Una bebida alcohólica al día se asocia a una reducción del tamaño del cerebro

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La investigación, realizada con un conjunto de datos de más de 36.000 adultos, reveló que pasar de una a dos bebidas al día se asociaba a cambios en el cerebro equivalentes a envejecer dos años. El consumo excesivo de alcohol estaba relacionado con un efecto aún mayor. Crédito: Katherine Unger Baillie, Universidad de Pensilvania
La investigación, realizada con un conjunto de datos de más de 36.000 adultos, reveló que pasar de una a dos bebidas al día se asociaba a cambios en el cerebro equivalentes a envejecer dos años. El consumo excesivo de alcohol estaba relacionado con un efecto aún mayor. Crédito: Katherine Unger Baillie, Universidad de Pensilvania

El alcohol tiene un profundo efecto en las complejas estructuras del cerebro. Bloquea las señales químicas entre las células cerebrales (llamadas neuronas), lo que provoca los síntomas inmediatos habituales de la intoxicación, como el comportamiento impulsivo, la dificultad para hablar, la falta de memoria y la lentitud de reflejos.

Sin embargo, existen pruebas contradictorias sobre si el consumo de alcohol de ligero a moderado muestra asociaciones negativas similares con la estructura del cerebro. Para abordar esta cuestión, científicos de la Universidad de Pensilvania examinaron la relación entre el consumo de alcohol y la estructura cerebral.

Descubrieron que el consumo de alcohol, incluso a niveles modestos, también puede conllevar riesgos para el cerebro. Los datos de imágenes multimodales de 36.678 adultos de mediana y avanzada edad generalmente sanos sugieren que el consumo de alcohol de ligero a moderado se asoció con reducciones del volumen cerebral total.

Con el nivel de consumo de alcohol, este vínculo se hacía más fuerte. Por ejemplo, en personas de 50 años, a medida que el consumo moderado de alcohol entre los individuos aumenta de una unidad de alcohol al día a dos unidades, se observan cambios significativos en el cerebro equivalentes a la edad de dos años. Pasar de dos a tres unidades de alcohol a la misma edad era como la edad de tres años y medio.

Gideon Nave, autor correspondiente del estudio y miembro de la facultad de la Penn's Wharton School, dijo: "El hecho de que tengamos una muestra tan grande nos permite encontrar patrones sutiles, incluso entre beber el equivalente a media cerveza y una cerveza al día".

En estudios anteriores, los científicos utilizaron el Biobanco del Reino Unido, un conjunto de datos con información genética y médica de medio millón de adultos británicos de mediana y avanzada edad. Obtuvieron datos biomédicos de este recurso y los emplearon en el estudio actual.

En concreto, observaron las resonancias magnéticas cerebrales de más de 36.000 adultos del Biobanco, que pueden utilizarse para calcular el volumen de materia blanca y gris en distintas regiones del cerebro.

Nave dijo: "Tener este conjunto de datos es como tener un microscopio o un telescopio con una lente más potente. Obtienes una mejor resolución y empiezas a ver patrones y asociaciones que antes no podías".

Para comprender las posibles asociaciones entre el consumo de alcohol y el cerebro, era esencial controlar los factores desconcertantes que podrían enturbiar la relación. El equipo controló la edad, la altura, la lateralidad, el sexo, el IMC, el hábito de fumar, la situación económica, la ascendencia genética y el condado de residencia. También corrigieron los datos del volumen cerebral en función del tamaño total de la cabeza.

Los participantes voluntarios del Biobanco habían respondido a las preguntas de la encuesta sobre sus niveles de consumo de alcohol, desde la abstención total hasta una media de cuatro o más unidades de alcohol al día. Cuando se agrupó a los participantes según el nivel de consumo, surgió un patrón pequeño pero aparente: El volumen de materia gris y blanca que las demás características del individuo podrían predecir se redujo.

Pasar de cero a una unidad de alcohol no supuso una gran diferencia en el volumen cerebral, pero pasar de uno a dos o de dos a tres equipos al día se asoció con reducciones en la materia gris y blanca. La situación empeora cuanto más se bebe.

Los científicos tienen previsto realizar más estudios para ayudar a responder a otras preguntas relacionadas con el consumo de alcohol.

Fuentes, créditos y referencias:

Davies, R., Aydogan, G., Jagannathan, K. et al. Associations between alcohol consumption and gray and white matter volumes in the UK Biobank. DOI: 10.1038/s41467-022-28735-5

Fuente: Universidad de Pensilvania

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