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Crédito: Pixabay/CC0 Public Domain |
Investigadores de la Universidad de Uppsala, junto con una red de colaboradores nacionales e internacionales, han identificado la forma en que el SARS-CoV-2 se apodera de nuestras células, y han encontrado una posible forma de inhibir los estragos del virus.
"Esto podría conducir al desarrollo de un inhibidor contra el COVID-19, aunque queda mucho trabajo por hacer antes de poder afirmarlo con certeza", afirma Ylva Ivarsson, profesora de bioquímica de la Universidad de Uppsala, que ha coordinado el estudio.
El SARS-CoV-2, como todos los virus, es un parásito intracelular. Al igual que otros virus, el SARS-CoV-2 necesita utilizar la maquinaria de las células para entrar en ellas y hacer que produzcan más virus. Para producir más partículas de virus, primero hay que inducir a la célula a producir nuevo material genético, ARN, que luego se envuelve en una capa protectora y se libera de la célula para infectar más células. Aunque el virus no puede lograr esto por sí mismo, sus proteínas se unen a las proteínas humanas y hacen que estas ayuden a producir virus.
En la Universidad de Uppsala han desarrollado y utilizado un nuevo método para cartografiar las interacciones a gran escala entre las proteínas humanas y las del coronavirus, lo que ha proporcionado nueva y valiosa información. En colaboración con un equipo de investigación de la Universidad de Umeå, utilizaron esta información para demostrar que el bloqueo de una de estas interacciones inhibía la infección de células humanas por el SARS-CoV-2. En colaboración con investigadores de la Universidad de Copenhague, confirmaron la interacción entre la proteína viral y la humana en un sistema más complejo. Esto ha mejorado la comprensión de lo que ocurre en la célula cuando el virus se hace cargo de la interacción.
Estos hallazgos podrían conducir al desarrollo de un agente que inhiba el COVID-19, aunque queda mucho trabajo por hacer antes de que los investigadores puedan determinar si el inhibidor que han encontrado puede desarrollarse para tratar la infección viral.
Además de las interacciones con el SARS-CoV-2 que causa la COVID-19, los investigadores pueden demostrar muchas interacciones con otras proteínas de coronavirus, como el SARS-CoV y el MERS-CoV y otros coronavirus más comunes. Esto proporciona una amplia visión de las diferencias entre los distintos coronavirus y, en última instancia, podría ayudarnos a prepararnos mejor para hacer frente a los nuevos tipos de virus.
Fuentes, créditos y referencias:
Thomas Kruse et al, Large scale discovery of coronavirus-host factor protein interaction motifs reveals SARS-CoV-2 specific mechanisms and vulnerabilities, Nature Communications (2021). DOI: 10.1038/s41467-021-26498-z
Fuente: Universidad de Uppsala