Vea También
La ISS es uno de los pocos ámbitos de cooperación que aún mantienen Moscú y Washington. |
La Estación Espacial Internacional (ISS) es una maravilla de la ingeniería y la cooperación humanas, orbita alrededor de la Tierra a unos 400 kilómetros de altura y acoge a astronautas de varios países. Sin embargo, la estación espacial no es inmune a problemas y desafíos técnicos, sobre todo derivados del duro entorno espacial. Uno de los últimos problemas que ha levantado ampollas es la fuga de refrigerante detectada en el módulo ruso Nauka, que forma parte del segmento ruso de la ISS.
El módulo Nauka, que significa "ciencia" en ruso, fue lanzado en julio de 2021 y se acopló a la ISS el 29 de julio de 2021. Se trata de un módulo de laboratorio polivalente que proporciona espacio adicional para vivir y trabajar a la tripulación, así como equipos científicos y un brazo robótico. Sin embargo, el módulo también ha causado algunos problemas a la estación, como cuando disparó accidentalmente sus propulsores poco después de acoplarse, haciendo que la ISS se inclinara fuera de su posición y requiriendo maniobras correctivas.
El último incidente relacionado con el módulo Nauka se produjo el 9 de octubre de 2023, cuando la astronauta de la NASA Jasmin Moghbeli informó de que había visto "escamas en el exterior" y localizó el origen en un radiador externo del módulo Nauka. El radiador forma parte de un circuito de control térmico de reserva que se lanzó con el módulo Rassvet en 2010 y se acopló posteriormente al módulo Nauka. El sistema de control térmico es responsable de mantener una temperatura estable en el interior de la estación mediante la circulación de un refrigerante líquido a través de tuberías y radiadores que intercambian calor con el frío vacío del espacio.
Según Roscosmos, la agencia espacial rusa, la fuga fue aislada y no afectó al circuito principal de control térmico del módulo, que funciona con normalidad y proporciona condiciones confortables a la tripulación. Roscosmos también declaró que "la tripulación y la estación no corren peligro" y que un grupo de gestión operativa está analizando el asunto. La NASA no hizo comentarios inmediatos sobre la situación.
Sin embargo, algunos expertos han expresado su preocupación por la frecuencia y gravedad de las fugas de refrigerante en la parte rusa de la ISS. No es la primera vez que se produce una fuga de refrigerante en una nave o módulo espacial ruso. En diciembre de 2022 y febrero de 2023, se registraron dos fugas similares en los vehículos Soyuz MS-22 y Progress MS-21, respectivamente. Ambas fugas se atribuyeron a impactos de micrometeoroides, que son pequeños trozos de escombros que pueden perforar o dañar los componentes de las naves espaciales.
Los micrometeoroides son un peligro común en la órbita terrestre baja, donde miles de objetos, desde partículas de polvo hasta satélites desaparecidos, vuelan a gran velocidad. La ISS dispone de un sólido sistema de blindaje para protegerse de la mayoría de los impactos, pero algunas zonas son más vulnerables que otras. Los radiadores externos, por ejemplo, son finas placas metálicas que están expuestas a la luz solar directa y a cambios extremos de temperatura, lo que las hace más susceptibles de agrietarse o corroerse.
Algunos analistas han sugerido que podría haber un problema sistémico con el diseño o la calidad del sistema de control térmico ruso, en lugar de simples impactos aleatorios. Jonathan McDowell, analista espacial del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics, declaró a The Guardian que sospecha que existe un problema "sistémico" con el equipo ruso. También señaló que las fugas de refrigerante pueden suponer una grave amenaza para la seguridad y el funcionamiento de la estación, ya que pueden reducir su capacidad de refrigeración y provocar sobrecalentamientos o fallos eléctricos.
Las fugas de refrigerante también plantean interrogantes sobre el futuro de la ISS, que funciona desde 1998 y se acerca al final de su vida útil prevista. Los socios de la estación han acordado prorrogar su funcionamiento hasta 2024 como mínimo, pero más allá de esa fecha hay incertidumbre sobre su destino. Rusia ha anunciado su intención de retirarse de la ISS en 2025 y construir su propio puesto orbital². Estados Unidos y otros socios han expresado su interés en seguir utilizando y manteniendo la ISS mientras sea seguro y viable.
La ISS es un logro notable de la ciencia y la diplomacia, pero también se enfrenta a muchos retos y riesgos en su órbita. La fuga de refrigerante en el módulo Nauka es uno de ellos, pero esperemos que no sea un signo de problemas más graves por venir. Mientras la tripulación y los equipos de tierra trabajen juntos para controlar y resolver cualquier problema, la estación podrá seguir sirviendo de plataforma para la exploración y el descubrimiento del espacio.
Más temas acerca de:
Exploración espacial