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La lonsdaleíta es más dura que un diamante típico. Crédito:ANU
En un nuevo estudio, científicos de la Universidad RMIT utilizaron la microscopía electrónica para trazar un mapa de la distribución relativa de la lonsdaleíta, el diamante y el grafito que coexisten en las ureilitas. Estos mapas muestran que la lonsdaleíta tiende a presentarse como granos policristalinos, a veces con morfologías de pliegues distintivos, parcialmente sustituidos por diamante + grafito en los bordes y las vetas transversales.
El análisis confirmó que estos extraños diamantes procedentes de un antiguo planeta enano de nuestro sistema solar pueden haberse formado poco después de que el planeta enano colisionara con un gran asteroide hace unos 4.500 millones de años.
Uno de los investigadores principales implicados, el profesor del RMIT Dougal McCulloch, dijo que el equipo predijo que la estructura hexagonal de los átomos de la lonsdaleíta la hacía potencialmente más dura que los diamantes normales, que tenían un sistema cúbico.
"Este estudio demuestra categóricamente que la lonsdaleíta existe en la naturaleza".
"También hemos descubierto los mayores cristales de lonsdaleíta conocidos hasta la fecha, que tienen un tamaño de hasta una micra, mucho más fino que un cabello humano".
"La inusual estructura de la lonsdaleíta podría ayudar a informar sobre nuevas técnicas de fabricación de materiales ultraduros en aplicaciones mineras".
Utilizando técnicas de microscopía electrónica, los científicos capturaron rodajas sólidas e intactas de los meteoritos para crear instantáneas de cómo se formaron la lonsdaleíta y los diamantes normales.
McCulloch dijo: "Hay fuertes evidencias de que hay un proceso de formación recién descubierto para la lonsdaleíta y el diamante regular, que es como un proceso de deposición química de vapor supercrítico que ha tenido lugar en estas rocas espaciales, probablemente en el planeta enano poco después de una colisión catastrófica."
"La deposición química de vapor es una de las formas en que la gente hace diamantes en el laboratorio, esencialmente cultivándolos en una cámara especializada".
El profesor de la Universidad de Monash, Andy Tomkins (izquierda), con el becario de doctorado de la Universidad RMIT, Alan Salek, sosteniendo una muestra de meteorito de ureilita en la Instalación de Microscopía y Microanálisis de la RMIT. Crédito: Universidad RMIT
El geólogo Andy Tomkins, de la Universidad de Monash, dijo: "El equipo propuso que la lonsdaleíta de los meteoritos se formó a partir de un fluido supercrítico a alta temperatura y presiones moderadas, conservando casi perfectamente la forma y las texturas del grafito preexistente."
"Más tarde, la lonsdaleíta fue parcialmente sustituida por un diamante a medida que el ambiente se enfriaba y la presión disminuía".
"La naturaleza nos ha proporcionado así un proceso que hay que intentar replicar en la industria. Creemos que la lonsdaleíta podría utilizarse para fabricar piezas de máquinas diminutas y ultraduras si logramos desarrollar un proceso industrial que promueva la sustitución de las piezas de grafito preformadas por lonsdaleíta."
"Los hallazgos del estudio ayudaron a resolver un antiguo misterio sobre la formación de las fases de carbono en las ureilitas".
Fuentes, créditos y referencias:
Fuente: Universidad RMIT