Nuevo gran dinosaurio Titanosaurio de 18 metros de largo desafía el enanismo insular

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Recreación del aspecto vital del Abditosaurus kuehnei. Imagen: Oscar Sanisidro, Museu de la Conca Dellà.
Recreación del aspecto vital del Abditosaurus kuehnei. Imagen: Oscar Sanisidro, Museu de la Conca Dellà.

En un mundo en el que los paleontólogos están acostumbrados a conformarse con un puñado de huesos, el descubrimiento del esqueleto de Titanosaurio más completo jamás hallado en Europa sería suficientemente emocionante. Sin embargo, lo realmente interesante de la especie recién descrita Abditosaurus kuehnei es el desajuste entre su inmenso tamaño y su ubicación en los Pirineos.

Vivir en islas cambia las especies, haciendo que algunas sean más grandes, otras más pequeñas y otras pierdan la capacidad de volar. En los últimos millones de años antes del impacto del asteroide, cuando Europa era un conjunto de islas desconectadas, la familia de saurópodos titanosaurios tomó el segundo camino, haciéndose más pequeños que sus homólogos continentales. Al menos eso era lo que se creía, antes de la descripción del volumen de 14 toneladas (15,4 toneladas) del Abditosaurus en Nature Ecology and Evolution.

"Los titanosaurios del Cretácico Superior de Europa tienden a ser de tamaño pequeño o mediano debido a su evolución en condiciones insulares", dijo en un comunicado el doctor Bernat Vila, del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont. "Es un fenómeno recurrente en la historia de la vida en la Tierra, tenemos varios ejemplos en todo el mundo en el registro fósil de esta tendencia evolutiva".

Según nuestros estándares, el archipiélago europeo de la época incluía algunas islas de gran tamaño, entre ellas las ibero-armoricanas, formadas por la actual España, Portugal y gran parte de Francia. Para un titanosaurio, sin embargo, esto era lo suficientemente pequeño como para limitar los recursos alimenticios, aplicando una presión evolutiva que encogió a estos dinosaurios herbívoros.

Por ello, el descubrimiento del Abditosaurus de 17,5 metros (58 pies) fue una sorpresa. Sin embargo, con 53 piezas de su esqueleto desenterradas a lo largo de décadas, incluyendo huesos dispersos de las extremidades y de la pelvis, 19 vértebras, seis costillas y algunos dientes, hay pocas dudas sobre su tamaño. "Tuvimos mucha suerte, no es habitual encontrar especímenes tan completos en los Pirineos debido a su agitada historia geológica", dijo el coautor, el Dr. Ángel Galobart.

Silueta de Abditosaurus kuehnei con los restos excavados en diferentes campañas de excavación resaltados en diferentes colores. El color rosa claro muestra los fósiles excavados en el último siglo que se perdieron. Imagen: Bernardo González Riga.
Silueta de Abditosaurus kuehnei con los restos excavados en diferentes campañas de excavación resaltados en diferentes colores. El color rosa claro muestra los fósiles excavados en el último siglo que se perdieron. Imagen: Bernardo González Riga.

Los autores explican este enigma concluyendo que el Abditosaurus fue un recién llegado a Iberoamérica, que cruzó desde África hace 70,6 millones de años, cuando el nivel del mar era brevemente bajo. Su pariente más cercano fue el Paralitian africano, seguido por los titanosaurios sudamericanos contemporáneos. Probablemente, no fue el único que realizó el viaje. "En el mismo yacimiento hemos encontrado cáscaras de huevo de especies de dinosaurios que se sabe que habitaron en Gondwana, el continente más meridional", ha declarado el Dr. Albert Sellés, coautor del estudio.

Como suele ocurrir cuando las especies insulares se ven obligadas a competir repentinamente con las llegadas de otro continente, las cosas no fueron bien para los nativos. El cambio repentino de los habitantes de Iberoamérica se conoce como el "cambio de los dinosaurios del Maastrichtiano".

Imágenes de diferentes restos fósiles de Abditosaurus kuehnei en proceso de excavación en el yacimiento de Orcau-1 (a), el proceso de excavación (b y c), y el cuello tras la preparación del fósil (d). Crédito: Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP)
Imágenes de diferentes restos fósiles de Abditosaurus kuehnei en proceso de excavación en el yacimiento de Orcau-1 (a), el proceso de excavación (b y c), y el cuello tras la preparación del fósil (d). Crédito: Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP)

El hecho de que transcurrieran 68 años entre el hallazgo del primer hueso de Abditosaurus y la publicación de su descripción científica es un testimonio de la lentitud con la que se mueven las cosas en la paleontología, incluso cuando se describen hallazgos excepcionalmente importantes. El proceso se vio interrumpido por largos periodos de abandono del yacimiento y por tormentas tan grandes que obligaron a detener las excavaciones. El carácter interrumpido del trabajo queda conmemorado para la posteridad en el nombre del género, que significa "reptil olvidado". El nombre de la especie hace honor a Walter Kühne, que encontró los primeros huesos. 

Fuentes, créditos y referencias:

Bernat Vila, Albert Sellés, Miguel Moreno-Azanza, Novella L. Razzolini, Alejandro Gil-Delgado, José Ignacio Canudo, Àngel Galobart. A titanosaurian sauropod with Gondwanan affinities in the latest Cretaceous of Europe. Nature Ecology & Evolution, 2022; DOI: 10.1038/s41559-021-01651-5

Fuentes: Universidad autónoma de Barcelona, IFL Science

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