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El pasado mes de septiembre se probó en el Centro de Combate Aéreo Terrestre del Cuerpo de Marines de Estados Unidos, en California, una plataforma robótica cuadrúpeda denominada "cabra robótica" equipada con un arma antitanque ligera en la espalda. Como parte de un ejercicio de entrenamiento táctico, se ató un lanzacohetes a la espalda de una cabra robótica disponible en el mercado.
Marines del Grupo de Entrenamiento Táctico y Control de Ejercicios (TTECG), Mando de Entrenamiento de la Fuerza Aérea Terrestre de los Marines, Centro de Combate Aéreo Terrestre del Cuerpo de Marines (MCAGCC), en concierto con la Oficina de Investigación Naval (ONR) de pruebas, dispararon un lanzacohetes M72 de Arma Antitanque Ligera (LAW) desde la cabra robótica.
La cabra robotizada puede transportar diversos sensores o sistemas de armas que de otro modo llevaría un marine. La prueba ofrece una idea de cómo un pequeño robot podría ayudar a un soldado en una serie de tareas, incluidos los enfrentamientos con vehículos blindados.
El M72 LAW forma parte del arsenal militar estadounidense desde 1963 y es una herramienta estándar de los batallones de infantería. Con un peso de sólo 1,5 kg, el arma es ligera y muy fácil de disparar. También es lo bastante barata como para desecharla después de disparar, lo que la convierte en una elección popular entre el personal militar. Según una guía del Cuerpo de Marines, cualquier marine con conocimientos básicos de infantería puede disparar el arma, y no es específica de ninguna línea de servicio en particular.
Los cohetes disparados por el lanzador pueden recorrer hasta 1.000 metros, pero son más eficaces a una distancia de unos 200 metros. Sin embargo, esto sitúa a la persona que intenta destruir el tanque peligrosamente cerca del gran cañón del tanque y de las ametralladoras que pueda tener para defenderse. Este riesgo es mayor para los ejércitos que luchan en campo abierto, pero el M72 LAW se diseñó específicamente para la densidad y los obstáculos del combate urbano.
Todas estas características, desde la sencillez a la capacidad de disposición, pasando por el disparo a corta distancia, lo convierten en un arma adecuada para acoplar a un robot tirador teledirigido, aumentando la capacidad de una fuerza y manteniendo al mismo tiempo a los humanos a salvo de cualquier daño.
"En lugar de tener a un marine manejando el sistema de armas, manipulando los seguros, podríamos ponerle un mecanismo de disparo remoto que permitiera hacerlo todo a distancia", explica en el comunicado de prensa el teniente primero Aaron Safadi, oficial a cargo de la sección de integración de tecnologías emergentes del TTECG. "El marine podría estar a cubierto y oculto, el sistema de armas podría avanzar, y el marine podría manipular los seguros desde un lugar seguro mientras permite que ese sistema de armas se acerque a su objetivo".
La cabra robot utilizada por los Marines para probar el M72 es simplemente una herramienta de prueba y no está pensada para llevarla al combate.
Probar tecnologías emergentes, como la robótica, se alinea con los objetivos de Force Designs 2030 al proporcionar una plataforma para evaluar la viabilidad y eficacia de estos sistemas robóticos para su uso en los campos de batalla del futuro.