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Crédito: Kyle FinnCrédito: Kyle Finn |
Un nuevo estudio ha revelado cómo una de las criaturas más enigmáticas del mundo utiliza el olfato para mantener una forma crucial de "distanciamiento social".
La rata topo de Damaraland es un roedor de madriguera que se encuentra en el sur de África, en lugares como Botsuana, Namibia, Sudáfrica, Zambia y Zimbabue.
Estrechamente emparentada con la rata topo desnuda sin pelo, vive en una red laberíntica de túneles subterráneos.
Ahora, un estudio pionero, dirigido por la Dra. Amy Leedale, de la Universidad de Liverpool Hope, ha arrojado nueva luz sobre cómo los sentidos olfativos de la rata topo son vitales para la cría y la supervivencia en su hogar arenoso y oscuro.
Al igual que los suricatos africanos, la rata topo de Damaraland es lo que se conoce como un reproductor cooperativo.
Viven en grupos de hasta 41 individuos formados por una pareja reproductora dominante y sus crías no reproductoras, que realizan tareas vitales como la excavación y el mantenimiento de la madriguera, la defensa del grupo y el cuidado de las crías mientras renuncian a su propia oportunidad de aparearse.
El problema viene, sin embargo, cuando el grupo se fragmenta y se dispersa, a causa de acontecimientos como el clima húmedo o la muerte de uno de los individuos reproductores.
En tales circunstancias, los individuos se dispersan hasta un kilómetro de distancia de donde empezaron, en busca de nuevas oportunidades de apareamiento.
La posibilidad de que una rata topo que se dispersa se una a un grupo que se reproduce activamente es muy poco probable, porque los miembros del grupo suelen atacar a los intrusos. En su lugar, las hembras que se dispersan tienden a establecer un nuevo grupo, mientras que los machos se van en busca de estas hembras solteras.
Pero, ¿cómo se dirigen las ratas topo con problemas de visión hacia estas posibles nuevas parejas? Y, del mismo modo, ¿cómo se libran de la amenaza de los individuos competidores de otros grupos de cría, que podrían no ver con buenos ojos a un nuevo intruso en su familia subterránea?
Según el Dr. Leedale, profesor de Ciencias Medioambientales en la Universidad Hope y especialista en comportamiento animal evolutivo, esto se debe en gran medida a las señales de olor de la arena extraída de un sistema de madrigueras concreto.
En una nueva investigación publicada en la revista Animal Behaviour, el Dr. Leedale escribe que "mediante una serie de experimentos de comportamiento, revelamos que las ratas topo pueden discriminar entre grupos de cría y solitarios del sexo opuesto utilizando señales de olor".
"Nuestros experimentos mostraron que los sujetos pasaban más tiempo investigando la arena tomada de otros grupos de ratas topo que la arena de control, lo que indica una capacidad para reconocer los olores de los congéneres del sustrato (otras ratas topo)".
"Las ratas topo también pasaron más tiempo cavando y barriendo en la arena tomada de los túneles de animales solitarios y desconocidos del sexo opuesto que en la arena tomada de grupos de cría desconocidos y eliminaron un mayor volumen de esta arena durante los experimentos."
"En conjunto, estos resultados sugieren una preferencia olfativa en ambos sexos por los animales solitarios del sexo opuesto frente a los grupos de cría."
"Nuestros resultados están respaldados por las observaciones del campo de que la inmigración en los grupos de cría es rara, con las hembras que se dispersan típicamente estableciendo nuevos grupos, donde posteriormente se unen a los machos desconocidos. Este estudio apoya el olfato como una posible pista de reconocimiento que puede facilitar la dispersión adaptativa."
Añade que "la implicación de la investigación es realmente importante, porque si podemos entender cómo los animales están adaptados a su entorno e interactúan con él, entonces podemos predecir cómo van a ser capaces de responder a los cambios ambientales, protegiéndolos en el futuro".
La Dra. Leedale y su equipo hicieron pruebas con 25 ratas topo de una población cautiva de más de 500 animales en el Centro de Investigación del Kalahari, en la Reserva del Río Kuruman (Sudáfrica), alojadas en madrigueras artificiales de plástico transparente que permiten observar adecuadamente sus comportamientos.
A los sujetos de prueba de dientes afilados se les presentaron cuatro tipos de aromas: arena recogida de los sistemas de túneles de los machos solitarios no reproductores, arena recogida de los sistemas de túneles de las hembras solitarias no reproductoras, arena recogida de los sistemas de túneles de los grupos reproductores activos, o arena de control simplemente levantada de una duna cercana.
Las ratas topo se colocaron una a una en un laberinto en forma de T, donde se les presentaron dos túneles a cada lado llenos de un "tapón" de 30 cm de arena experimental.
La Dra. Leedale afirma que cuanto más interactuaba una rata topo con un determinado tipo de arena, más se "comprometía" con ese olor específico.
Añade que "en nuestro estudio, se consideró que los sujetos mostraban una preferencia por el estímulo experimental si pasaban proporcionalmente más tiempo moviendo la arena del brazo que contenía el estímulo experimental en comparación con el control y, o bien, retiraban más arena experimental".
Y lo que los investigadores descubrieron fue que las ratas topo de ambos sexos podían identificar fácilmente a sus congéneres -es decir, a otras ratas topo- a través de sus olores, aunque nunca hubieran entrado en contacto entre sí.
Las ratas topo pasaron más tiempo moviendo la arena tomada de los túneles de individuos solitarios del sexo opuesto, o movieron más de esta arena durante los experimentos, en comparación con la arena tomada de grupos de cría.
Y el informe, descrito por los autores como "un paso importante para orientar futuros estudios sobre el reconocimiento social en las ratas topo", concluye que "las ratas topo de Damaraland son capaces de discriminar entre la arena tomada de los sistemas de túneles de otros grupos de ratas topo y la arena de control, lo que sugiere que tienen la capacidad de identificar a sus congéneres utilizando señales olfativas".
"Las señales de olor en la arena podrían ser utilizadas por los dispersores para localizar a sus parejas, e incluso evitar encuentros con grupos de cría activos, lo que conlleva el riesgo de ataque, a través de señales olfativas."
"Este estudio proporciona una visión oportuna del papel de las señales olfativas en el comportamiento discriminatorio y revela un mecanismo putativo por el cual las ratas topo son capaces de tomar decisiones de dispersión adaptativas."
Fuentes, créditos y referencias:
Amy E. Leedale et al, Odour-based social recognition in Damaraland mole-rats, Fukomys damarensis, Animal Behaviour (2021). DOI: 10.1016/j.anbehav.2021.06.019