Si hay chorros de agua en Europa, así es como los estudiará el Europa Clipper

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Si hay chorros de agua en Europa, así es como los estudiará el Europa Clipper
Este es un concepto artístico de un penacho de vapor de agua que se cree que es expulsado de la gélida y helada superficie de la luna joviana Europa, situada a unos 800 millones de kilómetros del sol. Las mediciones espectroscópicas realizadas por el telescopio espacial Hubble de la NASA han llevado a los científicos a calcular que el penacho se eleva hasta una altitud de 201 kilómetros (125 millas) y que, a continuación, probablemente llueva escarcha sobre la superficie de la luna. Los hallazgos anteriores ya apuntaban a un océano subterráneo bajo la corteza helada de Europa. Crédito de la imagen: NASA/ESA/K. Retherford/SWRI

La misión Europa Clipper de la NASA es una de las más esperadas de la próxima década, en gran parte porque su objetivo, la gran luna joviana Europa, se considera uno de los lugares más probables de nuestro sistema solar donde podría existir vida extraterrestre. Sin embargo, si Europa alberga microbios alienígenas, es probable que estén enterrados en las profundidades de la gruesa corteza helada de la luna, en un vasto océano subterráneo. Desvelar los secretos de este mundo acuático no va a ser fácil, pero el equipo de Clipper tiene un plan para aprovechar al máximo la oportunidad que tienen: Si no puedes llegar al océano, deja que el océano venga a ti.

Existe una buena posibilidad de que Europa expulse regularmente penachos de agua al espacio, exprimiendo el agua a través de las grietas de la superficie helada y expulsándola fuera del planeta. Con la baja gravedad de Europa (la luna es ligeramente más pequeña que la de la Tierra) y la falta de atmósfera, los penachos de agua podrían alcanzar teóricamente muchos cientos de kilómetros de altura, ofreciendo la posibilidad de "probar" los océanos de Europa sin llegar a tocar tierra.

Este truco ya se ha hecho antes en otros lugares del Sistema Solar. En 2015, la nave espacial Cassini, que orbita alrededor de Saturno, voló a través de los penachos que brotan de Encélado, un pequeño mundo acuático cuya composición no es del todo diferente a la de Europa. Cassini registró indicios de compuestos orgánicos, sales y minerales, todo lo cual sugería la tentadora posibilidad de ecosistemas habitables en Encélado. El conjunto de instrumentos de Cassini incluía un "analizador de polvo cósmico", que le permitía estudiar cualquier partícula diminuta que encontrara mientras volaba a través de los penachos. Europa Clipper llevará un instrumento similar.

Una imagen compuesta que muestra los presuntos penachos de vapor de agua que salen de Europa. La imagen del penacho se hizo a partir de los datos recogidos por el espectrógrafo de imágenes del telescopio espacial Hubble de la NASA en 2014. La imagen de Europa en sí está hecha a partir de datos de las misiones Galileo y Voyager de la NASA. Crédito: NASA/ESA/W. Sparks (STScI)/Centro Científico de Astrogeología del USGS.
Una imagen compuesta que muestra los presuntos penachos de vapor de agua que salen de Europa. La imagen del penacho se hizo a partir de los datos recogidos por el espectrógrafo de imágenes del telescopio espacial Hubble de la NASA en 2014. La imagen de Europa en sí está hecha a partir de datos de las misiones Galileo y Voyager de la NASA. Crédito: NASA/ESA/W. Sparks (STScI)/Centro Científico de Astrogeología del USGS.

El primer reto de la misión Clipper será determinar si estos penachos existen en Europa. A diferencia de Encélado, donde teníamos claros indicios de la existencia de los penachos, las pruebas de la existencia de penachos en Europa están lejos de ser concluyentes. "Todavía estamos en el espacio en el que hay pruebas realmente intrigantes, pero ninguna de ellas es un golpe de suerte", dijo Matthew McKay Hedman, un investigador del equipo del espectrómetro de Europa Clipper. Los penachos de Europa, si existen, también pueden ser más difíciles de encontrar, ya que son más débiles y esporádicos.

La nave espacial Clipper buscará penachos utilizando varios de sus instrumentos. Sus cámaras observarán sus siluetas contra la luz brillante reflejada por Júpiter. Los penachos también pueden ser visibles en el ultravioleta, y si es así, el equipo podrá utilizar la espectroscopia para determinar su composición química. Clipper también estará equipado con una cámara térmica para buscar puntos calientes en las capas de hielo, que podrían indicar erupciones recientes o en curso.

Tanto si Clipper encuentra penachos como si no, sus instrumentos le permitirán estudiar Europa con más detalle que nunca. Para ser claros, la misión no está diseñada para buscar vida directamente, sino que su trabajo es determinar la habitabilidad, es decir, averiguar si podría existir vida allí. La química y las condiciones de Europa deben ser las adecuadas para albergar vida, y Europa Clipper es el primer paso para determinar su viabilidad.

El Clipper trabajará en un entorno difícil. Los niveles de radiación alrededor de Júpiter pueden ser peligrosos para sus instrumentos en caso de exposición prolongada, lo que significa que no puede limitarse a permanecer en órbita alrededor de Europa, que es la sexta luna más cercana de Júpiter. En lugar de ello, el Clipper rodeará Júpiter en una órbita alargada, acercándose y pasando rápidamente por Europa antes de salir corriendo a un espacio más seguro y distante para transmitir sus datos a la Tierra. Se han previsto 44 sobrevuelos de este tipo y, con ayudas gravitatorias cuidadosamente calculadas, el Clipper debería ser capaz de cartografiar toda la superficie de Europa al final de su misión principal.

El Europa Clipper de la NASA se lanzará en un cohete Falcon Heavy en octubre de 2024 y llegará a Europa en 2030.

Fuentes, créditos y referencias:

Leer más: Are Water Plumes Spraying From Europa? NASA’s Europa Clipper Is on the Case. NASA/JPL-Caltech.

Créditos a Universe Today

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