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Los Bathonymus, un grupo misterioso y primitivo que vive en la zona bentónica del océano -sus partes más profundas-, cuenta con unas 20 especies a día de hoy. Los crustáceos isópodos sólo están emparentados de forma lejana con sus parientes decápodos más conocidos, los cangrejos, las gambas y las langostas.
Ahora, los científicos han añadido una última criatura a esta lista. Un grupo de científicos taiwaneses, japoneses y australianos ha descubierto B. yucatanensis, una nueva especie que mide unos 26 cm de largo, un 2.500% más que la cochinilla común.
El descubrimiento de esta nueva especie de Bathonymus se suma al panteón de los isópodos. Con ella ya son tres las especies conocidas de Bathonymus en el Golfo de México. La primera -B. giganteus- fue descubierta en 1879, y la segunda B. maxeyorum fue descrita en 2016.
Inicialmente, se pensó que el nuevo espécimen era una variación de B. giganteus. Tras un examen más detallado, se descubrió que el espécimen tenía una serie de características únicas que lo hacían morfológicamente distinto tanto de B. giganteus como de B. maxeyorum.
El espécimen fue capturado originalmente en una trampa con cebo en 2017 en el Golfo de México frente a la Península de Yucatán a unos 600 a 800 metros de profundidad.
Los científicos señalaron: "En comparación con B. giganteus, B. yucatanensis tiene proporciones corporales más delgadas y es más corto en longitud total ... y los pereópodos [miembros torácicos] son más delgados. También tiene antenas más largas. Las dos especies tienen el mismo número de espinas pleotelson. Estas espinas sobresalen del extremo de la cola del crustáceo".
"El Bathynomus giganteus fue descubierto hace más de un siglo. Se han estudiado más de 1.000 ejemplares sin que hasta ahora se haya sugerido la existencia de una segunda especie con el mismo número de espinas pleotelsónicas. El examen superficial, utilizando sólo las espinas pleotélicas, podría dar lugar fácilmente a que los especímenes de B. yucatanensis fueran identificados erróneamente como B. giganteus".
"En comparación con B. maxeyorum, la característica más distintiva es el número de espinas pleotelson-11 espinas en B. yucatanensis frente a 7 en B. maxeyorum. La coloración amarilla cremosa del caparazón la distingue aún más de sus parientes más grises".
Los científicos realizaron un análisis genético molecular, en el que compararon B. giganteus y B. yucatanensis. Debido a las diferentes secuencias de los dos genes (COI y 16S rRNA), junto con las diferencias en la morfología, la identificaron como una nueva especie. El árbol filogenético que construyeron mostraba a B. yucatanensis como la más estrechamente relacionada con B. giganteus.
Los científicos señalaron que "B. giganteus es efectivamente la especie más cercana a B. yucatanensis. Esto indica que las dos especies probablemente tuvieron un ancestro común. Además, es posible que existan otras especies de Bathynomus no descubiertas en el Atlántico occidental tropical".
Fuentes, créditos y referencias: