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DARPA, a través de su programa DRACO (Demonstration Rocket for Agile Cislunar Operations), colabora con la NASA en el desarrollo y la demostración en el espacio de un motor cohete térmico nuclear (NTR), que permitirá a la agencia espacial llevar a cabo futuras misiones de vuelos espaciales de larga duración. El objetivo es probar una nave espacial con NTR en órbita terrestre durante el año fiscal 2027.
El uso de un cohete térmico nuclear permite un tiempo de tránsito más rápido, reduciendo el riesgo para los astronautas. La reducción del tiempo de vuelo es un componente clave de las misiones tripuladas a Marte, ya que los vuelos más largos requieren más suministros y sistemas más fiables.
Según la DARPA, la avanzada tecnología de propulsión térmica nuclear ofrece una elevada relación empuje-peso de unas 10.000 veces, superior a la propulsión eléctrica y con una eficiencia de dos a cinco veces mayor que la propulsión química en el espacio.
Los sistemas de propulsión térmica nuclear (NTP) no son nuevos. Las últimas pruebas de motores nucleares térmicos para cohetes realizadas por Estados Unidos tuvieron lugar hace más de 50 años en el marco de los proyectos Nuclear Engine for Rocket Vehicle Application y Rover de la NASA.
DRACO aprovecha ahora las lecciones aprendidas de la tecnología de reactores NTR del pasado. Pero en lugar de utilizar uranio altamente enriquecido, DRACO está utilizando combustible de uranio poco enriquecido de alto ensayo (HALEU) para tener menos obstáculos logísticos en su ambicioso calendario. Para mayor seguridad, DARPA planea diseñar el sistema de modo que la reacción de fisión del motor DRACO sólo se active una vez que llegue al espacio.
En un motor nuclear térmico para cohetes se utiliza un reactor de fisión para generar temperaturas extremadamente altas. El motor transfiere el calor producido por el reactor a un propulsante líquido, que se expande y se expulsa a través de una tobera para propulsar la nave espacial. Los cohetes térmicos nucleares pueden ser tres o más veces más eficaces que la propulsión química convencional.
"Con esta colaboración, aprovecharemos nuestra experiencia adquirida en muchos proyectos anteriores de propulsión y energía nuclear espacial", declaró Jim Reuter, administrador asociado de STMD. "Los recientes avances en ingeniería y materiales aeroespaciales están permitiendo una nueva era para la tecnología nuclear espacial, y este vuelo de demostración será un logro importante hacia el establecimiento de una capacidad de transporte espacial para una economía Tierra-Luna."
Fuente: NASA