Un cambio tectónico en el Océano Antártico causó un dramático y antiguo enfriamiento

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Un cambio tectónico en el Océano Antártico causó un dramático y antiguo enfriamiento
El borde de una capa de hielo antártica en la costa del vasto continente, rodeado por el Océano Austral. Imagen captada en 2017. Crédito: Universidad de Leicester/Katharina Hochmuth

Una nueva investigación ha arrojado luz sobre un repentino enfriamiento ocurrido hace 34 millones de años que contribuyó a la formación de las capas de hielo de la Antártida. El estudio, realizado por un equipo internacional de investigadores de la Universidad de Leicester, los Países Bajos, Australia, Alemania y Noruega, se publica en Nature Communications. Los resultados arrojan nueva luz sobre una cuestión de hace 50 años acerca de cómo y por qué se formaron las capas de hielo de la Antártida.

Las simulaciones de alta resolución de las circulaciones oceánicas muestran que la apertura tectónica de las vías marítimas del Océano Antártico provocó una reorganización fundamental de las corrientes oceánicas y del transporte de calor, e inició un fuerte enfriamiento del agua superficial de la Antártida de hasta 5 °C.

"En la última semana, y en los prolegómenos de la COP26, hemos oído hablar mucho de las proyecciones de modelos sobre el futuro de nuestro planeta. En este trabajo, mostramos que es crucial incluir las condiciones de CO₂ atmosférico así como las geografías apropiadas del pasado para modelar con éxito los climas cambiantes."

"Un cambio de 600 m en la profundidad de una puerta oceánica puede provocar un drástico descenso de las temperaturas costeras y, por tanto, del destino de la capa de hielo antártica", afirmó la Dra. Katharina Hochmuth, investigadora asociada del Programa Internacional de Descubrimiento de Océanos (IODP) de la Universidad de Leicester, y coautora del estudio.

Los últimos puentes terrestres que conectaban la Antártida con los continentes circundantes, Australia y Sudamérica, se rompieron hace unos 34 millones de años. Este acontecimiento tectónico no solo dejó al continente polar aislado por otras masas de tierra, sino que también provocó una importante reorganización de las corrientes oceánicas en el Océano Austral.

El papel de la apertura de las vías marítimas en la formación de las capas de hielo antárticas frente a la disminución de las cantidades de gases de efecto invernadero en la atmósfera, ha sido siempre muy debatido por los científicos.

El estudio fue dirigido por la Dra. Isabel Sauermilch, investigadora de la Universidad de Tasmania y de la Universidad de Utrecht, y demuestra que estos acontecimientos estuvieron mucho más relacionados de lo que se pensaba.

La Dra. Sauermilch añadió: "Cuando empezamos este proyecto, me sorprendió ver lo mucho que importa la alta resolución en un modelo oceánico. Estas simulaciones son sensibles a cambios mínimos en la profundidad de estas vías marinas de unos pocos cientos de metros y reaccionan de forma muy diferente a sus homólogos de baja resolución."

"Además, resuelven los 'remolinos', las corrientes oceánicas turbulentas de menos de 100 km, que son cruciales para la distribución precisa de la temperatura en el Océano Austral".

Las simulaciones oceánicas de alta resolución de los autores muestran que solo una pequeña profundización de los canales marinos del Océano Austral en unos pocos cientos de metros provocó un enfriamiento drástico de las aguas superficiales de la Antártida. Junto con el descenso de las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono (CO₂), este acontecimiento tectónico desempeñó un papel importante en la primera glaciación de la Antártida y en la transición de la Tierra a un mundo glacial.

Fuentes, créditos y referencias:

Isabel Sauermilch et al, Gateway-driven weakening of ocean gyres leads to Southern Ocean cooling, Nature Communications (2021). DOI: 10.1038/s41467-021-26658-1

Fuente: EurekAlert

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