Una nueva imagen de galaxias en colisión anticipa el destino de la Vía Láctea

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Esta imagen del telescopio Gemini North, situado en Hawai, muestra un par de galaxias espirales que interactúan entre sí -NGC 4568 (abajo) y NGC 4567 (arriba)- mientras comienzan a chocar y fusionarse. Las galaxias acabarán formando una única galaxia elíptica en unos 500 millones de años. Crédito: International Gemini Observatory/NOIRLab/NSF/AURAProcesamiento de imágenes: T.A. Rector (University of Alaska Anchorage/NSF's NOIRLab), J. Miller (Gemini Observatory/NSF's NOIRLab), M. Zamani (NSF's NOIRLab) & D. de Martin (NSF's NOIRLab)
Esta imagen del telescopio Gemini North, situado en Hawai, muestra un par de galaxias espirales que interactúan entre sí -NGC 4568 (abajo) y NGC 4567 (arriba)- mientras comienzan a chocar y fusionarse. Las galaxias acabarán formando una única galaxia elíptica en unos 500 millones de años. Crédito: International Gemini Observatory/NOIRLab/NSF/AURAProcesamiento de imágenes: T.A. Rector (University of Alaska Anchorage/NSF's NOIRLab), J. Miller (Gemini Observatory/NSF's NOIRLab), M. Zamani (NSF's NOIRLab) & D. de Martin (NSF's NOIRLab)

Los astrónomos que utilizan el telescopio Gemini Norte, uno de los telescopios gemelos del Observatorio Internacional Gemini, han captado una impresionante imagen de un par de galaxias espirales en interacción, NGC 4568 y NGC 4567, que acabarán combinándose para formar una única galaxia elíptica dentro de unos 500 millones de años.

NGC 4567 y NGC 4568 son un dúo de galaxias espirales no barradas situadas a unos 60 millones de años luz en la constelación de Virgo.

Apodadas las Galaxias Mariposa y las Gemelas Siamesas, estas galaxias están empezando a colisionar y a fusionarse entre sí.

En la actualidad, los centros de NGC 4567 y NGC 4568 se encuentran a 20.000 años luz de distancia y cada galaxia sigue conservando su forma original de molinete.

A medida que estas galaxias se acerquen y se fusionen, sus fuerzas gravitatorias en duelo desencadenarán estallidos de intensa formación estelar y distorsionarán salvajemente sus antaño majestuosas estructuras.

A lo largo de millones de años, las galaxias oscilarán una y otra vez en bucles cada vez más estrechos, arrastrando largos hilos de estrellas y gas hasta que sus estructuras individuales se mezclen tanto que surja del caos una única galaxia, esencialmente esférica.

Esta imagen del telescopio Gemini North, situado en Hawai, muestra un par de galaxias espirales que interactúan entre sí -NGC 4568 (abajo) y NGC 4567 (arriba)- mientras comienzan a chocar y fusionarse. Las galaxias acabarán formando una única galaxia elíptica en unos 500 millones de años. En la imagen también se muestran los restos brillantes de una supernova que se detectó en 2020. Crédito: International Gemini Observatory/NOIRLab/NSF/AURAProcesamiento de imágenes: T.A. Rector (University of Alaska Anchorage/NSF's NOIRLab), J. Miller (Gemini Observatory/NSF's NOIRLab), M. Zamani (NSF's NOIRLab) & D. de Martin (NSF's NOIRLab)
Esta imagen del telescopio Gemini North, situado en Hawai, muestra un par de galaxias espirales que interactúan entre sí -NGC 4568 (abajo) y NGC 4567 (arriba)- mientras comienzan a chocar y fusionarse. Las galaxias acabarán formando una única galaxia elíptica en unos 500 millones de años. En la imagen también se muestran los restos brillantes de una supernova que se detectó en 2020. Crédito: International Gemini Observatory/NOIRLab/NSF/AURAProcesamiento de imágenes: T.A. Rector (University of Alaska Anchorage/NSF's NOIRLab), J. Miller (Gemini Observatory/NSF's NOIRLab), M. Zamani (NSF's NOIRLab) & D. de Martin (NSF's NOIRLab)

En ese momento, gran parte del gas y el polvo de este sistema se habrán agotado o habrán sido expulsados.

Esta fusión es también un anticipo de lo que ocurrirá cuando la Vía Láctea y su gran vecina galáctica más cercana, la galaxia de Andrómeda, colisionen dentro de unos 5.000 millones de años.

Una región brillante en el centro de uno de los brazos espirales de NGC 4568 es el resplandor de una supernova -conocida como SN 2020fqv- que se detectó en 2020.

Gracias a la combinación de décadas de observaciones y modelos informáticos, los astrónomos disponen ahora de pruebas convincentes de que las galaxias espirales que se fusionan se convierten en galaxias elípticas.

Es probable que NGC 4568 y NGC 4567 acaben pareciéndose a su vecina Messier 89, una galaxia elíptica que también reside en el Cúmulo de Virgo.

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