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Al orbitar una estrella cercana que se encuentra a 31 años luz de nuestro sol, GJ 367 b está lo suficientemente cerca como para que los investigadores puedan precisar propiedades del planeta que no eran posibles con los PSU detectados anteriormente.
Como resultado, el lado diurno del planeta hierve a una temperatura de hasta 1.500 grados Celsius. Bajo estas temperaturas extremas, cualquier atmósfera importante se habría evaporado hace tiempo, junto con cualquier signo de vida, al menos tal y como la conocemos.
El descubrimiento de GJ 367 b en torno a una estrella de este tipo apunta a la posibilidad de que haya más planetas en este sistema, lo que podría ayudar a los científicos a entender los orígenes de GJ 376 b y de otros planetas de período ultracorto.
"Para esta clase de estrellas, la zona habitable estaría en algún lugar entre una órbita de dos a tres semanas", dice el miembro del equipo George Ricker, científico investigador principal del Instituto Kavli de Astrofísica e Investigación Espacial del MIT.
"Como esta estrella está tan cerca y es tan brillante, tenemos muchas posibilidades de ver otros planetas en este sistema. Es como si hubiera una señal que dijera: "¡Busca aquí planetas adicionales!".
Los resultados del equipo aparecen en la revista Science. El estudio fue dirigido por investigadores del Instituto de Investigación Planetaria del Centro Aeroespacial Alemán, en colaboración con un grupo internacional de investigadores, incluidos los coautores del MIT Ricker, Roland Vanderspek y Sara Seager.
Pruebas de tránsito
El nuevo planeta fue descubierto por el Transiting Exoplanet Survey Satellite (TESS) de la NASA, una misión dirigida por el MIT, de la que Ricker es investigador principal. El TESS vigila el cielo en busca de cambios en el brillo de las estrellas más cercanas. Los científicos buscan en los datos del TESS los tránsitos, es decir, las caídas periódicas de la luz estelar que indican que un planeta cruza y bloquea brevemente la luz de una estrella.
Durante aproximadamente un mes en 2019, TESS registró una zona del cielo del sur que incluía la estrella GJ 376. Tras confirmar que el objeto era efectivamente un planeta de período ultracorto, observaron entonces la estrella del planeta más de cerca, utilizando el Buscador de Planetas de Velocidad Radial de Alta Precisión (HARPS), un instrumento instalado en el telescopio del Observatorio Europeo Austral en Chile.
Determinaron que el planeta es uno de los más ligeros descubiertos hasta la fecha, con un radio del 72% y una masa del 55% de la de la Tierra. Estas dimensiones indican que el planeta tiene probablemente un núcleo rico en hierro.
"Estamos encontrando un planeta del tamaño de Marte que tiene la composición de Mercurio", dice Vanderspek, investigador principal del MIT.
"Está entre los planetas más pequeños detectados hasta la fecha, y está girando alrededor de una enana M en una órbita muy estrecha".
"Entender cómo estos planetas se acercan tanto a sus estrellas anfitrionas es un poco una historia de detectives", dice Natalia Guerrero, miembro del equipo de TESS.
"¿Por qué a este planeta le falta su atmósfera exterior? ¿Cómo se acercó? ¿Fue un proceso pacífico o violento? Esperemos que este sistema nos dé un poco más de información".
Fuentes, créditos y referencias:
Kristine W. F. Lam, GJ 367b: A dense ultra-short period sub-Earth planet transiting a nearby red dwarf star, Science (2021). DOI: 10.1126/science.aay3253.