Un hallazgo fósil revela infecciones respiratorias en dinosaurios

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Restauración hipotética de la vida del MOR 7029. Obsérvese que la enfermedad pulmonar que infectaba a este animal no habría sido evidente externamente, pero los probables síntomas externos similares a la neumonía habrían incluido tos, respiración dificultosa, secreción nasal, fiebre y pérdida de peso, entre otros. Crédito: Woodruff, et al. (2022) y Corbin Rainbolt.
Restauración hipotética de la vida del MOR 7029. Obsérvese que la enfermedad pulmonar que infectaba a este animal no habría sido evidente externamente, pero los probables síntomas externos similares a la neumonía habrían incluido tos, respiración dificultosa, secreción nasal, fiebre y pérdida de peso, entre otros. Crédito: Woodruff, et al. (2022) y Corbin Rainbolt.

Los restos fósiles de un diplodocido inmaduro -un dinosaurio saurópodo de gran tamaño y cuello largo, como el Brontosaurio- pueden proporcionar la primera evidencia de una infección respiratoria única en un dinosaurio, según un estudio publicado en Scientific Reports. Los hallazgos aumentan nuestra comprensión de las enfermedades que afectaban a los dinosaurios.

El espécimen, apodado "Dolly", fue descubierto en el suroeste de Montana (EE.UU.) y data del período Jurásico Tardío de la Era Mesozoica (hace aproximadamente 150 millones de años). Cary Woodruff, del Museo de Dinosaurios de las Grandes Llanuras de Malta, junto con sus colegas, examinaron tres de las vértebras cervicales (los huesos del cuello) de Dolly e identificaron unas protuberancias óseas anormales nunca vistas hasta entonces, que tenían una forma y una textura inusuales. Estas protuberancias estaban situadas en una zona de cada hueso en la que habrían penetrado sacos llenos de aire. Estos sacos de aire habrían acabado conectándose a los pulmones de Dolly y formando parte del complejo sistema respiratorio del dinosaurio. Las imágenes de TC de las protuberancias irregulares revelaron que estaban hechas de un hueso anormal que muy probablemente se formó en respuesta a una infección.

"Dados los probables síntomas que sufría este animal, al sostener estos huesos infectados en las manos, no puedes evitar sentir lástima por Dolly", dijo Woodruff. "Todos hemos experimentado estos mismos síntomas: tos, problemas para respirar, fiebre, etc. - y aquí tenemos a un dinosaurio de 150 millones de años que probablemente se sentía tan miserable como todos nosotros cuando estamos enfermos".

Basándose en la ubicación de estas protuberancias óseas anormales, los investigadores sugieren que se formaron en respuesta a una infección respiratoria en Dolly, que finalmente se extendió a estas vértebras del cuello a través de los sacos de aire y causó los crecimientos óseos irregulares. Los autores especulan que esta infección respiratoria podría haber sido causada por una infección fúngica similar a la aspergilosis, una enfermedad respiratoria común que afecta a las aves y reptiles hoy en día y que puede dar lugar a infecciones óseas. Además de documentar la primera aparición de una infección respiratoria de este tipo en un dinosaurio, esta infección fósil también tiene importantes implicaciones anatómicas para el sistema respiratorio de los dinosaurios saurópodos.

"Esta infección fósil en Dolly no sólo nos ayuda a rastrear la historia evolutiva de las enfermedades relacionadas con el sistema respiratorio en el tiempo, sino que nos da una mejor comprensión de los tipos de enfermedades a las que eran susceptibles los dinosaurios", dijo Woodruff.

El elaborado y tortuoso complejo pulmonar del saurópodo, con la hipotética ruta de la vía infecciosa en MOR 7029. La barra de escala humana es el perfil de un hombre de 170 cm de altura. Crédito: Woodruff, et al., y Francisco Bruñén Alfaro.
El elaborado y tortuoso complejo pulmonar del saurópodo, con la hipotética ruta de la vía infecciosa en MOR 7029. La barra de escala humana es el perfil de un hombre de 170 cm de altura. Crédito: Woodruff, et al., y Francisco Bruñén Alfaro.

Crecimiento óseo anormal en MOR 7029. (A) Mapa esquemático del cuello de Diplodocus, con el crecimiento óseo anormal señalado en rojo. (B) Vértebra del cuello de MOR 7029 con un recuadro rojo resaltando la estructura anormal; primer plano en (C) con dibujo interpretativo en (D) (estructura anormal en rojo). Crédito: Woodruff, et al.
Crecimiento óseo anormal en MOR 7029. (A) Mapa esquemático del cuello de Diplodocus, con el crecimiento óseo anormal señalado en rojo. (B) Vértebra del cuello de MOR 7029 con un recuadro rojo resaltando la estructura anormal; primer plano en (C) con dibujo interpretativo en (D) (estructura anormal en rojo). Crédito: Woodruff, et al.

Los investigadores sugieren que si Dolly se hubiera infectado con una infección respiratoria similar a la aspergilosis, probablemente habría experimentado síntomas similares a los de la gripe o la neumonía, como pérdida de peso, tos, fiebre y dificultades respiratorias. Como la aspergilosis puede ser mortal en las aves si no se trata, una infección potencialmente similar en Dolly podría haber causado en última instancia la muerte del animal, añaden.

Fuentes, créditos y referencias:

Cary Woodruff, The first occurrence of an avian-style respiratory infection in a non-avian dinosaur, Scientific Reports (2022). DOI: 10.1038/s41598-022-05761-3. www.nature.com/articles/s41598-022-05761-3

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