Paleontólogos desmienten el fósil que se creía el eslabón perdido entre los lagartos y las primeras serpientes

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"En los bajíos cercanos a la orilla, Tetrapodophis amplectus se desliza entre una maraña de ramas de la conífera Duartenia araripensis que han caído al agua, compartiendo este hábitat con un bicho acuático de la familia Belostomatidae y pequeños peces (Dastilbe sp.)." Crédito: Julius Csotonyi
"En los bajíos cercanos a la orilla, Tetrapodophis amplectus se desliza entre una maraña de ramas de la conífera Duartenia araripensis que han caído al agua, compartiendo este hábitat con un bicho acuático de la familia Belostomatidae y pequeños peces (Dastilbe sp.)." Crédito: Julius Csotonyi

El origen de las serpientes sigue siendo una de las transiciones evolutivas más controvertidas en la evolución de los vertebrados. El descubrimiento de fósiles de serpientes con extremidades traseras bien formadas proporcionó nuevos conocimientos sobre el origen filogenético y ecológico de las serpientes. En 2015, Tetrapodophis amplectus, una criatura única que vivió hace 110 millones de años (época del Cretácico temprano) en lo que hoy es Brasil, fue descrita como la primera serpiente conocida con extremidades delanteras y traseras. Nuevas investigaciones demuestran que Tetrapodophis amplectus es, en cambio, un lagarto dolicosáurido de cuerpo largo.

"Hace tiempo que se sabe que las serpientes son miembros de un linaje de vertebrados cuadrúpedos que, como resultado de las especializaciones evolutivas, perdieron sus extremidades", dijo el profesor Michael Caldwell, paleontólogo del Departamento de Ciencias Biológicas y del Departamento de Ciencias de la Tierra y la Atmósfera de la Universidad de Alberta.

"En algún lugar del registro fósil de serpientes antiguas hay una forma ancestral que todavía tenía cuatro patas. Por tanto, hace tiempo que se predijo que se encontraría una serpiente con cuatro patas como fósil".

En el nuevo estudio, el profesor Caldwell y sus colegas revelaron una serie de errores en la anatomía y la morfología de Tetrapodophis amplectus, rasgos que inicialmente parecían compartirse más estrechamente con las serpientes, lo que sugiere que ésta podría ser la tan buscada serpiente de cuatro patas.

"El hallazgo de un fósil de serpiente con cuatro patas podría dar respuesta a muchas cuestiones evolutivas, pero sólo si se trata de una serpiente real", dijo el profesor Caldwell.

"La principal conclusión de nuestro equipo es que el Tetrapodophis amplectus no es en realidad una serpiente y que fue clasificado erróneamente".

"Más bien, todos los aspectos de su anatomía coinciden con la anatomía observada en un grupo de lagartos marinos extintos del Cretácico conocidos como dolichosaurios".

Parte y contraparte de Tetrapodophis. Crédito: Michael Caldwell
Parte y contraparte de Tetrapodophis. Crédito: Michael Caldwell

Las pistas para llegar a esta conclusión, señaló Caldwell, se escondían en la roca de la que se extrajo el fósil.

"Cuando se partió la roca que contenía el espécimen y se descubrió, el esqueleto y el cráneo acabaron en lados opuestos de la losa, con un molde natural que conservaba la forma de cada uno en el lado opuesto", manifestó Caldwell. "El estudio original sólo describía el cráneo y pasaba por alto el molde natural, que conservaba varios rasgos que dejan claro que Tetrapodophis no tenía el cráneo de una serpiente, ni siquiera de una primitiva".

Un espécimen controvertido

Aunque el Tetrapodophis no sea la serpiente de cuatro patas que los paleontólogos premian, tiene mucho que enseñarnos, dijo el coautor del estudio Tiago Simões, antiguo estudiante de doctorado de la U de A, becario de posdoctorado de Harvard y paleontólogo brasileño, que señaló algunas de las características que lo hacen único.

"Uno de los mayores retos del estudio del Tetrapodophis es que es uno de los escamosos fósiles más pequeños jamás encontrados", dijo Simões. "Es comparable a los escamosos más pequeños que viven hoy en día y que también tienen extremidades reducidas".

Un reto adicional para el estudio del Tetrapodophis es el acceso al propio espécimen.

"No hubo permisos apropiados para el traslado original del espécimen desde Brasil y, desde su publicación original, ha estado alojado en una colección privada con acceso limitado a los investigadores. La situación fue recibida con una gran reacción por parte de la comunidad científica", dijo Simões.

"En nuestra redescripción de Tetrapodophis, exponemos el importante estatus legal del espécimen y enfatizamos la necesidad de su repatriación a Brasil, de acuerdo no solo con la legislación brasileña, sino también con los tratados internacionales y el creciente esfuerzo internacional para reducir el impacto de las prácticas colonialistas en la ciencia."

Fuentes, créditos y referencias:

Michael W. Caldwell et al, Tetrapodophis amplectus is not a snake: re-assessment of the osteology, phylogeny and functional morphology of an Early Cretaceous dolichosaurid lizard, Journal of Systematic Palaeontology (2021). DOI: 10.1080/14772019.2021.1983044

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