Vida y muerte de Melitón Manzanas, el primer asesinato premeditado de ETA

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Meliton Manzanas González, asesinado por ETA el 2 de agosto de 1968. Covite

Melitón Antonio Manzanas González fue la primera persona a la que ETA asesinó premeditadamente cuando era jefe de la Brigada Político-Social de Guipúzcoa.

Nació en San Sebastián el 9 de junio de 1909. Fue el hijo mayor del matrimonio formado por Melitón Manzanas Centeno (1873) y Manuela González López (1877). Su familia era originaria de la localidad salmantina de Sobradillos. Su padre era empleado de la Compañía del Ferrocarril del Norte de España y su madre, ama de casa.

Durante la II República formó parte de las Juventudes de Acción Popular, pertenecientes a la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA). Apoderado en una agencia de aduanas, era actor aficionado en una compañía de teatro de la localidad Irún.

Al comenzar la Guerra Civil, en julio de 1936, la sublevación fracasó en Gipuzkoa. Las fuerzas del orden se mantuvieron fieles al Gobierno de la República en la zona del Bidasoa. El plan inicial de los sublevados de atacar San Sebastián fracasó, lo que dio origen a una dura campaña militar.

Meliton Manzanas González, primera víctima premeditada de ETA. Policía.es

Detenido y encarcelado con otros derechistas

Manzanas fue detenido en Irún en el mes de agosto de 1936 y encarcelado en el fuerte de Guadalupe, en la cercana localidad de Hondarribia, junto con otros presos derechistas. En septiembre de 1936, algunos de ellos fueron asesinados ante la llegada de las tropas navarras.

En los días previos a la ocupación del fuerte, un miliciano propició la fuga de un centenar de presos ante el temor de que se produjeran nuevos asesinatos. Todo parece indicar que Manzanas no participó en la fuga y fue liberado a la llegada de las tropas.

Tras su liberación regresó a Irún y formó parte de las milicias de las Juventudes de Acción Popular, donde prestó servicios de vigilancia de la frontera.

En marzo de 1937, todas las fuerzas que se unieron a la sublevación se agruparon en un nuevo partido denominado FET y de las JONS. En ese momento, Manzanas pasó a formar parte de la 18 Bandera de Falange de Navarra. Miembro de la “Columna de Fronteras”, se dedicó a la vigilancia fronteriza hasta diciembre de 1937, cuando se incorporó al ejército.

Jura de bandera de la Falange en Vizcaya el 9 de septiembre de 1937. FOTO: Gil del Espinar. BNE, Biblioteca Nacional de España

Implicado en la muerte de Nicolás Guerendiain

En 1990 se publicó en El Irunés un artículo firmado por Antonio Aramburu en el que se apuntaba la posible implicación de Manzanas en la muerte del juez Nicolás Guerendiain. Éste fue trasladado a San Sebastián el 1 de septiembre de 1937 y salió con destino a Irún el día 3 del mismo mes. Todo indica que ese día fue sacado de la cárcel y asesinado, con la posible participación de Manzanas. Esa posible implicación encaja perfectamente en la política de revancha que se llevó a cabo contra quienes consideraron los responsables de la destrucción de la ciudad en septiembre de 1936.

Nicolás Guerendiáin Salaberri. Ciberche

Ya hemos señalado cómo, en diciembre de 1937, Melitón Manzanas se incorporó al ejército. Su destino fue la 28º Batería del Regimiento de Artillería Pesada nº 3, en los cuarteles de Loyola, en San Sebastián. Ante la posibilidad de ser enviado al frente, se interesó por la opción de ingresar en la Policía. Para ello alegó ser militante de FET y de las JONS, pertenecer a la Hermandad de Cautivos de España y haber formado parte de la Milicia Nacional como voluntario prestado servicios considerados de primera línea.

De todos modos, las pretensiones de Manzanas se complicaron cuando el 1 de noviembre de 1938 pasó a formar parte de la “División de Flechas Verdes”. Integrada por tropas españolas, estaba bajo el mando de oficiales italianos y fue creada en octubre de 1938.

La unidad de Manzanas participó en la ofensiva de Cataluña. Esto impidió que se pudiese presentar a la oposición de agente auxiliar del Cuerpo de Investigación y Vigilancia, prevista para el 11 de febrero de 1939. En esas fechas, su unidad se encontraba en Albacete, como acredita su expediente.

Portada del expediente de Melitón Manzanas / Dirección General de Policía.

Su ingreso en la Policía

Finalizada la Guerra Civil, Manzanas pudo examinarse en Valladolid en un segundo llamamiento que se celebró los días 21 y 22 de abril de 1939. La oposición estaba formada por dos pruebas, una ortográfica, que consistía en un dictado, y otra oral en la que el aspirante debía desarrollar uno de los veinte temas del programa. Previamente, el 2 de mayo de 1940, contrajo matrimonio con María Luisa Artigas Aristizabal, nacida en Irún el 28 de noviembre de 1915.

Melitón Manzanas, pese a lo que se afirma, no formó parte de la Quinta Columna. Este sí fue el caso de otros policías de la Brigada de Investigación Social, pero no el de Manzanas. Él, como muchos miembros del ejército franquista, alegó diversos “méritos” para entrar a formar parte de diversos cuerpos de la Administración.

En octubre de 1941, pasó de agente auxiliar interino a agente de tercera del Cuerpo General de Policía. Fue en este momento, tras ser nombrado funcionario de policía, cuando comenzó su carrera al ser destinado a la Comisaría de Irún, a la que se incorporó el 5 de noviembre de 1941.

Portada de El Diario Vasco del sábado 3 de agosto de 1968. El Diario Vasco

Torturador y asesinado

Durante sus años como jefe de la Brigada Político-Social de Guipúzcoa se convirtió en uno de los grandes torturadores del franquismo. El 2 de agosto de 1968, mientras ocupaba ese puesto, fue asesinado de siete tiros por un miembro de ETA de manera premeditada –era el segundo asesinato de la banda terrorista– cuando entraba a su casa, mientras su mujer y su hija le abrían la puerta.

The Conversation

Pedro Barruso Barés no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.


Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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