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Un nuevo invento -denominado contraportada-, obra de un físico de la Universidad de Bristol, ofrece el primer plano práctico de la historia para crear en el laboratorio un agujero de gusano que tienda puentes sobre el espacio de forma verificable, como sonda del funcionamiento interno del universo.
El físico utilizó un novedoso esquema informático que aprovecha las leyes básicas de la física: un objeto pequeño puede reconstituirse a través del espacio sin que se cruce ninguna partícula. Se trata de una "prueba irrefutable" de la existencia de una realidad física que sustenta, entre otras cosas, nuestra descripción más exacta del mundo.
El autor del estudio, Hatim Salih, investigador honorario de los Laboratorios de Tecnología de Ingeniería Cuántica (QET) de la Universidad y cofundador de la empresa DotQuantum, declaró: "Este es un hito por el que llevamos trabajando un montón de años. Proporciona un marco teórico y práctico para explorar de nuevo enigmas perdurables sobre el universo, como la verdadera naturaleza del espaciotiempo".
Por ejemplo, una corriente de fotones que atraviesa una fibra óptica o el aire para permitir que otros vean este texto son ejemplos de portadores de información detectables que deben viajar cuando interactuamos. O incluso las numerosas señales neuronales que rebotan en el cerebro al hacerlo.
Esto es cierto incluso en el caso del teletransporte cuántico, que, Star Trek aparte, permite transferir toda la información de un pequeño objeto, permitiendo recrearlo en otro lugar y haciéndolo completamente intercambiable con el original, que se desintegra. Esto último garantiza una restricción básica que impide la copia perfecta. Cabe destacar que la simulación de agujero de gusano más reciente en el procesador Sycamore de Google es esencialmente una prueba de teletransporte.
Hatim dijo: "He aquí la distinción tajante. Aunque el contratransporte logra el objetivo final del teletransporte, es decir, el transporte incorpóreo, lo hace sorprendentemente sin que viajen portadores de información detectables".
"Si se quiere hacer realidad la contratransportación, habrá que construir un tipo de ordenador cuántico totalmente nuevo: uno sin intercambio, en el que las partes comunicantes no intercambien partículas".
"A diferencia de los ordenadores cuánticos a gran escala que prometen notables aumentos de velocidad y que nadie sabe cómo construir, la promesa de los ordenadores cuánticos sin intercambio, incluso a la escala más pequeña, es hacer posibles tareas aparentemente imposibles, como la contraportación, incorporando fundamentalmente el espacio junto al tiempo."
"El objetivo en un futuro próximo es construir físicamente un agujero de gusano de este tipo en el laboratorio, que luego pueda utilizarse como banco de pruebas para teorías físicas rivales, incluso de gravedad cuántica", añadió Hatim.
"Este trabajo estará en la línea de las empresas multimillonarias que existen para ser testigos de nuevos fenómenos físicos, como el Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferómetro Láser (LIGO) y la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), pero con una fracción de los recursos. Nuestra esperanza es proporcionar acceso remoto a agujeros de gusano locales para que físicos, aficionados a la física y entusiastas exploren cuestiones fundamentales sobre el universo, incluida la existencia de dimensiones superiores."
Tim Spiller, catedrático de Tecnologías Cuánticas de la Información de la Universidad de York y director del Centro de Comunicaciones Cuánticas del Programa Nacional de Tecnologías Cuánticas del Reino Unido, ha declarado lo siguiente: "La teoría cuántica sigue inspirándonos y asombrándonos. El último trabajo de Hatim sobre la contratransportación es otro ejemplo, con la ventaja de un camino hacia la demostración experimental".
John Rarity, catedrático de Sistemas de Comunicación Óptica de la Universidad de Bristol, afirmó: "Experimentamos un mundo clásico que se construye a partir de objetos cuánticos. El experimento propuesto puede revelar esta naturaleza cuántica subyacente, demostrando que partículas cuánticas totalmente separadas pueden correlacionarse sin llegar a interactuar. Esta correlación a distancia puede utilizarse entonces para transportar información cuántica (qbits) de un lugar a otro sin que una partícula tenga que atravesar el espacio, creando lo que podría llamarse un agujero de gusano atravesable".
Fuentes, créditos y referencias:
Universidad de Bristol - Hatim Salih. From counterportation to local wormholes. Quantum Science and Technology. DOI: 10.1088/2058-9565/ac8ecd