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El viento solar, formado por partículas de plasma, escapa del Sol y fluye por
el espacio interplanetario, chocando con todo lo que encuentra a su paso;
cuando choca con el campo magnético de la Tierra, se produce un fenómeno
atmosférico conocido como aurora.
A pesar de ser una característica fundamental del Sol, aún queda por descubrir
cómo y dónde se produce el viento solar cerca del Sol. Solar Orbiter nos ha
acercado un paso significativo gracias a su instrumentación superior.
El sensor Extreme Ultraviolet Imager (EUI) del Solar Orbiter proporcionó los
datos. El 30 de marzo de 2022, EUI captó imágenes del polo sur del Sol. Estas
imágenes muestran una variedad de patrones débiles y transitorios que están
conectados a diminutos chorros de plasma que están siendo expulsados del Sol.
Cada chorro dura entre 20 y 100 segundos y expulsa plasma a unos 100 km/s.
Estos chorros podrían ser la tan buscada fuente del viento solar.
Lakshmi Pradeep Chitta, del Instituto Max Planck de Investigación del Sistema
Solar (Alemania), declaró: "Sólo hemos podido detectar estos diminutos chorros
gracias a las imágenes de alta resolución y alta cadencia sin precedentes
producidas por EUI. En concreto, las imágenes se tomaron en el canal
ultravioleta extremo del generador de imágenes de alta resolución del EUI, que
observa plasma solar de millones de grados a una longitud de onda de 17,4
nanómetros".
El hecho de que el análisis demuestre que estos patrones son provocados por el
plasma expulsado del entorno solar es especialmente significativo.
Andrei Zhukov, del Real Observatorio de Bélgica, colaborador en el trabajo y
que dirigió la campaña de observación del Solar Orbiter, declaró: "Uno de los
resultados aquí obtenidos es que, en gran medida, este flujo no es uniforme,
la ubicuidad de los chorros sugiere que el viento solar procedente de los
agujeros coronales podría originarse como un flujo de salida muy
intermitente."
Cada chorro lleva asociada una modesta cantidad de energía. Las llamaradas
solares de clase X se sitúan en el extremo superior de los fenómenos
coronales, y las llamadas nano llamaradas en el inferior. Una llamarada X
contiene mil millones de veces más energía que una nano llamarada. Menos
energéticos aún, los diminutos chorros hallados por Solar Orbiter manifiestan
unas mil veces menos energía que una nano llamarada y dirigen la mayor parte
de esa energía a la evacuación del plasma.
La inferencia de su ubicuidad en las nuevas mediciones sugiere que expulsan
una parte considerable de las partículas que observamos en el viento solar.
Además, los eventos más pequeños y frecuentes pueden ofrecer aún más.
David Berghmans, del Real Observatorio de Bélgica e investigador principal del
instrumento EUI, declaró: "Creo que es un paso importante encontrar algo en el
disco que ciertamente está contribuyendo al viento solar".
En la actualidad, el Solar Orbiter sigue dando vueltas alrededor del Sol cerca
de su ecuador. Así pues, en estas observaciones, EUI está mirando a través del
polo sur en un ángulo de rozamiento.
Daniel Müller, científico del proyecto Solar Orbiter de la ESA, declaró: "Es
más difícil medir algunas de las propiedades de estos diminutos chorros cuando
se ven de canto, pero dentro de unos años los veremos desde una perspectiva
diferente a la de cualquier otro telescopio u observatorio, por lo que todo
ello junto debería ayudar mucho."
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