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Un cometa tan grande que al principio se confundió con un planeta enano está en una trayectoria hacia el interior del Sistema Solar exterior.
No hay razón para preocuparse: C/2014 UN271 (Bernardinelli-Bernstein), como se llama el cometa, no se acercará al Sol más que fuera de la órbita de Saturno. Pero su gran tamaño y su relativa cercanía ofrecerán una rara oportunidad de estudiar un objeto prístino de la Nube de Oort, y encontrar nueva información sobre la formación del Sistema Solar.
"Tenemos el privilegio de haber descubierto quizás el mayor cometa jamás visto -o al menos más grande que cualquier otro bien estudiado- y de haberlo capturado con la suficiente antelación para que la gente pueda observar su evolución a medida que se aproxima y se calienta", dijo a principios de este año el astrónomo y codescubridor Gary Bernstein, de la Universidad de Pensilvania.
"No ha visitado el Sistema Solar desde hace más de 3 millones de años".
El Sistema Solar exterior, en general, es un lugar algo misterioso. Está muy lejos y es bastante oscuro, y los objetos que contiene son bastante pequeños, por lo que ver lo que hay más allá de la órbita de Neptuno es todo un reto.
Tenemos una idea general de la arquitectura de esa región del espacio, con el Cinturón de Kuiper, formado por pequeños cuerpos helados, y luego la Nube de Oort a distancias mucho mayores, pero los detalles son más difíciles de profundizar.
Sin embargo, estamos obteniendo más información de una fuente inesperada: el Dark Energy Survey (DES), que se llevó a cabo entre agosto de 2013 y enero de 2019.
Durante varios cientos de noches, este estudio examinó el cielo austral en el infrarrojo y el infrarrojo cercano, estudiando objetos como supernovas y cúmulos de galaxias, para intentar calcular la aceleración de la expansión del Universo, que se cree que está influenciada por la energía oscura.
La profundidad, la amplitud y la precisión del estudio resultaron ser muy buenas para identificar también objetos en el Sistema Solar exterior, más allá de la órbita de Neptuno, a unas 30 unidades astronómicas del Sol. A principios de este año, un equipo de astrónomos reveló que había descubierto 461 objetos previamente desconocidos en el Sistema Solar exterior en los datos del DES.
Uno de esos objetos, avistado por Bernstein y su colega Pedro Bernardinelli, astrónomo de la Universidad de Pensilvania, fue el C/2014 UN271 (Bernardinelli-Bernstein). Ahora, ellos y sus colegas han descrito el cometa con mayor detalle en un artículo preimpreso aceptado en The Astrophysical Journal Letters.
"Llegamos a la conclusión de que C/2014 UN271 (Bernardinelli-Bernstein) es un cometa 'nuevo' en el sentido de que no hay pruebas de que se haya acercado previamente a menos de 18 au del Sol desde su eyección en la Nube de Oort", escriben los investigadores.
"De hecho, este puede ser el cometa más prístino jamás observado, en el sentido de que lo hemos detectado antes de que entre en la órbita de Urano, y puede que nunca lo haya hecho en ninguna órbita anterior".
Según el análisis del equipo, C/2014 UN271 (Bernardinelli-Bernstein) comenzó su viaje hacia el interior a una distancia de unas 40.400 unidades astronómicas del Sol. Se trata de una zona muy cercana a la Nube de Oort, una enorme esfera de objetos helados que se extiende desde unas 2.000 hasta 100.000 unidades astronómicas.
En el momento de su descubrimiento, el cometa se encontraba a una distancia de unas 29 unidades astronómicas del Sol. Su máxima aproximación al Sol se producirá en 2031, cuando alcance una distancia de 10,97 unidades astronómicas; la órbita de Saturno, por ejemplo, tiene una distancia media de 9,5 unidades astronómicas.
Con un tamaño de 155 kilómetros (96 millas) de diámetro, C/2014 UN271 (Bernardinelli-Bernstein) es un chonker absoluto, pero aun así, no será visible a simple vista a esa distancia.
Sin embargo, los científicos aprovecharán todas las oportunidades para estudiarlo con telescopios. Esperan que el aprendizaje de su composición pueda decirnos más sobre el Sistema Solar primitivo, y sobre sus confines.
Esto se debe a que se cree que las rocas heladas de los confines lejanos de nuestro sistema planetario se mantienen más o menos inalteradas desde que se formaron, hace unos 4.500 millones de años. Por tanto, los volátiles encerrados en los hielos del cometa deberían contener información sobre la química del Sistema Solar exterior durante su formación.
Los científicos ya han detectado signos de una coma, la atmósfera cometaria que aparece cuando un cometa se acerca al Sol. El creciente calor sublima los hielos de la superficie del cometa, produciendo la coma visible y, a distancias más cercanas, las colas cometarias. El análisis espectral de estas características nos dirá mucho sobre lo que hay en el interior del C/2014 UN271 (Bernardinelli-Bernstein).
Dado que sabemos muy poco sobre la Nube de Oort y los objetos que contiene, C/2014 UN271 (Bernardinelli-Bernstein) representa una ventana muy rara a esta enigmática región de nuestro hogar en el espacio.
Fuentes, créditos y referencias:
"C/2014 UN271 (Bernardinelli-Bernstein): the nearly spherical cow of comets", arxiv.org/abs/2109.09852
Imagen: Esta ilustración muestra el lejano cometa Bernardinelli-Bernstein tal y como podría verse en el Sistema Solar exterior. Se estima que el cometa Bernardinelli-Bernstein es unas 1000 veces más grande que un cometa típico, lo que lo convierte en el mayor cometa descubierto en los tiempos modernos. Tiene una órbita extremadamente alargada, viajando hacia el interior desde la lejana Nube de Oort durante millones de años. Es el cometa más lejano que se ha descubierto en su trayectoria de entrada.
Crédito: NOIRLab/NSF/AURA/J. da Silva (Spaceengine)
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