Según un estudio, los gatos son básicamente un líquido

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La habilidad de los gatos para verterse en recipientes y fluir por espacios estrechos está bien documentada. Un nuevo estudio trata de entender cómo y por qué existe esta peculiaridad. Petra Richli/Getty Images
La habilidad de los gatos para verterse en recipientes y fluir por espacios estrechos está bien documentada. Un nuevo estudio trata de entender cómo y por qué existe esta peculiaridad. Petra Richli/Getty Images

Para los que comparten su vida con gatos, su capacidad aparentemente mágica de transformarse en un charco de pelo para caber por los huecos más pequeños es un fenómeno bien conocido. Es como si pudieran rezumar, derramarse y fluir con la facilidad de un líquido, un hecho del que los gatos parecen bastante conscientes. Una investigación científica reciente apoya esta idea, revelando que los gatos poseen una notable conciencia de su propio tamaño, similar a las propiedades de un líquido.

Este fascinante descubrimiento fue liderado por el etólogo Péter Pongrácz, de la Universidad Eötvös Loránd de Hungría. Su investigación demostró que, ante aberturas cada vez más pequeñas, los gatos pueden atravesarlas sin problemas, dudando sólo cuando el espacio es demasiado estrecho. Este comportamiento no sólo pone de relieve sus cualidades fluidas, sino que también sugiere un alto grado de autoconciencia de sus dimensiones físicas.

La curiosidad científica en torno a la fluidez de los gatos no es nueva. Ya en 2014, el físico Marc-Antoine Fardin exploró este tema y sugirió que los gatos podrían considerarse sólidos amorfos -en algún lugar entre un sólido y un líquido- debido a su capacidad para adaptarse a la forma de los contenedores con el tiempo. El reciente estudio de Pongrácz pretendía profundizar en si los gatos son conscientes de su tamaño corporal y pueden tomar decisiones basadas en esta conciencia.

Los perros, más cooperativos en entornos de investigación, han demostrado anteriormente un agudo sentido de las dimensiones de su propio cuerpo. En un estudio de 2019, se descubrió que los perros mostraban cautela al acercarse a huecos demasiado pequeños para su cuerpo. Sin embargo, los gatos, con su vena independiente, planteaban un mayor desafío para experimentos similares.

Para adaptarse a su naturaleza quisquillosa, Pongrácz realizó sus experimentos en la comodidad de las casas de los gatos en Budapest. Ideó un montaje con tableros con aberturas de distintas anchuras y alturas. De los 38 gatos seleccionados, 30 completaron el experimento. Los resultados fueron reveladores. La mayoría pasó por los agujeros sin vacilar, incluso cuando la abertura era la mitad de ancha que su cuerpo. Sin embargo, cuando se enfrentaban a aberturas más cortas, los gatos mostraban notables vacilaciones y buscaban rutas alternativas, como saltar por encima de los paneles.

Curiosamente, este comportamiento cauteloso era más pronunciado en los gatos más altos, lo que indica que la conciencia del tamaño corporal influye significativamente en su proceso de toma de decisiones. El entorno doméstico controlado garantizaba que la vacilación observada no se debía al miedo a lo que pudiera haber al otro lado del panel.

Estos resultados revelan que los gatos perciben de forma diferente las aberturas estrechas y bajas. Mientras que no tienen reparos en colarse por huecos estrechos, gatear por aberturas bajas requiere más reflexión, posiblemente por la necesidad de agacharse, lo que les hace sentirse vulnerables.

Pongrácz tiene previsto realizar más experimentos para comprobar si los gatos son conscientes de su tamaño y peso en situaciones más difíciles. Entender cómo influye esta conciencia en su toma de decisiones podría arrojar luz sobre las capacidades cognitivas de los felinos y profundizar en sus enigmáticos comportamientos.

Esta investigación no sólo amplía nuestros conocimientos sobre los gatos, sino que abre nuevas vías para estudiar la cognición y la autoconciencia de los animales, demostrando una vez más que nuestros amigos felinos son tan misteriosos como cautivadores.

Fuentes, créditos y referencias:

P. Pongrácz. Cats are (almost) liquid!—Cats selectively rely on body size awareness when negotiating short openings. iScience. September 17, 2024. doi: 10.1016/j.isci.2024.110799

S. Ravi et al. Bumblebees perceive the spatial layout of their environment in relation to their body size and form to minimize inflight collisions. PNAS. Vol. 117, November 23, 2020, p. 31494. doi: 10.1073/pnas.2016872117.

R. Lenkei et al. That dog won’t fit: body size awareness in dogs. Animal Cognition. Vol. 23, December 12, 2019, p. 337. doi: 10.1007/s10071-019-01337-3

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