Una nueva piel artificial da a los robots el sentido del tacto y más allá

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Una nueva piel artificial da a los robots el sentido del tacto y más allá. Crédito: Caltech
Una nueva piel artificial da a los robots el sentido del tacto y más allá. Crédito: Caltech

Los robots modernos desempeñan un papel cada vez más importante en la seguridad, la agricultura y la fabricación. Ahora los investigadores trabajan para dotar a estos robots de un sentido del tacto similar al de los humanos.

Investigadores del Instituto Tecnológico de California (Caltech) han desarrollado una piel artificial que proporciona a los robots un sentido del tacto similar al de los humanos. La piel permite a los robots percibir la temperatura, la presión e incluso los productos químicos tóxicos con un simple toque.

La plataforma de detección robótica multimodal, denominada M-Bot, integra la piel artificial con un brazo robótico y sensores que se adhieren a la piel humana. Un sistema de aprendizaje automático que interconecta ambos permite al usuario humano controlar el robot con sus propios movimientos mientras recibe información a través de su propia piel. La plataforma pretende dar a los humanos un control más preciso sobre los robots, al tiempo que los protege de posibles peligros.



Los dedos humanos son suaves, blandos y carnosos, mientras que los dedos de los robots suelen ser duros, metálicos, plásticos o gomosos. La piel imprimible es un hidrogel gelatinoso y hace que las yemas de los dedos de los robots sean mucho más parecidas a las nuestras. Dentro de ese hidrogel se encuentran los sensores que dan a la piel artificial la capacidad de detectar el mundo que la rodea.

"La impresión por inyección de tinta tiene este cartucho que expulsa gotas, y esas gotas son una solución de tinta, pero podrían ser una solución que desarrollamos en lugar de la tinta normal", dice Wei Gao, profesor adjunto de ingeniería médica de Caltech. "Hemos desarrollado una variedad de tintas de nanomateriales para nosotros".

Tras imprimir un andamiaje de hilos de nanopartículas de plata, los investigadores pueden imprimir capas de sensores a escala micrométrica que pueden diseñarse para detectar una gran variedad de cosas. El hecho de que los sensores se impriman hace que el laboratorio de Gao pueda diseñar y probar nuevos tipos de sensores de forma más rápida y sencilla.

"Cuando queremos detectar un compuesto determinado, nos aseguramos de que el sensor tenga una alta respuesta electroquímica a ese compuesto", dice Gao. "El grafeno impregnado de platino detecta el explosivo TNT de forma muy rápida y selectiva. Para un virus, imprimimos nanotubos de carbono, que tienen una superficie muy elevada, y les unimos anticuerpos para el virus. Todo esto es producible en masa y escalable".

Este sensor se adhiere a la piel del antebrazo de un humano y le permite controlar un sistema robótico a través de sus propios movimientos musculares. Crédito: Caltech
Este sensor se adhiere a la piel del antebrazo de un humano y le permite controlar un sistema robótico a través de sus propios movimientos musculares. Crédito: Caltech


El equipo de investigación ha acoplado esta piel a un sistema interactivo que permite a un usuario humano controlar el robot a través de sus propios movimientos musculares, a la vez que recibe información de la propia piel del usuario desde la piel del robot. Los electrodos fijados al antebrazo del operador humano están colocados para detectar las señales eléctricas generadas por los músculos del operador al mover la mano y la muñeca. "Utilizamos el aprendizaje automático para convertir esas señales en gestos para el control robótico", dice Gao. "Entrenamos el modelo con seis gestos diferentes".

Gao espera que el sistema encuentre aplicaciones en todo tipo de ámbitos, desde la agricultura hasta la seguridad y la protección del medio ambiente, permitiendo a los operadores de los robots "sentir" cuánto pesticida se está aplicando a un campo de cultivo, si una mochila sospechosa dejada en un aeropuerto tiene restos de explosivos o la ubicación de una fuente de contaminación en un río. Pero antes quiere hacer algunas mejoras.

"Creo que hemos demostrado una prueba de concepto", dice. "Pero queremos mejorar la estabilidad de esta piel robótica para que dure más. Al optimizar nuevas tintas y nuevos materiales, esperamos que pueda utilizarse para diferentes tipos de detecciones selectivas. Queremos ponerla en robots más potentes y hacerlos más inteligentes".

Fuentes, créditos y referencias:

You Yu et al, All-printed soft human-machine interface for robotic physicochemical sensing, Science Robotics (2022). DOI: 10.1126/scirobotics.abn0495

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