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Crédito: Universidad de Columbia Británica |
Las ráfagas rápidas de radio (FRB, por sus siglas en inglés) son destellos de ondas de radio de microsegundos-milisegundos detectables a distancias extragalácticas; algunas fuentes de FRB se repiten. Los astrónomos de la Colaboración CHIME/FRB han duplicado el número de FRB conocidas y han consolidado la idea de que todas las FRB pueden llegar a repetirse.
Aunque los astrónomos han identificado más de 500 FRB hasta la fecha, hasta ahora sólo se había observado la repetición de 25 de ellas. La nueva investigación de la colaboración Canadian Hydrogen Intensity Mapping Experiment (CHIME)/FRB, que incluye a investigadores de la UBC, agrega otros 25 FRB repetitivos a la lista, y sugiere que es posible que no hayamos estado observando los FRB durante el tiempo suficiente. De las FRB repetitivas que la colaboración observó entre 2019 y 2021, algunas tuvieron solo dos estallidos, mientras que otras tuvieron hasta 12.
En su investigación, el Dr. Pleunis y sus colegas descubrieron que muchas FRB repetitivas son sorprendentemente inactivas, produciendo menos de un estallido por semana de tiempo de observación.
Muchas FRB aparentemente únicas no se han observado durante el tiempo suficiente para detectar una segunda explosión de la fuente.
"Es emocionante que CHIME/FRB viera múltiples destellos procedentes de los mismos lugares, ya que esto permite investigar en detalle su naturaleza", afirma Adaeze Ibik, estudiante de doctorado en el Instituto Dunlap de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Toronto.
"Hemos podido afinar en algunas de estas fuentes repetitivas y ya hemos identificado galaxias probablemente asociadas para dos de ellas".
"Este nuevo descubrimiento nos acerca a la comprensión de lo que son las FRB. Aunque eso es emocionante en sí mismo, dice que hay implicaciones de aún mayor alcance", dijo el Dr. Pleunis.
"Es probable que los FRB sean producidos por los restos de explosiones estelares. Estudiando en detalle las fuentes de FRB que se repiten, podemos estudiar los entornos en los que se producen estas explosiones y comprender mejor las etapas finales de la vida de una estrella."
"También podemos aprender más sobre el material que se expulsa antes y durante la desaparición de la estrella, que luego se devuelve a las galaxias en las que viven los FRB".
Las ráfagas rápidas de radio (FRB) son uno de los fenómenos más fascinantes y enigmáticos de nuestro universo. Estos estallidos cósmicos de ondas de radio duran sólo milisegundos y emiten tanta energía como nuestro Sol en un año. A pesar de que se detectaron por primera vez en 2007, gran parte de las FRB siguen siendo un misterio, y su origen y naturaleza aún desconciertan a los astrónomos.
La mayoría de las FRB sólo se detectan una vez, lo que dificulta su estudio detallado. Sin embargo, la detección de múltiples estallidos procedentes de una misma fuente ha permitido comprender mejor su posible origen. La principal teoría actual es que las FRB pueden ser el resultado de magnetares -estrellas de neutrones altamente magnetizadas y de rotación rápida- que emiten ocasionalmente ráfagas masivas de ondas de radio. Otras teorías sugieren que las FRB podrían estar causadas por colisiones de estrellas de neutrones o incluso por inteligencia extraterrestre.
El interés de la comunidad científica por las FRB ha crecido exponencialmente en los últimos años, con numerosos telescopios en todo el mundo dedicados a detectarlas y estudiarlas. Uno de los avances más significativos se produjo en 2020, cuando los astrónomos rastrearon la primera FRB, llamada FRB 121102, hasta su galaxia anfitriona. El descubrimiento proporcionó pistas vitales sobre la naturaleza de estas evasivas explosiones.
Además, en 2021 se propuso un nuevo enfoque basado en el aprendizaje automático para mejorar la localización de las FRB, lo que puede ayudarnos a determinar su posición exacta y a estudiarlas más de cerca.
Detectar y estudiar las FRB es esencial no sólo para comprender estos misteriosos fenómenos cósmicos, sino también para entender el universo en su conjunto. A medida que sigamos observando y aprendiendo más sobre estos fascinantes fenómenos, podremos desvelar más pistas sobre la formación del universo y la posibilidad de vida más allá de nuestro planeta.
A pesar de su misterio, las FRB ilustran que todavía hay mucho que desconocemos sobre nuestro universo, que está esperando a ser desvelado. Estas explosiones cósmicas nos recuerdan la belleza y el misterio de nuestro universo y las infinitas posibilidades de descubrimiento que nos aguardan.
Fuentes, créditos y referencias:
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