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| Murciélago frutero egipcio (Rousettus aegyptiacus) en vuelo. Tomada en el bulevar Rothschild, Tel Aviv, Israel. Crédito: Zoharby/Wikipedia |
Un nuevo estudio publicado el miércoles en Current Biology por investigadores israelíes arroja luz sobre cómo los padres de los mamíferos ayudan a sus crías a aprender habilidades vitales fundamentales, en este caso los murciélagos frugívoros egipcios, mientras vuelan por la noche evadiendo a los depredadores y encontrando higos.
"Sabemos que los animales hacen cosas increíbles. Los murciélagos, por ejemplo, navegan decenas de kilómetros cada noche para buscar comida, y siempre nos hemos preguntado cómo aprenden a hacerlo". Afirma Yossi Yovel, científico de la Universidad de Tel Aviv.
Muchas especies de murciélagos llevan a sus crías en vuelo, pero el transporte de una cría tiene un coste energético que puede ser hasta el 40% del propio peso de la madre, y los beneficios para las crías no estaban claros. Se planteó la hipótesis -sin embargo, nunca se demostró- de que podría ser para facilitar el aprendizaje de las crías.
Para averiguarlo con seguridad, Yovel y sus colegas colocaron rastreadores GPS miniaturizados en docenas de parejas de madres y cachorros, mientras las crías pasaban de la dependencia a la independencia.
"Al principio, la madre y la cría están constantemente unidas, vuelan juntas y la madre lleva a la cría durante toda la noche", explicó, en las semanas uno a tres de la vida del joven mamífero.
A continuación viene la fase de "abandono", en la que las madres cargan con sus cachorros y los aparcan en un árbol a varios kilómetros de su colonia.
En esta fase, de tres a 10 semanas, las madres regresan continuamente de la búsqueda de alimento para comprobar cómo están las crías, alimentándolas y ayudándolas a calentarse.
Después, entre las ocho y las diez semanas, las crías empiezan a volar solas a los mismos lugares de descarga durante la noche y regresan a su nido antes del amanecer, aunque el trabajo de sus madres no ha terminado del todo y siguen controlando.
Por último, a partir de las 10 semanas, las crías utilizan los lugares de descarga como puntos de partida para explorar de forma independiente nuevos árboles frutales.
En esencia, los lugares sirven de ayuda a la navegación para que las crías se pongan en marcha y vuelvan a casa.
Como control, el equipo crió algunas crías sin sus madres y descubrió que a menudo no podían encontrar el camino de vuelta a su cueva antes del amanecer.
Además, los lugares ayudan a las madres a encontrar a las crías extraviadas.
"Estos árboles son un poco como los puntos de encuentro para los niños perdidos en los parques de atracciones", dice Yovel.
Los lugares de descenso también sirven como dormideros secundarios, y tener muchos de ellos ayuda a reducir la exposición de las crías a depredadores como los búhos.
"Una de las partes más locas del trabajo es que el cachorro aprende realmente cuando está atado boca abajo", dijo la coautora Lee Harten. Añadió que es posible que "sus ojos estén abiertos y que realmente esté recogiendo información mientras se le traslada pasivamente".
Harten dijo que estaba satisfecha de contribuir a la brecha científica sobre cómo los animales ayudan a sus crías a aprender, especialmente entre los murciélagos, que constituyen una quinta parte de todos los mamíferos de la Tierra, pero que siguen siendo poco estudiados.
Aunque el equipo demostró que las madres murciélago cambian lo que hacen cuando tienen hijos, invierten energía en un comportamiento específico y sus crías aprenden como resultado de ese comportamiento, dudan en utilizar la palabra "enseñar" en el estudio, que es considerada como un antropomorfismo por la comunidad científica.
Fuentes, créditos y referencias:
Aya Goldshtein et al, Mother bats facilitate pup navigation learning, Current Biology (2021). DOI: 10.1016/j.cub.2021.11.010
© 2021 AFP