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La anciana tortuga gigante de las Seychelles (Aldabrachelys gigantea hololissa) ya ostentaba el Récord Mundial Guinness del animal terrestre vivo más viejo, pero ahora es oficialmente la tortuga más vieja jamás registrada. Ha superado al anterior poseedor del récord, Tu'i Malila, una tortuga radiada (Astrochelys radiata) que vivió al menos 188 años antes de morir en 1965.
Jonathan vive en Santa Elena, una isla del Océano Atlántico Sur. "Es un icono local, símbolo de la persistencia frente al cambio", dijo Joe Hollins, el veterinario de Jonathan, a Guinness World Records.
onathan llegó a Santa Elena en 1882, cuando tenía unos 50 años, según el Museo Británico de Londres. Una fotografía de Jonathan fechada entre 1882 y 1886 lo muestra completamente crecido, lo que sugiere que tenía al menos 50 años cuando fue tomada, por lo que podría tener más de 190 años en la actualidad.
En su ocaso, Jonathan es ciego y no puede oler, pero sigue pastando en los terrenos de la residencia del gobernador de Santa Elena, donde vive con sus compañeras tortugas gigantes David, Emma y Fred. Se le da de comer a mano una vez a la semana para asegurarse de que recibe suficientes calorías. Sus alimentos favoritos son la col, el pepino y las zanahorias, según el Guinness World Records. Además de comer, los principales intereses de Jonathan son dormir y aparearse.
"A pesar de su edad, Jonathan sigue teniendo una buena libido y se le ve con frecuencia aparearse con Emma y a veces con Fred: ¡los animales no suelen ser especialmente sensibles al género!". dijo Hollins a Guinness World Records.
Jonathan, la tortuga más antigua de Santa Elena, que forma parte de un territorio británico de ultramar en el Océano Atlántico Sur. (Crédito de la imagen: Gianluigi Guercia/AFP vía Getty Images) |
Los científicos aún no comprenden todos los procesos que permiten a tortugas como Jonathan vivir tanto tiempo. Las tortugas gigantes eliminan rápidamente las células dañadas en un proceso llamado apoptosis, que puede ayudar a protegerlas contra el daño de las células que normalmente se deterioran a medida que envejecemos.
Puede que la longevidad de Jonathan no tenga parangón en tierra, pero hay animales que viven más tiempo en el agua. Por ejemplo, los tiburones de Groenlandia (Somniosus microcephalus) tienen una vida máxima estimada de al menos 272 años, y las hidras, un grupo de pequeños invertebrados similares a las medusas, regeneran continuamente sus células y no parecen envejecer en absoluto.
Fuentes, créditos y referencias:
Fuentes: Guiness World Records, Live Science.