El primer exoplaneta descubierto fue un hallazgo mucho más raro de lo que se pensaba

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Impresión artística del sistema púlsar-planeta PSR B1257+12 detectado en 1992. El púlsar y los tres planetas, que han sido sometidos a radiación, son todo lo que queda de un sistema estelar muerto. Crédito: NASA/JPL-Caltech
Impresión artística del sistema púlsar-planeta PSR B1257+12 detectado en 1992. El púlsar y los tres planetas, que han sido sometidos a radiación, son todo lo que queda de un sistema estelar muerto. Crédito: NASA/JPL-Caltech

Los planetas púlsares son mundos extrasolares que orbitan alrededor de púlsares, o estrellas de neutrones que giran rápidamente. En una nueva investigación, Iuliana Camelia Nitu, estudiante de doctorado de la Universidad de Manchester, y sus colegas buscaron compañeros planetarios alrededor de 800 púlsares monitorizados en el Observatorio de Jodrell Bank, con órbitas tanto circulares como excéntricas de periodos entre 20 días y 17 años. Descubrieron que los planetas púlsares son extraordinariamente infrecuentes: menos del 0,5% de todos los púlsares conocidos podrían albergar planetas de masa terrestre.

Los púlsares son un tipo de estrellas de neutrones, las más densas del Universo, que nacen durante potentes explosiones al final de la vida de una estrella típica.

Son excepcionalmente estables, giran rápidamente y tienen campos magnéticos increíblemente fuertes.

Los púlsares emiten haces de radio brillantes desde sus polos magnéticos que parecen pulsar cuando la estrella gira.

Actualmente se desconocen los procesos que hacen que se formen planetas, y que sobrevivan, alrededor de los púlsares.

"Los púlsares producen señales que barren la Tierra cada vez que giran, de forma similar a un faro cósmico", explica Nitu.

"Estas señales pueden ser captadas por los radiotelescopios y convertirse en una ciencia increíble".

En 1992 se descubrieron los primeros exoplanetas de la historia orbitando alrededor de un púlsar llamado PSR B1257+12.

Ahora se sabe que el sistema planetario alberga al menos tres planetas similares en masa a los planetas rocosos de nuestro Sistema Solar.

Desde entonces, se ha descubierto que un puñado de púlsares albergan planetas.

Sin embargo, las condiciones extremadamente violentas que rodean el nacimiento y la vida de los púlsares hacen improbable la formación "normal" de planetas, y muchos de estos planetas detectados son objetos exóticos distintos de los que conocemos en nuestro Sistema Solar.

Nitu y sus colegas realizaron la mayor búsqueda de planetas en órbita de púlsares hasta la fecha.

En concreto, buscaron señales que indicaran la presencia de compañeros planetarios con masas de hasta 100 veces la de la Tierra y periodos de tiempo orbitales de entre 20 días y 17 años.

De las 10 detecciones potenciales, la más prometedora es PSR J2007+3120, con la posibilidad de albergar al menos dos planetas, con masas unas cuantas veces mayores que la de la Tierra, y periodos orbitales de 1,9 y 3,6 años.

Los resultados del trabajo no indican ningún sesgo hacia masas planetarias o períodos orbitales concretos en los sistemas de púlsares.

Sin embargo, los resultados sí aportan información sobre la forma de las órbitas de estos planetas: en contraste con las órbitas casi circulares encontradas en nuestro Sistema Solar, estos planetas orbitarían sus estrellas en trayectorias altamente elípticas.

Esto indica que el proceso de formación de los sistemas púlsar-planeta es muy diferente al de los sistemas estrella-planeta tradicionales.

"Los púlsares son objetos increíblemente interesantes y exóticos", dijo Nitu.

"Hace exactamente 30 años se descubrieron los primeros planetas extrasolares alrededor de un púlsar, pero aún no entendemos cómo pueden formarse estos planetas y sobrevivir en condiciones tan extremas".

"Averiguar cuán comunes son y qué aspecto tienen es un paso crucial para ello".

Fuentes, créditos y referencias:

Iuliana C. Niţu et al. 2022. A search for planetary companions around 800 pulsars from the Jodrell Bank pulsar timing programme. MNRAS 512 (2): 2446-2459; doi: 10.1093/mnras/stac593

Fuentes: Phys.org, SciNews

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