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La semana que viene, dos sondas del espacio profundo sobrevolarán Venus con 30 horas de diferencia en su camino hacia el interior del sistema solar. El 9 de agosto, el Solar Orbiter pasará por el planeta a menudo llamado "gemelo de la Tierra", seguido por el orbitador BepiColombo de Mercurio el 10 de agosto.
Aunque parezca que todo es cuesta abajo, el envío de naves espaciales a Mercurio y Venus consume tanta energía, si no más, como ir a Marte y más allá. Esto se debe a que, mientras que los viajes al sistema solar exterior requieren ganar velocidad, ir al sistema solar interior significa perderla. Esto significa que una nave espacial que se acerque al Sol debe utilizar cohetes masivos o encontrar alguna otra forma de frenar.
Desde la década de 1970, las agencias espaciales del mundo han perfeccionado el uso de maniobras de honda para cambiar la velocidad de las naves espaciales sin necesidad de cohetes. Las primeras maniobras de honda se utilizaron en la misión Pioneer 11, en la que la nave utilizó la atracción gravitatoria de Júpiter para lanzarla hacia un sobrevuelo de Saturno.
BepiColombo ha realizado varios sobrevuelos de camino a MercuryESA |
En el caso del sistema interior, estas maniobras de honda son un poco más complicadas, y a menudo requieren varios sobrevuelos de más de un planeta para llegar al destino deseado. En el caso del Solar Orbiter de la NASA y la ESA, el objetivo del sobrevuelo de la próxima semana es sacar a la nave del plano de la eclíptica para que pueda obtener las primeras vistas de los polos del Sol. Mientras tanto, el sobrevuelo de Venus por el BepiColombo de la ESA/JAXA, junto con su sistema de propulsión eléctrica solar y los seis próximos sobrevuelos de Mercurio, le ayudarán a alcanzar Mercurio y a entrar en una órbita estable alrededor del planeta.
El Orbitador Solar será el primero en llegar a Venus, volando a una distancia de 7.995 km (4.968 millas) a las 04:42 GMT del 9 de agosto. Le seguirá, el 10 de agosto a las 14:48 GMT, BepiColombo, que pasará por Venus a una distancia mínima de 550 km (342 millas).
Según la ESA, no será posible recibir imágenes de alta resolución del sobrevuelo porque el Solar Orbiter está orientado en sentido contrario para mantener sus paneles solares apuntando al Sol, mientras que BepiColombo, que consiste en dos sondas acopladas, tiene su cámara principal protegida bajo el módulo de transferencia de la nave. Sin embargo, dos de las cámaras de seguimiento de BepiColombo proporcionarán imágenes en blanco y negro de baja resolución. Éstas se descargarán por lotes después del encuentro durante los dos días siguientes.
Durante los sobrevuelos, las dos naves recopilarán datos sobre el entorno magnético y de plasma de Venus, y también serán monitorizadas por la nave espacial Akatsuki de JAXA, que ya está en órbita alrededor del planeta. Estos datos se utilizarán en la planificación del orbitador EnVision Venus de la ESA, cuyo despegue está previsto para la década de 2030.
Fuentes, créditos y referencias:
Fuente: ESA
Créditos a NewAtlas