.

Las mediciones anteriores de Chandra de pares o tríos de agujeros negros supermasivos en crecimiento han implicado generalmente objetos mucho más cercanos a la Tierra, o con separaciones mucho mayores entre los objetos. Anteriormente se había observado un chorro de rayos X a una distancia aún mayor de la Tierra, con luz emitida cuando el universo tenía sólo el 7% de su edad actual. Sin embargo, la emisión del chorro está separada del agujero negro por unos 160.000 años luz.

El presente resultado es importante porque proporciona información crucial sobre la velocidad de crecimiento de los agujeros negros en el universo primitivo y la detección de un posible sistema de agujeros negros dobles. La lente gravitacional amplifica la luz de estos objetos lejanos que, de otro modo, serían demasiado débiles para ser detectados. La luz de rayos X detectada de uno de los objetos de MG B2016+112 puede ser hasta 300 veces más brillante de lo que habría sido sin la lente.

"Los astrónomos han descubierto agujeros negros con masas miles de millones de veces superiores a la de nuestro Sol que se formaron solo cientos de millones de años después del big bang, cuando el universo tenía solo un pequeño porcentaje de su edad actual", dijo Spingola. "Queremos resolver el misterio de cómo estos agujeros negros supermasivos ganaron masa tan rápidamente".

Crédito: Ilustración: NASA/CXC/M. Weiss; rayos X (recuadro): NASA/CXC/SAO/D. Schwartz et al. Imagen de prensa, pie de foto y vídeos
Crédito: Ilustración: NASA/CXC/M. Weiss; rayos X (recuadro): NASA/CXC/SAO/D. Schwartz et al. Imagen de prensa, pie de foto y vídeos

 

Los aumentos de la lente gravitacional pueden permitir a los investigadores estimar cuántos sistemas que contienen dos agujeros negros supermasivos tienen separaciones lo suficientemente pequeñas como para producir ondas gravitacionales observables en el futuro con detectores basados en el espacio.

"En muchos sentidos, este resultado es una emocionante prueba de concepto de cómo esta 'lupa' puede ayudarnos a revelar la física de los agujeros negros supermasivos distantes con un enfoque novedoso. Sin este efecto, Chandra habría tenido que observar unos cientos de veces más y, aun así, no revelaría las complejas estructuras", afirma la coautora Anna Barnacka, del CfA y de la Universidad Jagellónica, que ha desarrollado las técnicas para convertir las lentes gravitacionales en telescopios de alta resolución para agudizar las imágenes.



"Gracias a las lentes gravitacionales, las observaciones de Chandra, mucho más largas, podrán distinguir entre el par de agujeros negros y las explicaciones de agujero negro más chorro. También esperamos poder aplicar esta técnica en el futuro, sobre todo porque los estudios realizados por las nuevas instalaciones ópticas y de radio que pronto entrarán en funcionamiento proporcionarán decenas de miles de objetivos", concluyó Schwartz.

La incertidumbre en la posición en rayos X de uno de los objetos de MG B2016+112 es de 130 años luz en una dimensión y de 2.000 años luz en la otra dimensión perpendicular. Esto significa que el tamaño de la zona en la que probablemente se encuentre la fuente es más de 100 veces menor que la zona correspondiente a una fuente típica de Chandra que no esté dotada de lentes. Esta precisión en la determinación de la posición no tiene parangón en la astronomía de rayos X para una fuente a esta distancia.


 Fuentes, créditos y referencias:

Daniel Schwartz et al, Resolving Complex Inner X-Ray Structure of the Gravitationally Lensed AGN MG B2016+112, The Astrophysical Journal (2021). DOI: 10.3847/1538-4357/ac0909

Preprint: arxiv.org/abs/2103.08537

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