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Un enorme tiburón Megalodón nada tras un grupo de delfines listados. Crédito: Corey Ford / Stocktrek Images / Getty Images |
Hay muchas pistas sobre el estilo de vida, los comportamientos, la evolución y la extinción de un animal fósil desaparecido que pueden encontrarse en su nutrición. Analizar la alimentación de un animal vivo a lo largo de millones de años es un reto por diversas razones, entre ellas la escasa retención de los marcadores químicos de la dieta en la materia orgánica. El Otodus megalodon, el mayor tiburón que se conoce, fue estudiado por un número multinacional de investigadores mediante una tecnología novedosa.
Los tiburones como el Otodus megalodon, también conocido como megalodón, florecieron entre 23 millones de años atrás y 3,6 millones de años atrás a lo largo del pasado en aguas de todo el mundo y pueden haber crecido hasta una longitud de 20 metros. Cabe destacar que, por el contrario, los mayores tiburones blancos del mundo actual apenas miden seis metros. El vértigo del Megalodón y su eventual desaparición se han atribuido a diversas variables, entre las que se citan la nutrición y la rivalidad alimenticia como las más importantes.
Los investigadores pueden ahora determinar el estatus trófico de un organismo, que muestra a qué altura de la cadena alimentaria consume, utilizando esta nueva tecnología. Estudiando dientes de tiburón actuales y antiguos de todo el mundo, los científicos estudiaron los niveles de isótopos estables de zinc en los dientes de megalodón, de tiburones blancos contemporáneos y prehistóricos, y de otras especies.
Según los resultados, está claro que tanto el megalodón como su predecesor eran grandes depredadores. Además, las lecturas de isótopos de zinc de los colmillos de tiburón del Plioceno temprano en Carolina del Norte, indican que los primeros tiburones blancos y megalodones tenían un nivel trófico relativamente similar.
De acuerdo con los resultados presentados aquí, es probable que haya algunos puntos en común en las presas que ambos tipos de tiburones tienen como objetivo. Aunque se necesitan más estudios, parece que el megalodón y los tiburones blancos situados en el Plioceno temprano pueden haber competido por el alimento.
El zinc es una nueva e innovadora tecnología isotópica que abre una nueva visión del pasado. La utilización de isótopos de zinc para estudiar la ecología alimentaria y nutricional de las criaturas prehistóricas es un enfoque que puede utilizarse para estudiar otras criaturas fósiles, como nuestros propios parientes, que abarcan millones de años.
Fuentes, créditos y referencias: