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Ilustración de meteoritos, posiblemente portadores de los componentes básicos de la vida, bombardeando la Tierra naciente. (Crédito de la imagen: NASA's Goddard Space Flight Center Conceptual Image Lab)
Las condritas carbonáceas contienen los componentes esenciales de la vida, incluidos los aminoácidos, y su aporte de compuestos orgánicos habría desempeñado un papel clave en la aparición de la vida en la Tierra. La alteración acuosa de las condritas carbonáceas es un proceso global inducido por el calor producido por la desintegración radiactiva de nucleidos.
La aparición de la vida en la Tierra se habría visto favorecida si entre los primeros desechos espaciales hubiera habido condritas carbonáceas, un tipo de meteorito que contiene grandes cantidades de agua y compuestos diminutos como los aminoácidos. Sin embargo, ha sido difícil identificar la fuente de aminoácidos en los meteoritos.
Los científicos han demostrado experimentalmente que los aminoácidos podrían haberse formado en estos primeros meteoritos a partir de reacciones impulsadas por rayos gamma producidos en el interior de las rocas espaciales.
Los científicos ya habían demostrado en estudios de laboratorio anteriores que las interacciones entre moléculas simples, como el amoníaco y el formaldehído, pueden fabricar aminoácidos y otras macromoléculas, pero para ello se necesita agua líquida y calor.
Los componentes básicos de la vida, los aminoácidos, podrían haberse formado en los primeros meteoritos, como el que se muestra aquí. Crédito: abriendomundo/Shutterstock.com
El aluminio-26 (26Al), un elemento radiactivo presente en las primeras condritas carbonáceas, se desintegra en rayos gamma, un tipo de radiación de alta energía. El calor necesario para crear biomoléculas podría haberse producido por este método. Los científicos, por tanto, intentaron determinar si la radiación podría haber desempeñado un papel en la síntesis de aminoácidos en los primeros meteoritos.
Los científicos disolvieron formaldehído y amoníaco en agua, sellaron la solución en tubos de vidrio y, a continuación, irradiaron los tubos con rayos gamma de alta energía producidos por la desintegración del cobalto-60. Descubrieron que cuando la radiación gamma total se desintegraba, el amoníaco se convierte en amoníaco. Descubrieron que al aumentar la dosis total de rayos gamma, aumentaba la formación de -aminoácidos, como la alanina y el ácido -aminobutírico, y de -aminoácidos, como la -alanina y el ácido -aminoisobutírico, en las soluciones irradiadas.
La cantidad de alanina y -alanina presente en el meteorito australiano de 1969 conocido como Murchison habría tardado entre 1.000 y 100.000 años en crearse, según los cálculos de los investigadores basados en estos hallazgos y en la dosis de rayos gamma prevista a partir de la descomposición del 26Al en los meteoritos.
Los científicos señalaron: "Este estudio aporta pruebas de que las reacciones catalizadas por rayos gamma pueden producir aminoácidos, contribuyendo posiblemente al origen de la vida en la Tierra."
Fuentes, créditos y referencias:
Fuente: Sociedad Americana de Química