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Según la sabiduría convencional, la humanidad apareció en Norteamérica hace entre 16.000 y 13.000 años. Pero recientemente han aparecido cada vez más pruebas que apuntan a una época mucho más temprana. En 2021, las huellas fosilizadas del Parque Nacional de White Sands, en Nuevo México, datadas entre 20.000 y 23.000 años, proporcionaron pruebas cruciales de una ocupación anterior. Sin embargo, esta conclusión era discutible.
En un estudio de seguimiento, investigadores del Servicio Geológico de EE.UU. y un equipo internacional de científicos utilizaron dos nuevos enfoques para datar las huellas. El resultado muestra el mismo rango de edad que la estimación original.
Las estimaciones de edad originales se obtuvieron mediante datación por radiocarbono. La datación de semillas de la planta acuática común Ruppia cirrhosa descubiertas en las impresiones fosilizadas fue el primer paso para determinar la edad de las huellas de White Sands. Las plantas acuáticas, sin embargo, pueden obtener carbono de los átomos de carbono disueltos en el agua y no de la atmósfera circundante, lo que puede dar lugar a que las edades calculadas sean demasiado antiguas.
Kathleen Springer, geóloga investigadora del USGS y coautora principal del actual artículo de Science, declaró: "Incluso cuando se publicó el trabajo original, seguimos adelante para probar nuestros resultados con múltiples líneas de pruebas. Confiábamos en nuestras edades originales y en las sólidas pruebas geológicas, hidrológicas y estratigráficas, pero sabíamos que era fundamental un control cronológico independiente."
Imágenes en falso color de huellas humanas fosilizadas en el Parque Nacional de White Sands. (Servicio de Parques Nacionales) |
Dado que el polen de las coníferas procede de plantas terrestres y puede ser datado por radiocarbono sin ningún problema potencial, los investigadores eligieron este método para su investigación de seguimiento de especies acuáticas como Ruppia. Para cada muestra datada, los investigadores separaron minuciosamente unos 75.000 granos de polen. La comparación directa fue posible porque las muestras de polen se tomaron de los mismos estratos que las semillas originales. La edad del polen y la edad de la semilla asociada eran estadísticamente las mismas cada vez.
Estas muestras de polen también ayudan a los científicos a comprender el contexto medioambiental más amplio en el que se realizaron las huellas. El polen de las muestras procedía de plantas típicas de condiciones glaciares frías y húmedas, en marcado contraste con el polen de la playa moderna, que refleja la vegetación desértica actual.
Los científicos también utilizaron un tipo diferente de datación llamada luminiscencia ópticamente estimulada. Esta técnica data la última vez que los granos de cuarzo estuvieron expuestos a la luz solar. Al emplear esta técnica, descubrieron que las muestras de cuarzo tomadas de las capas que contenían huellas tenían una edad mínima de unos 21.500 años, lo que confirmaba aún más los hallazgos del radiocarbono.
Los científicos señalaron: "Con tres líneas separadas de pruebas que apuntan a la misma edad aproximada, es dudoso que todas ellas sean incorrectas o sesgadas y, en conjunto, proporcionan un fuerte apoyo al rango de edad de 21.000 a 23.000 años para las huellas."
Fuentes, créditos y referencias:
Bente Philippsen et al, Dating the arrival of humans in the Americas, Science (2023). DOI: 10.1126/science.adk3075. www.science.org/doi/10.1126/science.adk3075
Jeffrey S. Pigati et al, Independent age estimates resolve the controversy of ancient human footprints at White Sands, Science (2023). DOI: 10.1126/science.adh5007. www.science.org/doi/10.1126/science.adh5007
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