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¿Un radiotelescopio gigante en China acaba de descubrir extraterrestres? No tan rapido…
Danny C Price, Curtin University“Las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias”
– Carl Sagan (Cosmos, 1980)
Esta frase se conoce como el estándar de Sagan, y la regla que expresa es la que los astrónomos tendrán que respetar ante la curiosa señal detectada por el El ojo del cielo, el enorme radiotelescopio chino. La fuente de la señal podría ser una tecnología extraterrestre.
El periódico estatal chino Diario de Ciencia y Tecnología publicó un artículo en el que se mencionaba la posibilidad de que esta señal tuviera como origen una tecnología extraterrestre, pero poco después el artículo se retiró. ¿Han encontrado los astrónomos señales de vida inteligente extraterrestre? ¿Y lo están silenciando?
Deberíamos estar intrigados, pero no demasiado emocionados (todavía). Una señal como la detectada tiene que pasar por muchas pruebas para poder asegurar si realmente lleva la firma de una tecnología extraterrestre o si es simplemente el resultado de una interferencia originada en la Tierra.
¿Por qué se ha retirado el artículo del periódico chino? Se trataba de un comunicado de prensa, que normalmente están programados para llegar a los medios generalistas al mismo tiempo que se publica el artículo científico, una vez revisado por pares. En este caso, es posible que se cometiera un error, y la nota de prensa llegara al periódico un poco antes.
El ojo del cielo en China
El ojo del cielo, conocido oficialmente como Telescopio Esférico de quinientos metros de apertura (FAST, por sus siglas en inglés), es el radiotelescopio de plato único más grande y sensible del mundo. Una maravilla de la ingeniería cuya gigantesca estructura está construida dentro de una cuenca natural en las montañas de Guizhou, China.
El telescopio es tan grande que no se puede inclinar físicamente, pero sus miles de actuadores sí se pueden mover para apuntar en una dirección u otra y modificar así la superficie reflectante del telescopio. Esto le permite enfocar áreas distintas y observar una región más amplia del cielo.
FAST detecta radiación en longitudes de onda de radio (hasta 10 cm) y se utiliza para la investigación astronómica en una amplia gama de áreas. Una de ellas es la búsqueda de inteligencia extraterrestre, dentro del programa SETI.
Las observaciones SETI se realizan principalmente en modo “piggy-back”, lo que significa que se toman mientras el telescopio ejecuta otros programas científicos, que son su objetivo principal. De esta manera, se pueden escanear grandes franjas del cielo en busca de signos de tecnología alienígena, o “firmas tecnológicas”, sin interferir con otras operaciones científicas. Cuando se observan objetivos especiales, como los exoplanetas cercanos, se siguen llevando a cabo observaciones específicas de SETI.
La búsqueda de tecnología alienígena
La búsqueda de tecnoseñales comenzó en los años 60, cuando el astrónomo estadounidense Frank Drake apuntó el telescopio Tatel de 26 metros hacia dos estrellas cercanas similares al Sol y las escaneó en busca de signos de tecnología.
Con el paso de los años, las búsquedas de tecnofirmas son mucho más rigurosas y sensibles. Además, los sistemas instalados en el FAST son capaces de procesar miles de millones de veces más espectro de radio que el experimento de Drake.
A pesar de estos avances, todavía no hemos encontrado ninguna prueba de vida más allá de la Tierra.
FAST analiza enormes cantidades de datos. El telescopio introduce 38 000 millones de muestras por segundo en ordenadores de alto rendimiento, que a continuación producen gráficos exquisitamente detallados de las señales de radio entrantes. Es en estos gráficos en los que se buscan señales que parezcan tecnofirmas.
Con un área de captación tan grande, FAST puede recoger señales increíblemente débiles. Es unas 20 veces más sensible que el telescopio Murriyang de Australia, situado en el Observatorio Parkes. FAST podría detectar fácilmente un transmisor en un exoplaneta cercano cuya potencia de salida fuera similar a la de los sistemas de radar que tenemos aquí en la Tierra.
El problema de ser demasiado sensible
El problema de ser tan sensible es que puede descubrir interferencias de radio que, de otro modo, serían demasiado débiles para ser detectadas. Los investigadores del SETI ya hemos tenido este problema anteriormente.
El año pasado, utilizando Murriyang, detectamos una señal extremadamente interesante que llamamos BLC1.
Sin embargo, resultó ser una interferencia muy extraña (no extraterrestre). Para descubrir su verdadera naturaleza, tuvimos que desarrollar un nuevo marco de verificación.
Diagrama de flujo para verificar las tecnofirmas candidatas, desarrollado para BLC1. Sofia Sheikh (SETI Institute) |
En el caso de BLC1, pasó aproximadamente un año desde que se informó hasta que se publicó el análisis revisado por pares. Del mismo modo, es posible que haya que esperar un tiempo para que la señal recogida por FAST se analice en profundidad.
El profesor Zhang Tongjie, científico jefe del Grupo de Investigación de Civilizaciones Extraterrestres de China, lo reconoció en el informe del Science & Technology Daily:
La posibilidad de que la señal sospechosa sea algún tipo de interferencia de radio también es muy alta, y es necesario confirmarlo y descartarlo. Este puede ser un proceso largo.
Es posible que tengamos que acostumbrarnos a un lapso de tiempo entre el hallazgo de las señales candidatas y su verificación. Es probable que FAST y otros telescopios encuentren muchas más señales de interés.
La mayoría de ellas resultarán ser interferencias, pero algunas pueden ser nuevos fenómenos astrofísicos, y quizá otras sean puramente tecnofirmas.
Mantengamos la intriga
La extraña señal recogida por FAST ¿pasará la extraordinaria batería de pruebas a las que van a someterla? Hasta que no se revise y publique el trabajo, no es posible dar una respuesta. Sin embargo, es alentador que los algoritmos de búsqueda de SETI sigan encontrando señales curiosas.
El área de interés de SETI está creciendo gracias a FAST, la iniciativa Breakthrough Listen y el programa COSMIC del propio Instituto SETI. Y no se trata sólo de ondas de radio: también se están realizando búsquedas mediante luz óptica e infrarroja.
Por el momento: manténgase intrigado, pero no se entusiasme demasiado.
Danny C Price, Senior research fellow, Curtin University
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.