Descubierto el fósil de un trilobite con su última comida aún visible en el interior

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Bohemolichas incola (Barrande, 1872). a, Molde interno del espécimen (n.º de inventario 8) en el nódulo (recubierto de cloruro amónico). b-d, Modelo escaneado del mismo espécimen en vista dorsal (b), ventral (c) y lateral izquierda (d). Exoesqueleto en crema, hipostoma en dorado, contenido del tubo digestivo en tonos rojos y azules. La línea roja de puntos indica una posición anómala de los segmentos cinco y seis. Tamaño del vóxel, 11,35 µm (válido para todas las figuras y datos ampliados). Barra de escala, 10 mm. Crédito: Nature (2023). DOI: 10.1038/s41586-023-06567-7
Bohemolichas incola (Barrande, 1872). a, Molde interno del espécimen (n.º de inventario 8) en el nódulo (recubierto de cloruro amónico). b-d, Modelo escaneado del mismo espécimen en vista dorsal (b), ventral (c) y lateral izquierda (d). Exoesqueleto en crema, hipostoma en dorado, contenido del tubo digestivo en tonos rojos y azules. La línea roja de puntos indica una posición anómala de los segmentos cinco y seis. Tamaño del vóxel, 11,35 µm (válido para todas las figuras y datos ampliados). Barra de escala, 10 mm. Crédito: Nature (2023). DOI: 10.1038/s41586-023-06567-7

El recién descubierto espécimen fosilizado de Bohemolichas incola, una especie de trilobites que vivió durante el periodo Ordovícico, proporciona con mucho la fuente de información más detallada hasta la fecha sobre la dieta y el modo de alimentación de los trilobites. Bohemolichas incola parece haberse alimentado indiscriminadamente de pequeños invertebrados bentónicos gelatinosos, probablemente carroñeando más que cazando activamente.

Los trilobites figuran entre los fósiles más emblemáticos y fueron un componente destacado de los ecosistemas marinos durante la mayor parte de sus 270 millones de años de historia, desde principios del Cámbrico hasta finales del Pérmico.

Hasta la fecha se han descrito más de 20.000 especies de trilobites, con presuntos estilos de vida que van desde la excavación infaunal hasta la vida planctónica en la columna de agua.

A pesar de los numerosos ejemplares fósiles, los hábitos alimentarios de estos animales han tenido que deducirse indirectamente, ya que hasta ahora no se conocían ejemplares con contenido intestinal interno.

En la nueva investigación, el paleontólogo de la Universidad de Uppsala Per Ahlberg y sus colegas examinaron un espécimen completo del infrecuente trilobite Bohemolichas incola con contenido intestinal conservado.

El espécimen tiene 465 millones de años (período Ordovícico) y procede de la Formación Šárka de la cuenca de Praga, en la República Checa.

El intestino apretado y casi continuo de Bohemolichas incola está lleno de conchas fragmentadas que pertenecieron a criaturas marinas como ostrácodos, hiolitos, bivalvos y equinodermos estilóforos.

"Bohemolichas incola era un carroñero oportunista", dijeron los paleontólogos.

"Era un triturador ligero y un alimentador fortuito que comía animales muertos o vivos, que o bien se desintegraban fácilmente o eran lo suficientemente pequeños como para ser tragados enteros".

El espécimen fósil también muestra las huellas verticales de otros carroñeros que excavaron en el cadáver del trilobite, donde se dirigieron al tejido blando pero evitaron el intestino.

Esto implica condiciones nocivas en el interior del sistema digestivo del trilobite y una posible actividad enzimática en curso.

"Bohemolichas incola ofrece una visión única del papel de los trilobites líquidos en un ecosistema marino del Ordovícico y demuestra la gran antigüedad de la fisiología digestiva de pH neutro en los artrópodos", afirman los investigadores.

Fuentes, créditos y referencias:

Petr Kraft et al., Uniquely preserved gut contents illuminate trilobite palaeophysiology, Nature (2023). DOI: 10.1038/s41586-023-06567-7. www.nature.com/articles/s41586-023-06567-7 

Créditos a SciNews

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