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Antibioticos: Photo by Raimond Klavins on Unsplash |
La penicilina y los medicamentos relacionados (como la ampicilina y la amoxicilina) son los antibióticos más utilizados en los niños de todo el mundo.
En Estados Unidos, el niño medio recibe casi tres cursos de antibióticos antes de los dos años. En muchos otros países las tasas de exposición son similares o mayores.
"Nuestros trabajos anteriores han demostrado que la exposición de animales jóvenes a los antibióticos cambia su metabolismo e inmunidad", dijo el profesor Martin Blaser, director del Centro de Biotecnología y Medicina Avanzada de la Universidad de Rutgers.
"El tercer desarrollo importante en los primeros años de vida afecta al cerebro".
"Este estudio es preliminar, pero muestra una correlación entre la alteración del microbioma y los cambios en el cerebro que debería explorarse más a fondo".
En el estudio, el profesor Blaser y sus colegas compararon ratones que fueron expuestos a dosis bajas de penicilina en el útero o inmediatamente después del nacimiento con los que no fueron expuestos.
Descubrieron que los ratones a los que se les administró penicilina experimentaron cambios sustanciales en su microbiota intestinal y tuvieron una expresión génica alterada en la corteza frontal y la amígdala, dos áreas clave del cerebro responsables del desarrollo de la memoria, así como de las respuestas al miedo y al estrés.
Cada vez hay más pruebas que relacionan los fenómenos del tracto intestinal con la señalización al cerebro, un campo de estudio conocido como eje intestino-cerebro.
Si esta vía se altera, puede provocar una alteración permanente de la estructura y la función del cerebro y, posiblemente, provocar trastornos neuropsiquiátricos o neurodegenerativos en la infancia o la edad adulta.
"Los primeros años de vida son un periodo crítico para el neurodesarrollo", señaló el profesor Blaser.
"En las últimas décadas ha aumentado la incidencia de los trastornos del neurodesarrollo en la infancia, como el trastorno del espectro autista, el trastorno por déficit de atención/hiperactividad y los problemas de aprendizaje".
"Aunque el aumento de la concienciación y el diagnóstico son probablemente factores que contribuyen, las alteraciones en la expresión genética cerebral en las primeras etapas del desarrollo también podrían ser responsables".
"Se necesitan estudios futuros para determinar si los antibióticos afectan directamente al desarrollo del cerebro o si las moléculas del microbioma que viajan al cerebro perturban la actividad de los genes y causan déficits cognitivos".
Fuentes, créditos y referencias:
El estudio se ha publicado en línea esta semana en la revista iScience.
Angelina Volkova et al. Effects of early-life penicillin exposure on the gut microbiome and frontal cortex and amygdala gene expression. iScience, published online July 15, 2021; doi: 10.1016/j.isci.2021.102797