El Australopithecus sediba, 'caminaba como un humano, pero trepaba como un simio'

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El Australopithecus sediba, 'caminaba como un humano, pero trepaba como un simio'
Foto de Brett Eloff. Cortesía de Profberger y de la Universidad de Wits, que la ceden bajo los siguientes términos, CC BY-SA 4.0, vía Wikimedia Commons

Un equipo internacional de científicos ha descubierto una vértebra fósil de hace dos millones de años de una especie extinta de pariente humano antiguo.

Los nuevos fósiles de la parte inferior de la espalda son el "eslabón perdido" que zanja un debate de décadas que demostraba que los primeros homínidos utilizaban sus extremidades superiores para trepar como los simios y las inferiores para caminar como los humanos

Un equipo internacional de científicos de la Universidad de Nueva York, la Universidad de Witwatersrand y otras 15 instituciones ha anunciado hoy, en la revista de acceso abierto e-Life, el descubrimiento de vértebras fósiles de hace dos millones de años de una especie extinta de pariente humano antiguo.

La recuperación de nuevas vértebras lumbares de la parte inferior de la espalda de un solo individuo del pariente humano, Australopithecus sediba, y partes de otras vértebras de la misma hembra de Malapa, Sudáfrica, junto con vértebras descubiertas anteriormente, forman una de las partes inferiores de la espalda más completas jamás descubiertas en el registro de los primeros homínidos y dan una idea de cómo caminaba y escalaba este antiguo pariente humano.

Los fósiles se descubrieron en 2015 durante las excavaciones de una pista minera que discurre junto al yacimiento de Malapa, en la Cuna de la Humanidad, Patrimonio de la Humanidad, justo al noroeste de Johannesburgo (Sudáfrica).

Malapa es el lugar donde, en 2008, el profesor Lee Berger, de la Universidad de Witwatersrand, y su hijo de entonces nueve años, Matthew, descubrieron los primeros restos de lo que sería una nueva especie de pariente humano antiguo llamada Australopithecus sediba.

Los fósiles del yacimiento han sido datados en aproximadamente dos millones de años antes del presente. Las vértebras que se describen en el presente estudio se recuperaron en una roca consolidada parecida al cemento, conocida como brecha, en un estado cercano a la articulación.

Silueta de Australopithecus sediba mostrando las vértebras recién encontradas (en color) junto con otros restos óseos de la especie. Crédito: NYU & Wits University
Silueta de Australopithecus sediba mostrando las vértebras recién encontradas (en color) junto con otros restos óseos de la especie. Crédito: NYU & Wits University

En lugar de arriesgarse a dañar los fósiles, se prepararon virtualmente después de escanearlos con un escáner Micro-CT en la Universidad de Witwatersrand, eliminando así el riesgo de dañar los huesos delicados y estrechamente posicionados durante la preparación manual. Una vez preparadas virtualmente, las vértebras se reunieron con los fósiles recuperados durante trabajos anteriores en el yacimiento y se comprobó que se articulaban perfectamente con la columna vertebral del esqueleto fósil, parte de los especímenes tipo originales de Australopithecus sediba descritos por primera vez en 2010.

El descubrimiento de los nuevos especímenes significa que Issa se convierte ahora en uno de los dos únicos esqueletos de homínidos primitivos que conservan tanto una columna vertebral inferior relativamente completa como la dentición del mismo individuo, lo que permite saber con certeza a qué especie pertenece la columna vertebral.

"Si bien Issa ya era uno de los esqueletos más completos de un antiguo homínido jamás descubierto, estas vértebras prácticamente completan la parte inferior de la espalda y hacen que la región lumbar de Issa se convierta en un competidor no sólo de la parte inferior de la espalda de un homínido mejor conservada jamás descubierta, sino también probablemente de la mejor conservada", dice Berger, que es autor del estudio y líder del proyecto Malapa.

En estudios anteriores sobre la parte inferior de la columna vertebral incompleta realizados por autores que no participaron en el presente estudio, se planteó la hipótesis de que Sediba habría tenido una columna vertebral relativamente recta, sin la curvatura o lordosis que se observa habitualmente en los humanos modernos. Además, plantearon la hipótesis de que la columna vertebral de Issa era más parecida a la de la especie extinta de los neandertales y a la de otras especies más primitivas de homínidos antiguos de más de dos millones de años.

Silueta de Australopithecus sediba que muestra las vértebras recién descubiertas junto con otros restos óseos de la especie. El detalle ampliado (una fotografía de los fósiles en articulación a la izquierda; modelos de tomografía microcomputada a la derecha) muestra los fósiles recién descubiertos, en color a la derecha entre los elementos previamente conocidos en gris. Crédito: NYU & Wits University
Silueta de Australopithecus sediba que muestra las vértebras recién descubiertas junto con otros restos óseos de la especie. El detalle ampliado (una fotografía de los fósiles en articulación a la izquierda; modelos de tomografía microcomputada a la derecha) muestra los fósiles recién descubiertos, en color a la derecha entre los elementos previamente conocidos en gris. Crédito: NYU & Wits University

"Si bien la presencia de lordosis y otros rasgos de la columna vertebral representan claras adaptaciones para caminar sobre dos patas, hay otros rasgos, como las grandes apófisis transversas orientadas hacia arriba, que sugieren una poderosa musculatura del tronco, quizá para comportamientos arborícolas", dice la profesora Gabrielle Russo, de la Universidad de Stony Brook y autora del estudio.

Estudios anteriores sobre esta antigua especie han puesto de relieve las adaptaciones mixtas en el esqueleto de la sediba que han indicado su naturaleza transitoria entre caminar como un humano y las adaptaciones para trepar. Esto incluye características estudiadas en las extremidades superiores, la pelvis y las extremidades inferiores.

"La columna vertebral une todo esto", dice el profesor Cody Prang, de Texas A&M, que estudia cómo caminaban y trepaban los antiguos homínidos. "De qué manera persistieron estas combinaciones de rasgos en nuestros antiguos ancestros, incluidas las posibles adaptaciones tanto para caminar por el suelo en dos patas como para trepar a los árboles de forma eficaz, es quizá una de las principales cuestiones pendientes en los orígenes humanos."

Fuentes, créditos y referencias:

 Scott A Williams et al, New fossils of Australopithecus sediba reveal a nearly complete lower back, eLife (2021). DOI: 10.7554/eLife.70447

 Los fósiles virtuales publicados en el nuevo estudio se pueden descargar gratuitamente en Morphosource.org.

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