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Investigadores de la Universidad de Tel Aviv grabaron y analizaron los sonidos de las plantas. (Michele Constantini/Getty Images) |
Las plantas sometidas a estrés muestran fenotipos alterados, como variaciones
de color, olor y forma. Sin embargo, aún no se han estudiado los sonidos
aéreos producidos por las plantas estresadas. Los fenotipos de las plantas
cambian significativamente en respuesta al estrés.
Se distinguen visualmente y emiten compuestos orgánicos volátiles (COV). Los
COV también pueden afectar a las plantas cercanas, lo que aumenta su
resistencia. Se ha demostrado que las plantas producen señales visuales,
químicas y táctiles a las que pueden responder otros organismos.
Según la investigación, existe una variedad de sonidos vegetales a nuestro
alrededor que los humanos pueden utilizar con el equipo adecuado.
Investigadores de la Universidad de Tel Aviv (TAU) han grabado y analizado
distintos sonidos emitidos por las plantas. Los chasquidos, que suenan como
palomitas de maíz, se producen a un volumen comparable al del habla humana,
pero a frecuencias altas por encima del rango de audición del oído
humano.
Los investigadores descubrieron que, cuando las plantas están estresadas,
suelen emitir sonidos, y que cada tipo de estrés y de planta tiene un sonido
único identificable. Los sonidos emitidos por las plantas son audibles para
muchos animales, como murciélagos, ratones e insectos, aunque sean inaudibles
para el oído humano.
La profesora Lilach Hadany afirma: "Por estudios anteriores sabemos que los
vibrómetros fijados a las plantas registran vibraciones, pero ¿se convierten
también estas vibraciones en ondas sonoras en el aire que puedan registrarse a
distancia? Nuestro estudio aborda esta cuestión, que los investigadores llevan
debatiendo muchos años".
El nuevo estudio se centró en las plantas de tomate y tabaco, pero también se
registraron trigo, maíz, cactus y conejos. A unos 10 cm de cada planta se
colocaron micrófonos ultrasónicos que registraban sonidos a frecuencias de
entre 20 y 250 kilohercios.
Nuestros hallazgos sugieren que el mundo que nos rodea está lleno de sonidos
de plantas y que estos sonidos contienen información, por ejemplo, sobre la
escasez de agua o las lesiones. Creemos que el ser humano también puede
utilizar esta información, si dispone de las herramientas adecuadas, como
sensores que indiquen a los cultivadores cuándo hay que regar las
plantas".
Para comprobar si las plantas emiten sonidos y si éstos se ven afectados de
algún modo por el estado de la planta, los investigadores sometieron a las
plantas a diversos tratamientos. Algunas plantas estuvieron sin agua durante
cinco días, a otras se les cortaron los tallos y a otras se las dejó
solas.
Según el investigador, "nuestras grabaciones indicaron que las plantas de
nuestro experimento emitían sonidos a frecuencias de 40-80 kilohercios. Las
plantas no estresadas emitían menos de un sonido por hora, por término medio,
mientras que las estresadas, tanto las deshidratadas como las heridas, emitían
docenas de sonidos cada hora."
Para analizar las grabaciones se utilizaron algoritmos de aprendizaje
automático (IA). El estudio descubrió que las plantas emiten sonidos que
contienen información sobre la escasez de agua o las lesiones.
Los algoritmos aprendieron a diferenciar entre distintas plantas y distintos
tipos de sonidos, y finalmente fueron capaces de identificar la planta y
determinar el tipo y nivel de estrés a partir de las grabaciones. Los
algoritmos identificaron y clasificaron los sonidos de las plantas incluso
en un invernadero ruidoso.
El número de sonidos que producían las plantas en el invernadero aumentaba
hasta un cierto pico y luego disminuía a medida que las plantas eran
sometidas a deshidratación.
El Prof. Hadany declaró: "En este estudio hemos resuelto una controversia
científica muy antigua: ¡hemos demostrado que las plantas emiten sonidos!
Nuestros hallazgos sugieren que el mundo que nos rodea está lleno de sonidos
de plantas y que estos sonidos contienen información sobre la escasez de
agua o las lesiones. Suponemos que en la naturaleza, los sonidos emitidos
por las plantas son detectados por criaturas cercanas, como murciélagos,
roedores, diversos insectos y posiblemente también otras plantas que pueden
oír las altas frecuencias y obtener información relevante. Creemos que el
ser humano también puede utilizar esta información si dispone de las
herramientas adecuadas, como sensores que indiquen a los cultivadores cuándo
hay que regar las plantas. Por lo visto, un idílico campo de flores puede
ser un lugar bastante ruidoso. Sólo que nosotros no podemos oír los
sonidos".
La investigación futura examinará una serie de cuestiones intrigantes, como
la forma en que las plantas emiten sus sonidos, cómo las polillas detectan y
reaccionan a los sonidos de las plantas, y si otras plantas pueden oír estos
sonidos.
El resultado demuestra que, cuando las plantas están estresadas, emiten
sonidos aéreos detectables e informativos a distancia.
Fuentes, créditos y referencias: