Cómo afecta la ideología política al trabajo de los traductores

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En 2004 el lingüista cognitivo George Lakoff publicó el libro Don’t think of an elephant!No pienses en un elefante para demostrar cómo los marcos y las palabras utilizadas en el discurso político influyen en la opinión pública.

Los marcos son estructuras mentales que modelan nuestra forma de entender el mundo, cómo procesamos la información y las decisiones que tomamos. Lakoff ilustra el poder del lenguaje para activar automáticamente ciertos marcos y asociaciones mentales con el ejemplo del enunciado “No pienses en un elefante”. Cuando se menciona la palabra elefante, automáticamente activamos en nuestra mente la imagen mental de un elefante; incluso cuando se nos pide explícitamente que no pensemos en ello, es imposible no hacerlo.

El poder del lenguaje para activar determinados marcos lo convierte en una herramienta de manipulación para el debate político. Los políticos utilizan estratégicamente el lenguaje para influir en la opinión pública y avanzar en sus agendas. Apelan a las emociones de sus partidarios mediante marcos que modelan una visión de ciertos temas acorde con sus creencias.

Por ejemplo, los partidos conservadores tienden a enfocar su discurso en el marco de la “seguridad”, un mensaje atractivo para aquellos que valoran la protección y la estabilidad. Por el contrario, los partidos liberales (en su acepción como progresistas) prefieren el marco de la “justicia social”, un tema más interesante para los que valoran la igualdad.

Dependiendo de nuestras creencias políticas, la respuesta emocional será más positiva o más negativa ante un tipo de discurso u otro.

El lenguaje como transmisor de ideas políticas

El poder del lenguaje como transmisor de creencias políticas y su influencia a nivel emocional adquieren una especial relevancia en el ámbito de la traducción. Los traductores a menudo se enfrentan a textos con una carga ideológica que puede ser, o no, congruente con sus propias creencias.

A continuación, presentamos los datos de dos proyectos de investigación, EMOTRA y EMOTRA2, que muestran cómo un marco político puede influir en el rendimiento laboral de los traductores.

Vivimos en un mundo en el que las decisiones económicas, educativas y sociales están profundamente politizadas. Los científicos intentan descifrar las causas y el impacto de la política en nuestras vidas. Más allá de la importancia de los valores de nuestro entorno familiar y social, la psicología resalta la relación entre determinados rasgos de la personalidad y las actitudes políticas: las actitudes liberales se relacionan con una mayor apertura a la experiencia, flexibilidad y tolerancia a la incertidumbre; las conservadoras con una menor tolerancia, un mayor deseo de orden y estructura, y un mayor temor a situaciones que pueden suponer una amenaza o implicar una pérdida.

La política influye en el comportamiento humano y las emociones condicionan nuestras elecciones y acciones políticas. La hipótesis de la “cognición caliente” postula que al evaluar un concepto sociopolítico le conferimos una carga afectiva (positiva o negativa) que activamos automáticamente cada vez que nos encontramos con dicho concepto. Por ejemplo, los conservadores confieren a un concepto como “aborto” una carga negativa asociada al asesinato del feto, mientras que para los liberales tiene una carga más positiva –o al menos no tan negativa– vinculada al derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo.

La activación automática de dicha carga afectiva explica que nuestros tiempos de respuesta sean más rápidos ante los conceptos sociopolíticos que percibimos como relevantes porque tienen una carga afectiva congruente con nuestras ideas y que sean más lentos ante los conceptos con una carga incongruente.

Los resultados del primer estudio experimental realizado en España con traductores de izquierdas y traductores de derechas muestran que la carga afectiva de un término influye en el tiempo de traducción. Los términos con una carga contraria a los valores de los traductores suscitan tiempos de reacción mayores que las palabras coherentes con sus creencias.

Afortunadamente, la orientación política de los traductores no ejerce per se una influencia significativa en el tiempo que se tarda en encontrar una traducción adecuada. Únicamente cuando la palabra o expresión desafía sus expectativas, la carga afectiva se convierte en una fuerza que influye en su rendimiento.

Los traductores con una postura política más liberal y acorde con la izquierda son más lentos tras un término que activa un contenido afectivo incoherente con sus valores que tras un término coherente con los mismos. No obstante, los datos no muestran una diferencia significativa en los tiempos de los traductores más conservadores y cercanos a la derecha política.

A favor o en contra de la independencia de Cataluña

Una postura política implica la adopción de un conjunto de creencias respecto a una amplia variedad de temas como el aborto, la inmigración o la eutanasia, lo que dificulta la obtención de resultados coherentes respecto a todos los temas. Esta sección introduce los datos de un estudio centrado en un único conflicto de interés social y político: la independencia de Cataluña.

Los resultados de un estudio llevado a cabo con estudiantes de traducción de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) revelan que su postura ante la independencia de Cataluña (a favor, en contra o neutral) influye en sus tiempos de respuesta al comprender el texto original y al seleccionar la opción de traducción más adecuada.

Los estudiantes emplean más tiempo en la lectura de una serie de titulares a favor o en contra de la independencia de Cataluña cuando los titulares son coherentes con su postura en el conflicto, aunque son más rápidos a la hora de tomar la decisión final de elegir un equivalente adecuado.

El efecto facilitador de la congruencia al elegir un equivalente final de traducción puede explicarse en términos de la mencionada hipótesis de la “cognición caliente”. Pero ¿por qué se produce el efecto contrario durante la lectura y comprensión de los estímulos? Una posible explicación es que los estudiantes perciben los titulares congruentes con su postura como más relevantes y, por tanto, les dedican una mayor atención, causando un retraso en el tiempo de comprensión que más tarde se ve compensado por una mayor rapidez para elegir un equivalente de traducción.

La ética profesional sobre el sesgo político

¿Qué implicaciones tienen estos resultados para la formación de traductores y la práctica profesional? El tiempo de reacción suele medirse en milisegundos, por lo que, incluso cuando informamos de diferencias estadísticamente significativas, el margen es bastante ajustado.

¿Realmente importa que los traductores tarden segundos o incluso unos minutos más en proporcionar una traducción cuando un término entra en conflicto con su ideología? Aunque la diferencia de tiempo parezca insignificante, para un traductor profesional la oportunidad de disponer de unos segundos más por hora de trabajo puede traducirse en una diferencia de minutos al día, horas a la semana e incluso días al mes.

Aumentar la concienciación sobre los efectos de la ideología política entre los traductores profesionales puede, como mínimo, contribuir a maximizar su eficiencia y sensibilidad ante posibles sesgos. Como profesionales tenemos el deber de primar la objetividad por encima del sesgo político; como traductores tenemos la responsabilidad de adherirnos a los principios éticos de nuestra profesión y de evitar cualquier modificación tendenciosa del texto original.

The Conversation

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Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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