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| Tres Saildrone Explorers han sido desplegados desde Newport para pasar seis meses cruzando de un lado a otro la Corriente del Golfo en un esfuerzo por rellenar las lagunas de los modelos climáticos. Crédito: Alex DeCiccio para la Universidad de Rhode Island |
Después de enviar una flota de drones autodeslizantes a la trayectoria del huracán Sam para ayudar a mejorar los modelos de previsión, Saildrone ha lanzado ahora tres vehículos de superficie sin tripulación a la corriente del Golfo en invierno para recoger datos sobre la captación de carbono en el océano.
"Hay mucha incertidumbre en la captación de carbono en el océano: casi 4.000 millones de toneladas de CO₂ separan la media de las estimaciones basadas en modelos de las basadas en observaciones", dijo el codirector del proyecto, Jaime Palter. "Eso es casi tanto CO₂ como el que emite Estados Unidos [unos 5.000 millones de toneladas] cada año. Con más observaciones in situ podemos hacerlo mejor".
Así que se han desplegado tres Saildrone Explorers desde Newport (Rhode Island) en una misión de seis meses dirigida por científicos de la Universidad de Rhode Island (URI) y el Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo (ECMWF). En este proyecto, financiado por Google, los drones navegarán a través de lo que se describe como la corriente más rápida del Atlántico Norte y uno de los entornos más hostiles de la Tierra, para recoger datos in situ en la región que ayuden a reducir las incertidumbres sobre la cantidad de dióxido de carbono que realmente absorbe el océano.
Los drones, de 7 metros de largo, son propulsados por el viento gracias a un ala de 5 metros, y los sensores que llevan a bordo, entre ellos un sensor ASVCO2 diseñado por el Laboratorio Ambiental Marino del Pacífico de la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica, y los perfiladores de corriente acústicos Doppler, funcionan con paneles solares.
Estas embarcaciones ya han cruzado con éxito el Atlántico en ambas direcciones, una versión con un "ala anticiclónica" especial ha transmitido vídeo en directo desde el ojo de un huracán de categoría 4, y otro modelo personalizado recorrió más de 13.670 millas (22.000 km) en 196 días para convertirse en el primer vehículo autónomo en circunnavegar la Antártida.
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| Gráfico que muestra los detalles de los sensores del Saildrone Explorers en la corriente del Golfo de 2022. Crédito: missionSaildrone |
En esta última misión, un Saildrone se situará al este del Cabo Hatteras (Carolina del Norte), otro a mitad de camino y un tercero frente a los Grandes Bancos de Terranova. Los exploradores navegan de un lado a otro de la corriente del Golfo para recoger datos para dos proyectos de investigación.
Los datos, casi en tiempo real, se enviarán por satélite para su transmisión al equipo de la Facultad de Oceanografía del URI, que estudiará la cantidad de dióxido de carbono que se puede absorber y elaborará mapas del intercambio de carbono aire-mar a través de la corriente del Golfo. El ECMWF, por su parte, espera determinar la ubicación precisa de la Corriente del Golfo y medir las diferencias de temperatura en los límites de las aguas cálidas y frías.
"La corriente del Golfo también tiene un gran impacto en las previsiones meteorológicas y en las predicciones climáticas", dijo Philip Browne, del ECMWF. "Estamos muy contentos de poder dirigirnos a los Saildrones para recoger datos de esta región, que supone un reto físico y científico, para ayudar a mejorar nuestro enfoque del sistema terrestre para las previsiones".
Fuentes, créditos y referencias: