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Concepción artística del telescopio espacial James Webb. Crédito: NASA GSFC/CIL/Adriana Manrique Gutiérrez |
El Telescopio Espacial James Webb desplegó por completo su paraguas del tamaño de una pista de tenis el martes, un hito crítico para el éxito de su misión de estudiar cada fase de la historia cósmica, dijo la NASA.
"Las cinco capas del parasol están completamente tensadas", dijo un locutor en el centro de control del observatorio en Baltimore, donde los miembros del equipo aplaudieron, según mostró una transmisión en directo.
El aparato, de 21 metros de largo y con forma de cometa, actúa como un parasol, asegurando que los instrumentos del Webb se mantengan a la sombra para poder detectar las débiles señales infrarrojas de los confines del Universo.
Cada una de las capas se desplegó una a una durante dos días. En conjunto, ofrecen un factor de protección solar (SPF) de aproximadamente un millón.
Como el telescopio era demasiado grande para caber en el cono de la nariz de un cohete en su configuración operativa, tuvo que ser transportado plegado, al estilo del origami. Desplegarlo es una tarea compleja y desafiante, el despliegue de este tipo más difícil que la NASA haya intentado jamás.
"Es la primera vez que alguien intenta poner un telescopio tan grande en el espacio", dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la dirección de misiones científicas de la NASA, en un comunicado.
"El éxito de su despliegue más desafiante -el paraguas solar- es un increíble testimonio del ingenio humano y la habilidad de ingeniería que permitirán a Webb cumplir con sus objetivos científicos".
Hillary Stock, especialista en el despliegue del parasol para Northrop Grumman, dijo a los periodistas en una llamada: "Fue un momento maravilloso. Hubo mucha alegría, mucho alivio".
El telescopio espacial más potente jamás construido y sucesor del Hubble, el Webb despegó en un cohete Ariane 5 desde la Guayana Francesa el 25 de diciembre, y ahora está a más de la mitad de su punto orbital, a un millón de millas (1,5 millones de kilómetros) de la Tierra.
Su tecnología infrarroja le permite ver las primeras estrellas y galaxias que se formaron hace 13.500 millones de años, proporcionando a los astrónomos una nueva visión de la época más temprana del Universo.
La luz visible y ultravioleta emitida por los primeros objetos luminosos ha sido estirada por la expansión del Universo, y llega hoy en forma de infrarrojo, que Webb está equipado para detectar con una claridad sin precedentes.
Su misión también incluye el estudio de planetas lejanos para determinar su origen, evolución y habitabilidad.
Construido para resistir a los meteoroides
El parasol estará permanentemente colocado entre el telescopio y el Sol, la Tierra y la Luna, con el lado que mira al Sol construido para soportar 230 grados Fahrenheit (110 grados Celsius).
Cada capa sucesiva es más fría que la anterior, permitiendo que los instrumentos sensibles del telescopio funcionen a -380F.
Está hecha de un material ligero llamado Kapton, recubierto de silicona tratada. También tiene costuras especiales "ripstop" para limitar los daños causados por los meteoroides.
Aunque Webb llegará a su destino espacial, conocido como segundo punto de Lagrange, en cuestión de semanas, aún le quedan unos cinco meses y medio de preparación.
Los siguientes pasos incluyen el despliegue de las alas de los espejos secundario y primario, la alineación de la óptica del telescopio y la calibración de sus instrumentos científicos.
Fuentes, créditos y referencias:
© 2022 AFP