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Petite Mustique 1. A, norma frontalis. B, norma lateralis derecha (Todas las fotos son de GCN). Crédito: DOI: 10.1016/j.ijpp.2021.10.004 |
Un cráneo desenterrado en una isla deshabitada del Caribe es un hallazgo raro: Es uno de los pocos ejemplos de lepra identificados en un esqueleto en el hemisferio occidental.
Y es el único que se ha datado directamente mediante radiocarbono, analizando un fragmento del propio cráneo en lugar de estimar la edad a partir de artefactos o materiales cercanos. Los huesos son de finales del siglo XVIII o principios del XIX, informa un equipo dirigido por el arqueólogo de la UO Scott Fitzpatrick.
El equipo de Fitzpatrick, del que también forman parte el autor principal y biólogo especialista en esqueletos Greg Nelson y el antiguo estudiante de la UO Taylor Dodrill, detalla sus hallazgos en un artículo publicado en línea el 13 de noviembre en la revista International Journal of Paleopathology.
El espécimen se encontró en Petite Mustique, una isla escarpada y deshabitada. Los registros históricos sugieren que la isla podría haber sido el sitio de una leprosería a principios de 1800, cuando las personas con lepra podían ser aisladas para evitar la propagación de la enfermedad.
"Hay una serie de casos bastante conocidos en el Caribe y el Pacífico en los que las islas más pequeñas se utilizaban como lugares para segregar a los enfermos de lepra, como Molokai en Hawai", explica Fitzpatrick, que también es director asociado de investigación del Museo de Historia Natural y Cultural.
Pero aunque la lepra se ha documentado en el Caribe a través de pruebas escritas a partir de mediados del siglo XVII, esos informes han sido incompletos. Los arqueólogos han encontrado escasas pruebas esqueléticas de la enfermedad que podrían ayudar a trazar su patrón de propagación. Este nuevo hallazgo viene a enriquecer el panorama.
La lepra provoca una dramática desfiguración de las manos, los pies y la cara, y esos cambios aparecen en los huesos. Nelson determinó que la persona tenía lepra basándose en el patrón de deformación del esqueleto en la nariz y la mandíbula superior del cráneo.
La enfermedad se propaga a través de un contacto cercano y prolongado con un enfermo, pero "el hecho de que la lepra también pueda provocar una desfiguración notable de las manos, los pies y, sobre todo, la cara, la convirtió en una enfermedad muy temible y probablemente precipitó los movimientos para aislar a las personas con lepra", dijo Nelson.
Fuentes, créditos y referencias:
Greg C. Nelson et al, A probable case of leprosy from colonial period St. Vincent and the Grenadines, Southeastern Caribbean, International Journal of Paleopathology (2021). DOI: 10.1016/j.ijpp.2021.10.004