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Un rastro del satélite Starlink visto a través de la galaxia de Andrómeda. Crédito: Caltech Optical Observatories/IPAC |
Con la rápida expansión del espacio comercial, cada vez hay más satélites en órbita alrededor de nuestro planeta. La mayoría de ellos se encuentran en la órbita terrestre baja, que está cada vez más saturada. Esto ha llevado a algunos a preocuparse por un aumento catastrófico de la basura espacial, así como a una creciente frustración por parte de los astrónomos debido al número de estelas celestes de los satélites.
En la actualidad, el mayor protagonista es el proyecto Starlink de SpaceX, que cuenta con más de 1.700 satélites en la órbita terrestre baja. Se han hecho famosos por crear rayas brillantes en las imágenes astronómicas. Pero a Starlink pronto le seguirán otros proyectos, como OneWeb y el Proyecto Kuiper de Amazon. El objetivo de todos estos proyectos es proporcionar Internet de fácil acceso en todo el mundo, lo cual es un objetivo noble. Pero la visibilidad de estos satélites también planteará serios desafíos a la astronomía crítica. Aunque el impacto de estos satélites en la astronomía aún no es grave, lo será pronto, como muestra un estudio reciente.
Publicado en Astrophysical Journal Letters, el estudio analiza el número de estelas de Starlink que se ven en las imágenes captadas por la Zwicky Transient Facility (ZTF) del Observatorio Palomar. Encontraron que desde noviembre de 2019 hasta septiembre de 2021 hubo más de 5.300 estelas vistas en las imágenes del ZFT. La mayoría de las rayas se vieron en imágenes crepusculares tomadas cerca del crepúsculo o del amanecer. En 2019 solo el medio por ciento de las imágenes crepusculares tenían rayas, pero ahora se ven en aproximadamente 1 de cada 5 imágenes crepusculares. Esto es preocupante porque las imágenes crepusculares son las más importantes para la búsqueda de asteroides cercanos a la Tierra. Los posibles impactos de meteoritos que suponen una mayor amenaza para nosotros son los más difíciles de encontrar porque proceden de una trayectoria cercana a la posición del Sol en el cielo.
Los autores señalan que este número de rayas no es lo suficientemente alto como para afectar significativamente a la búsqueda de posibles colisiones de asteroides. Pero a medida que el número aumente a 10.000 o 15.000, los astrónomos empezarán a pasar por alto algunos asteroides. Dadas las tendencias actuales, ese número se alcanzará dentro de un año más o menos. Hay formas de mitigar el efecto de estas rayas. Pintar los satélites y añadirles paneles reflectantes podría reducir su brillo, sobre todo en las longitudes de onda infrarrojas que son importantes para la detección de asteroides cercanos a la Tierra. Pero el estudio señala que la estrategia de mitigación propuesta actualmente por Starlink no será suficiente para evitar un impacto en la astronomía.
Está claro que pronto tendremos que tomar algunas decisiones difíciles sobre Internet por satélite. Aunque podría ampliar la conexión humana incluso a las regiones más pobres y remotas del mundo, también podría destruir nuestra capacidad de ver los cielos y comprender más profundamente el universo que llamamos hogar. Si no establecemos pronto nuestras prioridades y directrices, SpaceX, Amazon y otras megaempresas tomarán la decisión por nosotros.
Fuentes, créditos y referencias:
Mróz, Przemek, et al. “Impact of the SpaceX Starlink Satellites on the Zwicky Transient Facility Survey Observations.” The Astrophysical Journal Letters 924.2 (2022): L30.
Fuente: Universidad de Warsaw
Créditos a Universe Today