SpaceX espera convertir el CO2 atmosférico en combustible para cohetes

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SpaceX espera convertir el CO2 atmosférico en combustible para cohetes

La Tierra se encuentra en medio de una crisis climática. Gracias al rápido aumento de las emisiones de CO₂ desde principios del siglo XX, la temperatura global está subiendo, desencadenando un ciclo de retroalimentación positiva que amenaza con empeorarla. Según análisis recientes, incluso si las naciones industrializadas se ponen de acuerdo para reducir drásticamente las emisiones de carbono, el calentamiento global no empezará a disminuir hasta mediados de siglo. Por ello, la reducción de las emisiones debe ir acompañada de la captura de carbono para evitar los peores escenarios.

Entretanto, existe un importante clamor de la opinión pública en relación con el espacio comercial. Mientras que defensores como Elon Musk argumentan que el aumento del acceso al espacio es clave para nuestra supervivencia a largo plazo, los críticos y detractores responden afirmando que el espacio comercial "roba la atención" a los problemas de la Tierra y que los lanzamientos de cohetes producen excesivas emisiones de carbono. En lo que podría ser una respuesta a estos desafíos, Musk anunció recientemente que SpaceX iniciaría un programa de captura de carbono (CC) para crear propulsores para sus cohetes.

El proceso de CC comienza con la eliminación del CO₂ de la atmósfera a través de depuradores de aire, absorción, catalizadores químicos o varios otros métodos. A continuación, el CO₂ capturado se combina con agua para crear hidrocarburos (la base del petróleo y el gas natural); solo el biocombustible resultante produce menos emisiones. Esta tecnología de "emisiones negativas" no solo reduce el nivel de CO₂ en nuestra atmósfera, sino que también ayuda a acelerar la transición a los combustibles alternativos.


Como es habitual, el anuncio se hizo a través de la cuenta oficial de Twitter de Musk, donde escribió: "SpaceX está comenzando un programa para sacar el CO2 de la atmósfera & convertirlo en combustible para cohetes. Por favor, únanse si están interesados". Seguido de: "También será importante para Marte". Este último tuit se explica por sí mismo, ya que alude a cómo este programa de captura de carbono propuesto podría utilizarse también para fabricar propulsores en Marte.

En Marte, la atmósfera está compuesta predominantemente por CO2 (95% en volumen), lo que lo convierte en un entorno muy favorable para el CC y la fabricación de biocombustibles. La capacidad de repostar la Starship más allá de la Tierra es una parte crucial de la visión a largo plazo de Musk de "convertirse en interplanetaria". Mientras que la Starship dependerá del reabastecimiento orbital para llevar a cabo misiones a la Luna, Marte y más allá, es necesario que haya depósitos de combustible en el otro extremo para poder realizar los viajes de vuelta.

Esto es parte de lo que hará que la Starship siga siendo un sistema de lanzamiento totalmente reutilizable, lo que también es crucial para los planes de SpaceX a largo plazo. Al reducir los costes asociados a los lanzamientos, SpaceX pretende establecer una cadencia regular de recuperar, repostar y relanzar. En el pasado, Musk ha dicho que espera alcanzar una capacidad de 100 lanzamientos anuales de naves estelares cada dos años (cuando la Tierra y Marte están más cerca) para crear su visión de una "ciudad autosuficiente en Marte".

Recientemente, se ha producido un considerable revuelo sobre la cantidad de dióxido de carbono que produce un solo lanzamiento de un cohete. Aunque parte de este clamor se basa en información errónea, un informe preciso publicado en The Guardian a principios de este año indicaba que un solo lanzamiento (de un Falcon 9 de SpaceX) puede dejar entre 200 y 300 toneladas métricas (entre 220 y 330 toneladas estadounidenses) de CO₂ en la atmósfera.

Lanzamiento de Starlink desde MarteUna concepción artística muestra un cohete Starlink despegando desde Marte. Crédito: SpaceX
Lanzamiento de Starlink desde MarteUna concepción artística muestra un cohete Starlink despegando desde Marte. Crédito: SpaceX
 

Al comprometerse con un programa de captura de carbono, Musk ha escuchado claramente la creciente preocupación de cómo los lanzamientos regulares podrían exacerbar el cambio climático. Y eso es bueno. Cuando se trata de colonizar el espacio, el argumento clave siempre ha sido que convertirse en una especie interplanetaria garantizará la supervivencia de la humanidad. Además de Musk, este argumento ha sido esgrimido por personalidades como Stephen Hawking, J. Richard Gott y otros.

También existe la perspectiva de aprovechar los abundantes recursos del espacio para satisfacer las necesidades de la Tierra y, al mismo tiempo, reducir el impacto medioambiental que tenemos en el planeta. Si el sector espacial comercial y sus principales participantes quieren estar a la altura de estas promesas, tienen que demostrar que la solución propuesta no se limita a agravar el problema. En este sentido, el espacio comercial y la captura de carbono tienen algo en común.

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