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Pez limpiador (L. dimidiatus). Crédito: Naoki Kubo |
En una serie de experimentos llevados a cabo en Japón, los peces limpiadores
de pico azul (Labroides dimidiatus) ingenuos ante el espejo atacaron con
frecuencia fotografías tanto de ellos mismos como de extraños; en cambio, tras
superar la denominada prueba del espejo, disminuyó la agresión contra su
propia fotografía y las fotografías compuestas de su propia cara/cuerpo
extraño, pero se mantuvo la agresión hacia las fotografías desconocidas y las
compuestas de cara extraña/cuerpo propio; los resultados sugieren que los
limpiadores de pico azul con capacidad de autorreconocimiento en el espejo
pueden reconocer su propia imagen en el espejo basándose en una imagen mental
de su propio rostro, en lugar de comparar los movimientos del cuerpo en el
espejo.
En su estudio, el profesor Kohda y sus coautores probaron la hipótesis de que
la capacidad de autorreconocimiento en el espejo de los peces limpiadores de
pico azul, también conocidos como peces limpiadores, está asociada a una
imagen mental del yo, en particular de la propia cara, como en los humanos.
"A cada pez se le presentaron cuatro fotografías: una foto de sí mismo; una
foto de un pez limpiador desconocido; una foto de su propia cara en el cuerpo
de un pez desconocido; y una foto de la cara de un pez desconocido en su
propio cuerpo", explicaron.
"Curiosamente, los peces no atacaron las fotos con sus propias caras, pero sí
las de las caras de peces desconocidos".
"Nuestros resultados indican que los peces limpiadores de pico azul
determinaban quién aparecía en la fotografía basándose en la cara de la foto,
pero no en el cuerpo, de forma similar a como lo hacen los humanos".
Para negar la posibilidad de que los peces consideraran las fotografías de sí
mismos como compañeros muy cercanos, los autores realizaron una prueba de
marcado de fotografías.
"A los peces se les presentó una fotografía en la que se les colocaba una
marca parecida a un parásito en la garganta", explicaron.
"Se observó que seis de los ocho individuos que vieron la fotografía de sí
mismos con una marca de parásito se frotaban la garganta para limpiársela".
"Mientras que mostrar a esos mismos peces fotografías de ellos mismos sin
marcas de parásitos o de un pez conocido con marcas de parásitos no hizo que
se frotaran la garganta".
"Nuestro estudio es el primero que demuestra que los peces tienen un sentido
interno del yo", afirma el profesor Kohda.
"Dado que el animal objeto de estudio es un pez, este hallazgo sugiere que
casi todos los vertebrados sociales también tienen este sentido superior del
yo".
Fuentes, créditos y referencias: