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El Allen Telescope Array, un conjunto de 42 antenas utilizadas en la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI), está de nuevo amenazado por los incendios forestales. Los científicos e ingenieros que normalmente se encuentran en el lugar han sido evacuados como medida de precaución, y en respuesta a una orden de la Oficina del Sheriff del Condado de Shasta.
El incendio de Dixie, que se encuentra actualmente a unas 12 millas al sur de Array, cubre poco menos de un millón de acres, es decir, una superficie mayor que la del estado de Rhode Island. Es el segundo incendio más grande de la historia de California, justo por debajo del incendio de August Complex del año pasado. Ahora está contenido en un 59% y es una de las ocho grandes conflagraciones del norte de California.
Es un hecho desafortunado que los entornos adecuados para los radiotelescopios -incluido el Allen Telescope Array- sean también con frecuencia lugares donde los incendios forestales son habituales. Dado que las microondas, el tipo de señales de radio que busca el Array, no se ven obstaculizadas por la atmósfera terrestre, no hay razón para colocar estos instrumentos en las cimas de las montañas, como se hace con los telescopios ópticos.
Sin embargo, al igual que sus primos de espejo y lente, los radiotelescopios suelen estar situados en zonas rurales. Se supone que las señales que busca el Allen Array son extremadamente débiles, y el silencio radioeléctrico es una necesidad. El radioobservatorio Hat Creek, donde se encuentra el conjunto, se creó en 1959 y ahora está gestionado por el Instituto SETI. Se situó deliberadamente en una región de baja densidad de población. El paisaje que lo rodea está formado por pastos y bosques. La mayoría de los días hay más ganado cerca del lugar que personas.
Según Alex Pollak, director de operaciones científicas y de ingeniería del Array, la lenta marcha del fuego hacia el norte ha provocado la necesidad de evacuación. Anticipándose a la posibilidad de que llegara a las antenas, el personal del observatorio se puso en contacto con el Departamento de Incendios del Servicio Forestal de EE.UU. para preparar el lugar contra eventuales daños. Dos equipos del Servicio Forestal, una docena de personas en total, retiraron la maleza de las proximidades de las antenas. Se podaron los árboles de la zona para quitarles las ramas que estuvieran a menos de tres metros del suelo.
No es la primera vez que el Array se ve amenazado. En el verano de 2014, el llamado incendio de Eiler llegó a la carretera estatal 89, a unos tres kilómetros de las antenas. El restaurante familiar Circle K, el único restaurante público de Hat Creek, terminó en esa conflagración.
El Allen Telescope Array es una instalación única. Es el único radiotelescopio construido con SETI como actividad principal. Sus 42 telescopios están siendo renovados con receptores más sensibles y electrónica de seguimiento que acelerará enormemente la búsqueda de señales que demuestren la presencia de sociedades tecnológicas en otros sistemas estelares. Esta actualización está financiada por Franklin Antonio, cofundador de la empresa californiana de semiconductores Qualcomm.
En el momento de escribir estas líneas, hay más de 4.000 bomberos luchando contra el incendio de Dixie, y se espera que no llegue al Observatorio. Pero como señala Pollak, el cambio climático ha hecho que "toda la costa oeste sea más susceptible a los incendios. La situación no mejora".
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Imágen: Vista del incendio de Dixie desde el Allen Telescope Array en Hat Creek, California. Crédito: Alex Pollak